María Teresa Fernández de la Vega: «La igualdad es esencial para el desarrollo de España y Europa»

De la primera línea política a la del compromiso social. Fernández de la Vega desprende pasión en sus palabras sobre igualdad en la semana del Día de la Mujer. Pese a que reconoce que «no hay un sólo país del mundo que haya alcanzado la equidad plena», su impulso no se detiene: «En cuanto nos dejan, ocupamos ámbitos relevantes»

-¿Se puede romper el techo de cristal?

-Por supuesto que sí. Hay que romperlo para avanzar. Es un momento complicado. Con la igualdad ocurre lo mismo que con la democracia: si no progresa, lo que hay es un retroceso. Organismos internacionales señalan que no hay ni un sólo país en el mundo que haya alcanzado la igualdad plena. Y eso es preocupante.

-¿El mundo actual necesita una dosis de feminismo?

-El feminismo es un movimiento social y político de pensamiento ilustrado y reivindicativo muy importante para hacer frente a las violaciones de derechos humanos que sufren las mujeres en todo el mundo: en su libertad, en la igualdad, en el derecho al trabajo, a la educación...

-En España hemos tenido un terrible comienzo de año en violencia de género, pero las cifras de países como Suecia son también alarmantes. ¿Cómo explicarlo?

-La violencia contra las mujeres proviene del mundo de lo privado, pero sólo se combate desde lo público, con medidas políticas. Cuando se levanta la persiana y se hace la luz, incluso en los países nórdicos, se ve que las mujeres sufren violencia. Es la muestra de que sigue habiendo desigualdad y discriminación, de que la democracia todavía tiene fallos. Esta semana todas las mujeres del mundo han salido a reivindicar derechos, paz, libertad, seguridad, trabajo e igualdad. Hay que aprovechar lo que nos ofrece la globalización y la sociedad de la información. La posibilidad de conocer en tiempo real qué ocurre, como los casos de secuestros de niñas en Nigeria. Si todas las mujeres estamos unidas en la lucha, estoy esperanzada y convencida de que vamos a poder acabar con ella.

-Erradicar la violencia contra la mujer es fundamental para el desarrollo....

-No habrá desarrollo si no se acaba con la violencia y no se mejora en la igualdad, como reflejan los datos de todos los organismos internacionales. La igualdad es esencial para el desarrollo de España y Europa. Hay cifras impresionantes. La ONU señala que cuando las mujeres participan en los procesos de paz, la probabilidad de alcanzar un acuerdo que dure dos años se incrementa en un 20%. Los datos de Mckinsey Global Institute reflejan que si hubiera paridad de sexos en el mundo de los negocios, el PIB de los países podría incrementarse un 26 % en los próximos diez años. Si las madres cursaran secundaria en África, la mortalidad infantil descendería un 50% y se salvarían tres millones de vidas.

-¿Cuál es el principal problema de la mujer española?

-El primero de ellos es la violencia. El Ministerio del Interior cifra en 885 las mujeres que han sido asesinadas en los últimos 15 años. El segundo es la discriminación en el ámbito laboral. Frente a esto, hay que poner un dato positivo de esperanza y es que vemos que las mujeres alcanzan puestos de liderazgo, por ejemplo en el ámbito científico. Hay que feminizar otros espacios ocupados por hombres, como el tecnológico.

-Islandia exigirá pruebas a las empresas para que paguen igual a hombres y a mujeres. ¿Es usted partidaria de medidas para acabar con esta brecha en España?

-Soy partidaria de todas. De la discriminación positiva y de cualquier medida que nos permita avanzar en igualdad en el empleo y en las retribuciones salariales. Harían falta 75 años para alcanzar la equidad salarial. Es intolerable. Estoy a favor de todas las medidas de discriminación positiva que tienen que hacerse desde lo público.

-¿Con políticas públicas?

-Tiene que haber políticas públicas para promover la igualdad. Hay que dar los datos de los déficits que tienen la igualdad y la democracia desde el discurso público. Las deficiencias de nuestro sistema democrático en el ámbito de la equidad tienen que reflejarse en la esfera pública y mediática. Si no se habla de ellas, no se puede avanzar y se produce una decepción democrática y política.

-¿Con graves consecuencias?

- Si desde la política se promueven las condiciones para favorecer la situación de las mujeres, de los niños, para mejorar la educación y combatir la violencia, se recuperaría la confianza en la política. Es esto lo que da lugar al populismo, que sólo se combate desde la política. Cuando se produce una decepción, los ciudadanos buscan caminos que pretendidamente son cortos y que llevan a una situación que empeora las condiciones de vida. Hay déficits democráticos que conducen a los ciudadanos a desconfiar de la política. Son atajos que agravan la situación.

-La Fundación Mujeres por África que usted preside lucha por la igualdad de oportunidades. ¿A qué desafíos se enfrentan allí ?

-Las mujeres de África, como todas las del mundo, luchan por la paz, por la igualdad y por el desarrollo. Y están en todos esos ámbitos tratando de promover su papel en las situaciones de conflicto. Están en el reto del día a día y también luchando por la supervivencia.

-Muchas de ellas vienen a Europa en movimientos migratorios, ¿sufren un plus de vulnerabilidad?

-Siempre, siempre tienen un plus de vulnerabilidad cuando hay movimientos migratorios por un conflicto o por razones económicas. Es algo verdaderamente inhumano.

-Y sobre España...

-un recuerdo: el día que se aprobó la Ley contra la Violencia de Género en el Parlamento por unanimidad. Un día histórico.

-una palabra: igualdad.

-el futuro: África.

-un tópico real: somos solidarios.

-un tópico irreal: las mujeres estamos en la táctica y los hombres en la estrategia. Lo repiten mucho los hombres y no es real.