Partidos Políticos
Más de 130 visitas del Gobierno a Cataluña en un año
Esta comunidad está en los cuatro primeros puestos autonómicos en inversión en carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos. La iniciativa de diálogo que propone Sánchez con insistencia ya se ha concretado en esta Legislatura
Esta comunidad está en los cuatro primeros puestos autonómicos en inversión en carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos. La iniciativa de diálogo que propone Sánchez con insistencia ya se ha concretado en esta Legislatura.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha decidido darle un giro a su estrategia en Cataluña bajo el mantra de abrir una nueva etapa de diálogo con la Generalitat. El nuevo tiempo que pregona ya lo ha intentado poner en marcha en esta Legislatura el Gobierno de Rajoy por distintas vías, con distintos intermediarios, con actos públicos e interlocución más privada, y sin resultados en todos los casos porque como Carles Puigdemont confirmó el pasado viernes, cuando explicó el alcance de la remodelación en su Ejecutivo, sobre lo único que la Generalitat quiere formalmente negociar es sobre el referéndum de autodeterminación.
Ahí está la hemeroteca, y según ha hecho cuentas este periódico, el Gobierno, entendiendo por tal el presidente, la vicepresidenta, ministros y secretarios de Estado, han visitado Cataluña en más de 130 ocasiones desde que Rajoy inició su mandato. Reuniones, actos públicos, inauguraciones... En una nueva política dirigida a potenciar la presencia del Ejecutivo central y del Estado en esa comunidad autónoma. También Sánchez anunció el pasado viernes su intención de reforzar su papel y su presencia en ella, ignorando el hecho de que el Ejecutivo ya ha utilizado la misma estrategia dentro de lo que en esta Legislatura se bautizó como «Operación diálogo», y que ha estado bajo la coordinación principal de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
El líder socialista abogó, asimismo, dentro de su plan para desatascar el problema catalán, por entrevistarse con Puigdemont. Rajoy lo hizo el pasado 11 de enero. Ese mismo mes la vicepresidenta se entrevistó con el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, en Barcelona. El objetivo era abordar el documento de 45 puntos que en su día la Generalitat hizo llegar a Madrid para negociar, pero Junqueras sólo se mostró interesado en hablar de la consulta ilegal.
Además de las visitas, y de la actividad del presidente y de su «número dos», todos los ministerios tienen abiertas vías de interlocución con la Generalitat. La pasada semana se celebró la Junta de Seguridad de Cataluña, que se concretó en la incorporación de los Mossos a diferentes operativos antiterroristas. En este funcionamiento institucional ordinario, como el que existe con las demás comunidades autónomas, siempre y cuando la Generalitat no ha querido escenificar que se levantaba de la silla o la dejaba vacía se han alcanzado acuerdos importantes como, por ejemplo, el dirigido a reforzar la seguridad del aeropuerto de Barcelona.
Y además de la actividad y de las iniciativas de diálogo públicas, el Gobierno ha intentado por distintos canales buscar líneas de contacto con la Generalitat, incluso a través de terceras vías, si no ha sido posible hacerlo directamente. Pero la estrategia de la Generalitat también ha estado sostenida en el objetivo de sobreactuar en la escenificación de que se rompía el diálogo con Madrid en todos los planos para alimentar el discurso victimista y la tensión social. Ahora bien, al mismo tiempo, y debido a la necesidad de la Generalitat de mantener esa cooperación con el Estado, aunque en público la nieguen distintos representantes del Gobierno catalán sí han mantenido su participación en diferentes organismos de coordinación y cooperación entre Gobierno y comunidades autónomas, sean conferencias sectoriales, juntas de coordinación y foros multilaterales como el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), la Conferencia para los Asuntos Relacionados con la Unión Europea o la Conferencia Sectorial de Educación, entre otras. En paralelo, la estrategia ha sido siempre acentuar en su discurso su decisión de no participar en negociaciones multilaterales como la del nuevo modelo de financiación autonómica. Puigdemont optó por boicotear esta negociación, justo otro de los asuntos que el PSOE ha incluido en su propuesta de negociación con la Generalitat dirigida a escenificar su enmienda a la gestión de Mariano Rajoy. Puigdemont también se ausentó de la Conferencia de Presidentes.
En cuanto a inversiones, otro de los capítulos que señala el PSOE, los datos de la Legislatura están ahí. El esfuerzo presupuestario de Fomento para 2017 asciende a 1.305,97 millones de euros, un 162,16 por ciento por encima de la media nacional por comunidad autónoma. Esto supone un incremento del 46,43 por ciento respecto al presupuesto ejecutado de 2016, que ascendió a 891,9 millones.
Por encima de la media
En carreteras, la inversión en Cataluña para este ejercicio es un 22,01 por ciento superior a la prevista en el de 2016 y un 10,05 por ciento superior a la del presupuesto inicial de 2016 (196,05 millones). Cataluña está un 116,3 por ciento por encima de la media nacional por comunidades autónomas en cuanto a inversión en carreteras y se sitúa en el tercer puesto en la comparativa territorial. En ferrocarriles, la inversión en este ejercicio es de 608,9 millones, un aumento del 74,69 por ciento respecto al presupuesto ejecutado de 2016. En este apartado, la Generalitat está un 203,6 por ciento por encima de la media nacional y ocupa el segundo puesto en el ranking de todas las autonomías. En puertos, 210,98 millones previstos para este año, un 229,81 por ciento más que en el presupuesto ejecutado en 2016. Cataluña está un 208,13 por ciento de la media nacional y ocupa el primer puesto en el reparto de inversiones en esta materia.
Y en aeropuertos, asciende a 52,7 millones de euros, un 161,93 por ciento más que en el presupuesto ejecutado en 2016 y un 28,23 por ciento más que en el inicial. En este apartado, Cataluña está un 131,3 por encima de la media nacional y ocupa el cuarto puesto en el ranking general.
Todos estos datos «dejan en evidencia que algunas de las propuestas que ponen encima de la mesa los socialistas ya están o han estado en la agenda», destacan en Moncloa. Y alegan también que la prioridad en estos momentos es poner en valor las instituciones y defenderlas. «Se puede hablar de las instituciones y de cómo mejorarlas, pero ahora la prioridad es otra».
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