Elecciones catalanas
Los «comunes» rechazan dar el Parlament a Cs y negocian con los soberanistas
Doménech puede acabar presidiendo la Mesa ante el empate entre los bloques.
Como era previsible, los «comunes» dieron un portazo al candidato de Cs para presidir el Parlament, José María Espejo-Saavedra. Tras una reunión ayer en la Cámara catalana, Catalunya en Comú-Podem volvió a dar señales de querer inclinarse por el bloque independentista para negociar la Mesa del Parlament. La número dos del grupo parlamentario, Elisenda Alamany, que participó del encuentro, en una rueda de prensa posterior, deslizó que su partido evitará explorar una alternativa al separatismo por las circunstancias en las que se encuentran: «Juegan a configurar esta mayoría vía acción represora y aprovechándose de que hay gente en prisión», criticó a Cs.
De esta manera, la diputada electa borraba de un plumazo el intento de los naranjas por explotar el actual escenario, en el que el independentismo tendrá presumiblemente diversas ausencias en la sesión constitutiva del Parlament del 17 de enero –podría tener hasta 8 y perder la mayoría absoluta, dibujándose la opción de que haya una mayoría no independentista–. Por ello, Alamany pidió a Cs que «dejen de hacer teatrillos» y avisó a las demás fuerzas del bloque constitucionalista que tendrán prácticamente imposible suscitar su apoyo: «Alguien que está de acuerdo con suspender el autogobierno de Catalunya difícilmente se puede erigir como candidato para proteger las instituciones». El portavoz de Cs, Carlos Carrizosa, también presente en las conversaciones con los «comunes», tomó este rechazo como una muestra más de que Catalunya en Comú-Podem, pese a su intencionada equidistancia, «siempre está al lado del independentismo».
Esta negativa, además, fue recibida con doble alcance. Según avanzó Carrizosa, la formación naranja tampoco optará ya a pugnar por la presidencia de la Generalitat, algo a lo que pese a las insistencias de PSOE y PP para que lo intentara, siempre se había mostrado muy reticente a intentar. «Han cerrado la puerta al cambio definitivamente», lamentó Carrizosa en la sala de prensa del Parlament. Si bien, las fuerzas constitucionalistas, PP y PSOE, volvieron a poner en entredicho ayer los esfuerzos de Cs por lograr la presidencia del Parlament, después de criticar que Inés Arrimadas no hubiera contactado con ellos hasta ahora.
El portavoz de Ciudadanos también quiso responder al razonamiento de los «comunes» para impedir su elección: «No fue Cs quien puso en sus listas a personas imputadas por delitos graves o huidos de la Justicia». «No es culpa nuestra si han decidido poner a candidatos que tienen problemas incluso para acudir a una sesión de investidura», aseguró. Y es que los naranjas, aritméticamente, tenían opciones de presidir el Parlament si recibían el apoyo de los «comunes» y algunos diputados independentistas no acudían al Pleno del 17.
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