El desafío independentista
Moncloa a Sánchez: «Para bailar tango hacen falta dos»
Reitera su oferta al PSOE para mantener una postura común frente al desafío y le recuerda que Puigdemont hace imposible el diálogo
Reitera su oferta al PSOE para mantener una postura común frente al desafío y le recuerda que Puigdemont hace imposible el diálogo
Con muy buenas palabras y sin bajarse de la estrategia de colocar el acento en el acuerdo «en lo sustancial» con el PSOE frente al desafío independentista Moncloa corrigió ayer algunos de los matices del principal partido de la oposición a cómo está gestionando Mariano Rajoy el problema. Después de escuchar la versión que dio la portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Margarita Robles, en Moncloa se encendieron algunas alarmas que no habían saltado durante la reunión de Mariano Rajoy con el secretario general socialista, Pedro Sánchez. Porque ni el tono de Sánchez ni tampoco la advertencia de que pondrá en marcha nuevas iniciativas legislativas, de manera unilateral, si no hay diálogo con la Generalitat de Cataluña habían sonado en Moncloa como luego se escucharon por boca de Margarita Robles, según la versión del Ejecutivo.
Ayer, el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, incidió en la importancia de la vía de contactos abierta con el PSOE, y valoró de nuevo positivamente el encuentro entre Rajoy y Sánchez, con el convencimiento de que seguirán las conversaciones entre los dos. Pero también advirtió al PSOE de que el diálogo en Cataluña no tiene apenas margen en estos momentos por la posición que ha fijado la Generalitat, que ha vetado toda negociación con el Ejecutivo central que no afecte al referéndum de autodeterminación.
El Gobierno también se desmarcó de la decisión del Partido Socialista de anunciar oficialmente por adelantado que no apoyará la aplicación del artículo 155 de la Constitución. No es el camino que quiere seguir Mariano Rajoy, e intentará evitarlo en la medida de lo posible, pero el Ejecutivo cree que es un error anticipar la estrategia de respuesta a las decisiones de los independentistas y, también, rechazar de antemano soluciones constitucionales, como el artículo 155. Rajoy prefiere dejar todo abierto, después de haber estudiado las posibles salidas, hasta ver cómo se concretan los anuncios del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para convocar el referéndum ilegal.
«Para bailar el tango hacen falta dos», sentenció el portavoz del Ejecutivo ante la exigencia del PSOE de que ponga sobre la mesa soluciones políticas para responder al desafío soberanista. «Hay voluntad de diálogo, la hay y la habrá», apostilló, atribuyendo a la Generalitat la responsabilidad de que no sea posible encontrar esas soluciones políticas. «Es muy difícil si se supedita todo a la celebración de un referéndum ilegal», apuntó el ministro portavoz.
Desde el Gobierno insistieron ayer en colocar el acento en que los planes independentistas no respetan los mínimos democráticos ya que plantean que bastaría con que «sólo votase una persona para declarar lo que denominan la República independiente catalana», en alusión a que sólo exigen que haya un voto más a favor que en contra para proclamarla. Moncloa también denuncia que las leyes anunciadas esta semana no tienen las mínimas garantías jurídicas, y no tienen efecto alguno porque son eso, un anuncio, ya que no han sido aprobadas por la Generalitat ni remitidas al Parlamento ni firmadas por nadie. En este último punto está una de las grandes batallas que están librando los de la antigua Convergència (PDeCAT) y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC).
Ahora bien, pese a las discrepancias y el desconcierto por algunas decisiones del PSOE en relación a Cataluña, el Gobierno no rompe el guión de tender la mano al PSOE y mostrar en todo momento un lenguaje conciliador hacia él. En una estrategia que tiene como fin preservar esa imagen de acción concertada, y que si ésta se rompe, llegue a la opinión pública la idea de que ha sido por culpa del principal partido de la oposición.
En ese escenario, en cualquier caso, no están. De hecho, ayer el portavoz aseguró incluso que si en septiembre el PSOE presenta iniciativas en el Congreso, las estudiarán atentamente. Si bien en la entrevista con Rajoy, “no puso ninguna de manifiesto”. Moncloa prefiere quedarse hoy en la idea de que se ha puesto en marcha una vía de comunicación entre el presidente y el jefe de la oposición para consensuar una respuesta conjunta al desafío y pide no adelantarse a los acontecimientos.
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