Encuesta electoral
Las coaliciones favorecerían sólo a los independentistas
El secesionismo ganaría un escaño si concurre unido, los constitucionalistas se quedarían igual
El secesionismo ganaría un escaño si concurre unido, los constitucionalistas se quedarían igual.
En política la suma de 2+2 no tiene por qué dar 4: a veces da 5 y, en la mayor parte de las ocasiones, se queda en 3. Esto mismo sucede ante la hipótesis de grandes coaliciones electorales con componentes ideológicos heterogéneos aunque tengan algún objetivo político en común. En el caso de los independentistas, si acudieran coaligados (ERC, PDeCat y CUP), es decir, socialdemócratas, liberales y antisistema, obtendrían un resultado similar al que registrarían con las tres candidaturas por separado. En una lista conjunta recibirían 1.585.000 votos y 66 escaños, frente a 1.723.000 votos y 65 diputados que conseguirían las tres listas cada una por su cuenta.
El comportamiento electoral de los votantes de ERC apenas cambiaría ante una u otra modalidad de presentación, pero el elector convergente que votó a Juntos por el Sí en 2015 cambia de conducta; el 24,6% de los votantes de JxS votaría una lista independiente del PDeCat, pero solo el 20,1% daría su voto a una coalición con ERC y CUP. También se reduciría el aporte desde la CUP a una gran coalición; el 63,9% de los ex votantes de CUP repitirían su voto a una lista solitaria de CUP, pero solo el 58,3% votaría a una coalición que integrase además al PDeCat y a ERC. El rechazo que despierta CUP (independentista, pero comunista) para buena parte de electorado moderado del PDeCat (independentista, pero liberal) y el mismo sentimiento que despierta el PDeCat entre las bases de CUP, hace que una colación independentista reste y no sume. No obstante, y debido a la ley D´Hondt, una hipotética coalición independentista obtendría un escaños más que por separado, sería a costa del escaño número trece de CSQP. Pero a los únicos que le interesa la coalición, con la que tapar sus vergüenzas, es a Puigdemont y a Mas. En definitiva a los restos del naufragio de CIU/PDeCat. De este modo camuflarían su fracaso en una lista conjunta con ERC.
De manera análoga una coalición de Cs, PP y PSC, obtendría menos votos que cada uno de estos tres partidos por separado. La lista conjunta obtendría 1.594.000 votos y la suma de las tres, 1.716.000. En cuanto a escaños no habría cambios, se mantendría en 57 diputados. Hay que tener en cuenta que el supuesto se basa en la concurrencia a las elecciones de dos grandes coaliciones y dejando fuera de ambas a CSQP.
El votante de Cs es el más entusiasmado con la idea de una triple alianza electoral constitucionalista, el 94% de sus electores votaría a esta lista conjunta. Le sigue de cerca el electorado del PP, con un 91.1% de votantes populares dispuestos a apoyar esta lista con Cs y el PSC. Pero es el electorado del PSC el que, por su comportamiento, desaconseja la formalización de esta coalición; solo el 53,5% de los votantes socialistas votarían esta lista. Ante tal supuesto el 30,4% de los votantes socialistas catalanes preferiría abstenerse, e incluso el 16,1% votaría a otras opciones.
Desde el punto de vista electoral no es aconsejable esta coalición, por las razones que acabo de exponer, meramente numéricas, pero también por la convivencia social y política en Cataluña. El independentismo, herido de muerte, intenta su última huída hacia delante. El 21-D es su último cartucho. Intentarán ahondar en la división, quieren enfrentar a las dos cataluñas, quieren forzar la bipolarización de la sociedad catalana para que estalle. Solo un estallido social que rompiera el marco estatuario y constitucional les salvaría. Pero eso no va a suceder porque los tres partidos unionistas no van a formar ningún frente. Los constitucionalistas están más movilizados que nunca, pero deben hacerlo con discreción y moderación.
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