Crisis en el PSOE
Los críticos del PSOE gestan un golpe contra Sánchez en la Ejecutiva
Si la mitad más uno de sus 36 miembros votan la expulsión del secretario general tras el 25-S, forzarían su dimisión.
Si la mitad más uno de sus 36 miembros votan la expulsión del secretario general tras el 25-S, forzarían su dimisión.
El miércoles de esta semana dirigentes socialistas como Susana Díaz, Alfredo Pérez Rubalcaba, Carme Chacón o Eduardo Madina lanzaban una campaña a través de las redes sociales en defensa de la libertad de expresión de Guillermo Fernández Vara, criticado desde la dirección socialista por defender la abstención para que Rajoy sea investido presidente de España. La excusa eran unas declaraciones de responsables del grupo parlamentario que instaban al líder extremeño a expresarse en los órganos del partido en lugar de hacerlo a través de los medios. Podía parecer un episodio más de los desencuentros entre Pedro Sánchez y sus díscolos. No es así. «Los mensajes en las redes sociales indican que se ha pasado el Rubicón», apunta un líder crítico con Pedro Sánchez que además es miembro de la Ejecutiva Federal. Para la mayoría de dirigentes consultados por LA RAZÓN no es un episodio más sino una «operación perfectamente sincronizada», que surge de reuniones previas entre diferentes sectores críticos que les aúna «sobre todo, su animadversión a Sánchez». Otros dirigentes socialistas discrepan, denotando que la lucha en el seno del PSOE es cainita «tenemos el don de la oportunidad», afirman. «Todos los focos apuntan al PP con sus crisis con Soria o Barberá y nosotros les damos munición», añaden, para concluir «no tiene ni pies ni cabeza esta situación».
Sí la tiene, sin embargo, en función de los intereses que persiguen los líderes de la revuelta en las redes sociales. La situación interna del PSOE es de tensión. Los barones no hablan con la dirección federal, o al menos no lo hacen los críticos; los canales de comunicación o están rotos o son inservibles y «todo parece una conspiración. Pero no lo parece, es una conspiración», afirma un líder crítico. En este sector, en el que se incluyen diferentes sensibilidades, se espera a la celebración de las elecciones vascas y gallegas para plantar cara a Pedro Sánchez. Las voces no son unánimes. Unos abogan por la convocatoria de un Comité Federal «en el que los números nos favorecen. 193 de los miembros –alrededor de 300– están en contra de Pedro y critican la deriva de sus políticas», para poner fin a su liderazgo. Este grupo aboga por buscar una salida al secretario general: «Que dimita tras el fracaso». Otros, sin embargo, apuntan –según han manifestado, sin ningún tapujo, a LA RAZÓN– por una salida sin contemplaciones: «Conseguir que la mitad más uno de la ejecutiva pida su dimisión tras los comicios autonómicos. El PSOE no puede esperar más».
Esto no ha sucedido nunca en el Partido Socialista desde la Transición. Esta opción implicaría que de los 36 miembros de la Ejecutiva Federal –son los que quedan tras la dimisión del ex líder gallego, José Ramón Gómez Besteiro, y el fallecimiento de Pedro Zerolo– tuvieran que posicionarse sobre la continuidad de Pedro Sánchez. Sin embargo, esta opción, «que está encima de la mesa», cuenta con algunos remilgos por parte de sectores críticos porque «podría ser interpretada por la ciudadanía como una conspiración palaciega». Sin embargo, entre sus partidarios no hay dudas de que «hay que poner fin a esta situación de inestabilidad. No podemos seguir así». Los críticos afirman que los números salen «tanto en el Comité Federal como en la Ejecutiva». En la dirección socialista de Sánchez hay ocho andaluces: entre ellos, Antonio Pradas y la presidenta Micaela Navarro, dos extremeños y dos líderes críticos con Sánchez: el valenciano Ximo Puig y el castellano-manchego, Emiliano García Page. Son 12 y para conseguir la mayoría se necesitarían 19. A éstos se sumaría la responsable de Pequeños Municipios, la conquense María Galiano; el ex líder de Madrid, Tomás Gómez, y la catalana Carme Chacón. Los sectores críticos también dicen contar con el apoyo de la madrileña Eva Matarín y con los tres miembros de la ejecutiva de Canarias, «porque todos los sectores del PSOE canario son contrarios a Pedro Sánchez». Si nos atenemos a estos votos, los críticos tienen la mitad de la ejecutiva, «aunque que nadie lo dude, tenemos la mitad más uno de los miembros de la ejecutiva». Pedro Sánchez cuenta con el apoyo de su núcleo duro, encabezado por César Luena, Adriana Lastra, Mari Luz Rodríguez, Meritxell Batet, Susana Sumelzo, Iratxe García, Francina Armengol, Iban García o Pere Navarro. Carmen Montón –consejera del Gobierno Valenciano– es una de las dudas. Se la considera muy cercana a Sánchez pero es miembro del Gobierno de Ximo Puig. También surgen incógnitas sobre el papel de Patxi López. El líder vasco se manejó como alternativa a Sánchez en un congreso. Hoy mantiene silencio y sigue siendo un hombre cercano a Rubalcaba, que este miércoles lideró la ofensiva en las redes contra Sánchez.
LA RAZÓN se ha puesto en contacto con la Ejecutiva Federal para recabar su opinión sobre estos movimientos. El silencio ha sido la respuesta. El malestar en el entorno de Sánchez ha subido decibelios desde que aparecieron los tuits en las redes sociales. Al mismo tiempo, desde Zaragoza, Pablo Iglesias elevaba la temperatura de la situación al afirmar que le constaba que el PSOE hay muchos que «quieren cortar la cabeza a Pedro Sánchez». El líder de Podemos dijo desde la capital aragonesa, donde se encontraba para asistir a la elección de Violeta Barba como presidenta de las Cortes, que «ojalá tenga el coraje suficiente para hacer lo que sus votantes quieren que haga». A Iglesias le resulta «kafkiana» la situación de que sólo Podemos esté dispuesto a hacerle presidente y aprovecha cualquier momento de debilidad para añadir más presión a Sánchez.
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