Podemos acusa a Leopoldo López de «golpista» para justificar a Maduro

Iglesias, Monedero y Garzón excusan que el líder opositor esté encarcelado y lo comparan con Tejero

No por casualidad, el viaje a Venezuela del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha puesto el objetivo sobre las relaciones entre el régimen bolivariano y Podemos a las puertas de la campaña electoral. La reacción del líder morado, Pablo Iglesias, ha consistido no sólo en lanzar el correspondiente puyazo a Rivera –«busca votos», ha dicho– sino fundamentalmente en una furibunda reacción contra el líder opositor Leopoldo López, en un escenario muy distinto para Pablo Iglesias y sus acólitos desde los tiempos en que la fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS) recibía ayuda económica de Venezuela tanto para la formación de cuadros como para la creación de una organización política de inspiración chavista, el germen podemita, nutrido además con el desencanto del 15-M.

Esa financiación ha motivado que precisamente ahora la Comisión de Política Exterior venezolana –en un Parlamento controlado por la oposición al Gobierno de Nicolás Maduro– pida explicaciones y esté dispuesta a enviar en los próximos días una citación al líder de Podemos y a quien fuera su ideólogo, Juan Carlos Monedero, para que comparezcan en la Asamblea Nacional.

La fundación CEPS, que en su momento asesoró a Venezuela sobre cómo satanizar a los líderes de la oposición, sirve de inspiración hoy a Podemos cuando el partido se encuentra embarcado en idéntica misión. Ahora se trata de atacar al opositor encarcelado y justificar a Nicolás Maduro. Pero nada más lejos de la teoría que las palabras que ha empleado Pablo Iglesias para referirse a Leopoldo López: «Si se probara que alguien ha cometido delitos de terrorismo, es sensato que pueda estar en la cárcel, no sé si es el caso». Declaraciones que deben situarse en el contexto de quien mostró su alegría por la excarcelación de Arnaldo Otegi y consideró al ex portavoz de Batasuna –condenado por pertenencia a ETA– como «preso político».

Fue durante una entrevista en RNE en la que Iglesias evitó pronunciarse sobre los motivos por los que fue condenado el líder opositor venezolano, pero sí dijo que hay que «respetar la legalidad de todos los países» y que a él no le gusta que esté en prisión nadie «conocido por defender sus ideas».

En la misma línea, su compañero de coalición, Alberto Garzón, afirmó en La Sexta que Leopoldo López está en la cárcel por «fomentar golpes de Estado» y tachó a toda la oposición venezolana de «poco democrática».

Por su parte, el ex dirigente de Podemos Juan Carlos Monedero también ha sido explícito. Ayer arremetía contra el marido de Lilian Tintori por haber hecho «movimientos contrarios a la ley por una voluntad política, igual que Tejero». Pero nada más confirmarse la condena del opositor venezolano –en septiembre de 2015– aseguraba que éste llamó a la «kale borroka» en Venezuela, sembró el «caos» y le comparó por ello con los terroristas de ETA que no aceptan los resultados electorales, al asegurar que los parlamentos europeos y latinoamericanos están recibiendo a «los familiares de los terroristas» venezolanos con «honores». Palabras que fueron secundadas por Pablo Iglesias, quien tildó a López de «extremista».

Ayer mismo hubo otras declaraciones llamativas por el distinto rasero de que hace gala Podemos. Su eurodiputado Miguel Urban pidió el indulto para el ex edil de Jaén en Común Andrés Bódalo, en prisión desde el 30 de marzo por agredir a un concejal socialista en una protesta en 2012, del que dijo que sigue encarcelado por «una cuestión política».

Y mientras, la oposición de Venezuela espera una respuesta. Iglesias lo ha hecho en otras ocasiones pero no está dispuesto a viajar a Caracas a corto plazo. Esgrime como argumento que «por cinco veces» los tribunales españoles han archivado las denuncias contra Podemos por financiación irregular. Y remata: «Estoy de campaña en mi país. El 26 de junio hay unas elecciones generales y pretendo ganarlas».