Mas pagará hasta 8,3 millones al fisco si acepta la donación de los soberanistas

La colecta de la ANC para la multa del 9-N necesitaría recaudar más de 13 millones de euros.

«Caixa de solidaritat». Esto es lo que se podía leer en las huchas que los voluntarios de la asociación independentista Asamblea Nacional Catalana (ANC) paseaban entre los asistentes a la manifestación de la Diada del pasado lunes, en Barcelona. El objetivo de esta «caja de solidaridad» es sufragar las multas exigidas por el Tribunal de Cuentas al ex presidente de la Generalitat, Artur Mas, y a los otros diez altos cargos del Gobierno catalán promotores de la consulta ilegal del 9 de noviembre de 2014.

Según la Fiscalía, el dinero público destinado al referéndum del 9-N asciende a unos cinco millones de euros. No obstante, será el próximo 25 de septiembre cuando el Tribunal de Cuentas informe a los implicados de la cuantía exacta que deberán abonar. Para evitar que tengan que pagar esta sanción de su propio bolsillo, los independentistas se han lanzado a una colecta que permita hacer frente a, como mínimo, esos cinco millones de euros.

Sin embargo, las cuentas de los independentistas podrían no salir, teniendo en cuenta la elevada cantidad en impuestos que podrían tener que afrontar si optan por hacer una donación a Mas y el resto de altos cargos de la Generalitat. En este caso, según los cálculos efectuados por el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), el Impuesto de Sucesiones y Donaciones podría suponerle a la asociación independentista hasta 8,3 millones de euros, aparte de los cinco millones de euros de la propia multa.

Es decir, la colecta secesionista debería recaudar, en el peor de los casos, 13,3 millones de euros para liberar al ex presidente catalán de la carga del 9-N. Según explicó el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, a LA RAZÓN, esta cantidad sería la que debería abonar Mas en el caso de que afrontase el pago de los cinco millones a título individual. En cualquier caso, el pago iría destinado a la propia Generalitat catalana, pues el Impuesto de Donaciones está cedido al 100% a las comunidades autónomas.

Aunque con carácter general este impuesto es más bajo cuando las donaciones se producen entre personas emparentadas, la donación en este caso se produciría por parte de una «entidad extraña», encareciéndose sustancialmente. Por ejemplo, en el caso de los parientes más cercanos y hasta donaciones de 50.000 euros, el tipo a pagar es del 7%.

Si el pago del coste del 9-N se repartiese entre Mas, Irene Rigau (ex consejera de educación) y Francesc Homs (ex portavoz del Govern), la progresividad del impuesto cambiaría y el coste final sería algo menor, de 7,17 millones de euros en impuestos. Es decir, 2,39 millones para cada uno y una recaudación necesaria en la colecta de 12,17 millones de euros.