Oriol Pujol «blanqueó» dinero en deuda, coches y gastos familiares

El ex secretario general de Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) y ex diputado autonómico de esta formación Oriol Pujol Ferrusola se benefició de los «ingresos irrregulares» percibidos por su mujer, Anna Vidal, tanto de dos empresas de Sergi Alsina, uno de los imputados en la «causa de las ITV», como de una tercera, participada por el citado empresario como por la propia Vidal. Los importes cobrados por las sociedades de la mujer de Oriol Pujol de las mencionadas empresas ascendieron a 569.118 euros, sin que se correspondiese tal cantidad a «ninguna actividad económica real, al no existir ninguna prestación de servicios efectivos». Y pese a que en las dos sociedades de Anna Vidal, en cuyas cuentas se recibieron esos ingresos, no figura ni como socio ni como administrador Oriol Pujol, «éste, finalmente, se beneficiará también de los ingresos irregulares descritos».

A esta conclusión ha llegado la Agencia Tributaria en un informe remitido al Juzgado de Instrucción número 9 de Barcelona, donde tanto el hijo del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol como su esposa están imputados en el procedimiento en el que se investiga un presunto amaño en las concesiones de estaciones de ITV. El informe analiza la posible percepción de ingresos irregulares ajenos a la actividad profesional de la mujer de Oriol Pujol entre 2007 y 2012. Las conclusiones pueden resumirse en tres: «Se constata la existencia, a través del análisis de los movimientos en las cuentas bancarias, de ingresos irregulares procedentes de las sociedades de Sergio Alsina» a las de Anna Vidal; aunque en dos sociedades de la mujer de Oriol Pujol no figure éste como socio ni administrador, «también resultaría ser beneficiado», y, en tercer lugar, «se aprecia otra presunta fuente de ingresos irregulares procedentes de las empresas de Oriol Carbo Serinana –ex gerente de Catalunya Radio y ex gerente de TV3–». Sobre estos últimos aspectos, los agentes especifican que es necesario tener en cuenta «que tanto los ingresos procedentes de las sociedades de Sergi Alsina y de Oriol Carbó son toda la supuesta actividad comercial que habría realizado Ana Vidal Maragall a través de sus empresas Serveis i Participació Nova DSL y Avima Projectes, S.L». Así, en una de las cuentas de Avima Projectes, S.L. donde se recibe un «mayor número de ingresos irregulares» procedentes de dos empresas de Sergi Alsina, Anna Vidal «cobre una nómina por los supuestos trabajos realizados» para la misma empresa; honorarios que, según Hacienda, «sólo pueden ser pagados debido a facturas falsas que gira a Alta Partners y Bersenat», las sociedades de Alsina.

Estas «nóminas», se afirma en el informe de Hacienda, son posteriormente transferidas a una cuenta de la que son titulares tanto Oriol Pujol como su mujer. Esos ingresos, «procedentes en última instancia de facturas falsas, son utilizados en parte para afrontar los gastos comunes familiares, y en parte para invertir ambos en deuda pública».

De esta forma, concluye el informe al respecto, en la mencionada cuenta de la sociedad de Anna Vidal se habría seguido un mecanismo «para blanquear el dinero procedente de los ingresos procedidos a través de facturas falsas de las sociedades Pujol-Vidal» a través de inversión en deuda pública, inversión directa en bienes muebles (como adquisición de vehículos) e inversión del dinero percibido en gastos habituales familiares.

En cuanto a los presuntos ingresos irregulares procedentes de las empresas de Oriol Carbó, una de las sociedades de Anna Vidal ingresó entre los años 2008 y 2009 algo más de 100.000 euros por la realización de informes y asesoramientos más que dudosos. Así, en 2008 ingresó más de 66.000 euros por facturas relativas a «asesoramiento» o «consultas» fiscales y sobre un proyecto inmobiliario. Sin embargo, Hacienda constata que, de acuerdo al precio estipulado, 150 euros la hora, «Ana Vidal debería haber invertido aproximadamente 440 horas en la realización» de esos trabajos, siendo el primero de ellos «de 28 páginas, valorado en 45.216,80, y el segundo, de 18 páginas, valorado en 20.880 euros». Sin embargo, la conclusión es que hay detalles que infieren «el trabajo aportado habría sido realizado bien por otra persona y/o en otra fecha». Por ello, concluye, «se presume que se habría procedido a la entrega de un trabajo obsoleto».