PP
Martínez Maíllo: «Veo a Rajoy gobernando doce años. Es nuestro valor más importante»
Fernando Martínez Maíllo / Vicesecretario de organización del PP.. A pocas semanas del Congreso, defiende que el partido mantiene sus principios de centroderecha reformista. «Es decisión de Rajoy si Cospedal sigue como secretaria general»
Entrevista a Fernando Martínez Maíllo, vicesecretario de organización del PP. Ante el inminente Congreso que el PP celebrará en febrero, el vicesecretario general reivindica la figura del presidente y asegura que «no será un incordio» tras su renuncia a la Presidencia de Honor porque está «indisolublemente unido» al partido.
–Desde el Gobierno, y dentro de los límites que se derivan del acuerdo con Ciudadanos, ¿qué se puede esperar del Congreso de febrero?
–Para nosotros este Congreso es una oportunidad única. Se celebra en un momento excepcional, con el PP en el Gobierno. Sabemos que hay muchos españoles observándonos. Tal y como está la situación interna de los demás partidos, tenemos la oportunidad de convertirnos en un referente. Somos conscientes de que hay muchos votantes que están esperando que les demos razones para confiar en nosotros; y otros, que dejaron de hacerlo, también. Vamos a actualizar nuestros mensajes para consolidarnos como el partido de la mayoría.
–¿Eso exige alejarse de los posicionamientos programáticos más a la derecha?
–Hay que adaptarse a los cambios que se producen en la sociedad. Un partido que no se mueve, no tiene futuro. Pero nuestros valores y principios no han cambiado. Nuestro espacio es el centro derecha reformista. Ahora bien, estamos avanzando y actualizando nuestro proyecto, por ejemplo en materia de lucha contra la corrupción para profundizar en las medidas de control preventivo.
–¿La agenda que les está imponiendo su necesidad de apoyos es de centro derecha?
–Los pactos de gobierno pueden hacer que parezca que somos algo distinto de lo que realmente somos, pero 137 escaños son los que son y tenemos que buscar acuerdos con los demás, cediendo todos.
–Se refería antes a cómo están actualizando su posición en materia de corrupción. Pero en los nuevos Estatutos, precisamente, su posición sigue siendo la misma, pese al acuerdo con Ciudadanos, es decir, que la imputación no debe obligar a dejar sus responsabilidades.
–Hemos cambiado bastante porque hemos introducido medidas preventivas como las que rigen en el ámbito de la empresa privada. De acuerdo con lo que establece la Ley de Partidos, hemos creado la Oficina del Cargo Popular, que actuará en el ámbito preventivo, incluso con un sistema de alerta temprana. No somos jueces ni policías, pero sí hay un nivel de exigencia que sabemos que se puede mejorar para actuar de manera preventiva.
–En cualquier caso, éste será un Congreso más de ideas que de propuestas, ¿no? La agenda legislativa está condicionada por su situación en minoría.
–Los Estatutos y el programa del PP los hacemos nosotros, no nos los hacen desde fuera. Podemos tener un planteamiento programático y estatutario que vaya más allá del pacto con C’s y, a partir de ahí, podemos negociar lo que haga falta.
–¿Ninguno de los documentos que debatirán incluye guiños a la presión de la oposición para que deroguen algunas de las leyes más polémicas de la primera Legislatura de Rajoy?
–Nosotros defendemos lo que hemos hecho y no estamos en absoluto de acuerdo con la política de derogarlo todo. En las ponencias no aparece la palabra derogar, pero sí hemos dicho que estamos dispuestos a buscar acuerdos para mejorar todo lo que se pueda mejorar. En líneas generales, del Congreso saldrá la defensa de principios como que no hay democracia sin libertad e igualdad. Que los servicios públicos tienen que ser sostenibles y eficientes. Y que tenemos que seguir avanzando en la solidaridad entre ciudadanos, intergeneracional y entre territorios.
–Tampoco incluyen una referencia expresa a impulsar la reforma constitucional, ¿no?
–No estamos en contra de reformar la Constitución, sino abiertos a dialogar siempre que haya un amplio consenso y sepamos qué se quiere reformar y para qué. No hay que tener miedo a la reforma, sino respeto porque debemos ser capaces de conseguir el mismo consenso que generó elactual texto. Algunos quieren utilizar la figura del referéndum no para plantear un sí o un no a la reforma, sino con otros fines distintos.
–¿A qué fines se refiere? ¿Y a quién?
–Hay algunos que tienen entre sus objetivos en política el acabar con el sistema establecido. Si abrimos la reforma de la Constitución sin delimitar el qué y para qué, podemos poner en riesgo la estabilidad alcanzada a lo largo de estos años de democracia y consenso.
–¿Cree que hay margen para alcanzar un acuerdo con la oposición para reformar leyes como la laboral o la de Seguridad Ciudadana?
–Hay recorrido. Ya hemos demostrado que podemos llegar a acuerdos. Si PSOE y Ciudadanos tratan de derogarlo todo, vamos por mal camino. Si plantean un acuerdo para mejorar determinadas leyes, seguro que nos vamos a encontrar.
–¿Por qué han incluido ante el Congreso de febrero un guiño a las primarias después de la guerra que han dado contra ese sistema?
–No es un guiño. Los compromisarios siguen decidiendo, pero los afiliados necesitan más cauces de participación. Por eso hemos apostado por un sistema propio de doble vuelta en el que votan los afiliados y, luego, si se consigue superar un porcentaje de apoyo, deciden los compromisarios. No hemos copiado nada de nadie porque creemos en el modelo representativo.
–¿Y por qué han prescindido, sin embargo, de regular la limitación de mandatos pese a que ya lo habían tratado en otras convenciones y reuniones?. Y hay una demanda en ese sentido.
–Nunca ha figurado en los Estatutos.
–Pero era un debate que dejaron pendiente desde la última Convención que han celebrado. ¿Lo han esquivado, quizás, para evitar dejar a Rajoy bajo la presión de que esté ya certificado el fin de su etapa, como le ocurrió a Aznar?
–No hacemos los Estatutos para una determinada persona o situación. Sobre la limitación de mandatos hay diferentes opiniones acerca de si es mejor ocho o doce años. Pero, en cualquier caso, serán los compromisarios los que decidirán y pueden plantear este debate en el Congreso.
–Llama la atención que pese a que existía esa expectativa, ustedes no la aborden en los Estatutos, y Rajoy tampoco ha dicho nunca que estará sólo ocho años. ¿Le ve estando doce?
–Sí. Ha gobernado con mayoría absoluta, ha ganado las dos últimas elecciones y está gobernando en minoría, pero demostrando que sabe dialogar y buscar acuerdos. ¿Quién prescinde de lo mejor que tiene? Es lógico que el PSOE haya defenestrado a Pedro Sánchez porque se ha demostrado que el «no es no» no gana elecciones, pero Rajoy es nuestro valor más importante. Ahora bien, la decisión es suya.
–En Cataluña, ¿creen que conseguirán convencer a Puigdemont y a Junqueras para que renuncien al referéndum con su oferta de diálogo?
–Nuestra posición es muy razonable. Sobre la unidad de España no se discute, sobre todo lo demás, estamos dispuestos a hablar. Este principio de la defensa de la soberanía nacional es tan esencial que lo vamos a incluir por primera vez en nuestros Estatutos. Junto con la defensa de la igualdad y de la solidaridad. De esta manera, los blindamos con una contundencia muy superior .
–¿Y sobre lo que le preguntaba respecto a si el diálogo acabará con la amenaza del referéndum?
–Nosotros vamos a ser responsables, vamos a tener más presencia en Cataluña y a explicar mejor nuestra posición. Referéndum no va a haber porque es ilegal y no se puede celebrar. A partir de ahí, no sé cuál es el camino que van a elegir Puigdemont y Junqueras. En relación a este problema, es muy importante que las fuerzas constitucionalistas mantengamos una unidad inquebrantable. Y no ayudan actitudes como la del PSOE contra la reforma del TC para dotarlo de instrumentos para hacer cumplir sus sentencias.
–Pero en todo lo demás sí hay una unidad absoluta. ¿Sólo por eso cree que no están siendo leales?
–Es muy importante ir unidos en todo. Su posición en contra de la reforma del TC es un grave error. Que no se haya aplicado nunca hasta ahora no quiere decir que no vaya a ser necesaria. Y prueba de la gravedad del error es la reacción de los partidos independentistas. Que estén celebrando esta posición de los socialistas debería hacer pensar a algunos. Pero no es un asunto cerrado, está en tramitación parlamentaria y puede que cambien de opinión.
–Antes aludió al blindaje de principios como el de la unidad nacional, la solidaridad y la igualdad. Pero precisamente la supuesta dejación de esos principios es lo que les echan en cara colaboradores de Aznar que dicen hablar en su nombre. Plantean que el ex presidente debe ser un nuevo actor político que cohesione al centro derecha sin renunciar a sus principios esenciales. ¿Qué le parece?
–No entro en lo que opinen otros. Sí digo que nosotros tenemos unos principios muy claros y que no hacemos dejación de ninguno.
–¿Le preocupa que Aznar irrumpa con más fuerza en la escena pública?
–Su opinión la va a dar, como ha hecho siempre.
–Con la diferencia de que ahora advierten desde su entorno que tiene manos libres.
–Aznar lleva muchos años siendo un actor político. Nosotros somos herederos de su acción política. Ha sido presidente durante ocho años y nos sentimos legítimamente herederos y orgullosos de su gestión, con sus errores y sus aciertos. Igual que con Rajoy. Ahora bien, el PP está donde siempre ha estado. Y en los nuevos Estatutos va a quedar muy claro.
–¿Le preocupa que se convierta en un incordio?
–No creo que vaya a serlo. Es afiliado del PP y sigue siendo uno de nosotros. Aznar y el PP están indisolublemente unidos.
–¿Le parece justo que se critique al Gobierno de Rajoy por hacer cesiones estando en minoría?
–Todos hemos pactado alguna vez. En eso consiste el pacto. Por ejemplo, algunas de las seis condiciones que marcó Ciudadanos en la negociación del verano no nos gustaban nada, pero las aceptamos porque era más importante la gobernabilidad de España. Era más importante la estabilidad. Hemos tenido que ceder para llegar a acuerdos y vamos a seguir haciéndolo. Como otros en otras épocas.
–Más allá de lo que diga Aznar o los suyos, ¿le preocupa que su electorado no lo entienda?
–La gente entiende nuestra posición, y así lo apuntan las últimas encuestas. La gente es consciente de que hay que pactar, y sabe también que no lo vamos a hacer a costa de ninguno de nuestros principios esenciales. No veo un riesgo en esta situación, sino una oportunidad. Desde el Pacto del Tinell se ha venido etiquetando al PP como el partido que no sabía pactar, que estaba aislado. Bueno, pues aquí estamos, sosteniendo una Legislatura en la negociación, el diálogo y el pacto.
–¿Está siendo responsable la oposición?
–Hay días y días. Sabemos que para nadie es una situación fácil, pero todos tenemos una parte de responsabilidad. Es verdad que tiene más el Gobierno, pero en minoría, la responsabilidad es compartida.
–¿Qué más les piden a PSOE y a Ciudadanos?
–Que dialoguen sin marcar como condición la derogación de todo lo que hemos hecho. Nosotros nos presentamos con nuestro programa, no con el del PSOE o el de Ciudadanos. Y sólo les pedimos diálogo para poder sacar adelante unos Presupuestos, garantizar el futuro de las pensiones o sostener un modelo educativo que perdure en el tiempo al margen de contiendas.
–¿Dónde ve más problemas?
–La negociación de los Presupuestos no está siendo fácil.
–Se refiere al diálogo con Ciudadanos y con el PNV.
–No sólo. También con el PSOE.
–Pero el PSOE ya ha dicho que presentará una enmienda a la totalidad. Como siempre ha hecho el principal partido de la oposición.
–Están cambiando muchas cosas que siempre eran de una determinada manera. Hay muchas posibilidades, pero no renunciamos a contar con el PSOE.
–¿Y la relación con C’s cómo va?
–Bien, gracias.
–Pues hay muchas veces que no lo parece.
–Con Ciudadanos tenemos un acuerdo de investidura, no de gobierno. Si se centran en lo firmado, nuestra intención es cumplirlo. Pero hay que tener en cuenta que sólo con sus escaños no se suma. Necesitamos extender el acuerdo a otras formaciones y tienen que entender que eso exige ciertas renuncias.
–¿Cree que Rivera lo tiene difícil para encontrar un discurso y una posición política más allá del papel de partido bisagra?
–Bastante tenemos con preocuparnos de nosotros mismos como para ocuparnos de Rivera.
–Dan la impresión de que van a ayudarle lo justo.
–Nosotros no estamos para ayudar a ningún partido, sino para ayudar a España. Y por eso estamos buscando acuerdos que permitan que la Legislatura sea larga. Insisto en que queremos cumplir nuestro acuerdo con Ciudadanos, pero hay que incorporar a otros actores. Ellos decidieron no formar parte del Gobierno y firmar sólo un pacto de investidura, que fue muy importante, pero que da de sí lo que da de sí.
– ¿Espera una Legislatura larga?
–Estas predicciones en política fallan tanto como las quinielas y las encuestas. Esa pregunta hay que hacérsela a Ciudadanos y al PSOE porque dependerá de su actitud.
– ¿Entiende que la ministra de Defensa todavía tenga ganas y tiempo para querer seguir siendo secretaria general del PP?
– Es una decisión que tiene que tomar Rajoy. Compatible, lo es. José Blanco fue portavoz del Gobierno y vicesecretario del PSOE.
– No todos los ministerios tienen el mismo peso, ¿no? Defensa es una cartera de Estado.
– Hay precedentes. Pero será Rajoy quien tome la decisión.
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