Perfil / Anna Gabriel: La nieta de minero que nunca celebró la Navidad

«La independencia sólo es posible sin CiU», decía el 1 de mayo del pasado año Anna Gabriel en una entrevista en el diario «Diagonal». Este criterio es el que ha impuesto en el complejo y tortuoso camino que ha llevado a la CUP a tomar la decisión final de rechazar a Mas. Es la primera independentista de una familia minera de izquierdas. Su abuelo, militante de la CNT-FAI, que llegó a Sallent –Barcelona- procedente de las minas de Huelva, quemó el dinero que tenía en la plaza del pueblo porque ya no era necesario en el nuevo orden libertario. Cuentan que se abuela le leyó la cartilla cuando volvió a casa. Su madre fue militante del PSUC y luchó activamente contra el franquismo. En su casa, nunca se celebró la Navidad. En este ambiente creció Anna, licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona, dónde es profesora asociada de Historia del Derecho. Es militante de Endavant –el partido más anti Mas– y muy cercana a la Confederación General del Trabajo. Es una activista. Participó en el primer Correllengua y fue fundadora de la Coordinadora de Asociaciones por la Lengua Catalana y ha sido puntal en la lucha contra la multinacional Iberpotash, propietaria de las minas de sal y potasa de la comarca del Bages, por el impacto ambiental de la actividad minera.

Se afilió a la CUP en 2002. Fue concejal de su pueblo entre 2003 y 2011, tanto en el gobierno como en la oposición. Fue la portavoz del Secretariado de la CUP entre 2007 y 2009. Dimitió por las tensiones surgidas en la organización sobre cuál debería ser el papel político de la CUP. Defendió la posición de no presentarse en las elecciones autonómicas de 2010 y de no crear un partido nacional al uso. Fue portavoz de la campaña «Independencia para cambiarlo todo» en 2013. Ayer dio un paso más imponiendo su criterio en la CUP: independencia sí, pero sin Mas.