Política

Elecciones catalanas

Podemos y Colau arropan a Otegi en las instituciones catalanas

Societat Civil inicia una campaña de firmas para impedir su visita mañana a la Cámara catalana

Los dirigentes de la CUP han exhibido su apoyo a Otegi en múltiples ocasiones: acudiendo a manifestaciones en su apoyo, visitándole en la cárcel, recibiéndole cuando salió de ella o llevando su número de prisionero al Parlament.
Los dirigentes de la CUP han exhibido su apoyo a Otegi en múltiples ocasiones: acudiendo a manifestaciones en su apoyo, visitándole en la cárcel, recibiéndole cuando salió de ella o llevando su número de prisionero al Parlament.larazon

Societat Civil inicia una campaña de firmas para impedir su visita mañana a la Cámara catalana

El Parlamento de Cataluña, el equipamiento municipal Fabra i Coats y los estudios de Catalunya Ràdio abrirán mañana sus puertas a Arnaldo Otegi, quien protagonizará una intensa jornada política en Barcelona destinada a causar gran revuelo. El secretario general de Sortu ha contado con el apoyo explícito de la CUP y con la complicidad de Junts pel Sí y de las confluencias de Podemos para llevar a cabo este periplo, el primero que realiza en tierras catalanas desde que salió de la prisión de Logroño.

Su presencia en el Parlament se anunció la pasada semana, cuando la presidenta de la comisión de Exteriores, la convergente Marta Pascal trasladó a todos los grupos un orden del día que incluía la visita de Otegi, invitado por la CUP. De inmediato se levantaron las protestas del PP catalán de Xavier García Albiol, que pidió a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que impidiera el acto. Lo cierto es que las quejas han ido en aumento y ayer fue Societat Civil Catalana quien lanzó una campaña de recogida de firmas para suspender la presencia del abertzale en el Parlament.

«La defensa del terrorismo o de la violencia, su justificación o propagación del odio son incompatibles con la esencia democrática y pacífica de la institución que usted preside y que representa a todos los ciudadanos catalanes, muchos de los cuales perdieron su vida o su integridad física por culpa de la organización a la que pertenecía Otegi, ETA», argumenta Societat Civil.

Nada hace pensar, sin embargo, que la iniciativa de la entidad contraria al independentismo llegue a prosperar. Así las cosas, Otegi iniciará su jornada en los estudios de Catalunya Ràdio y posteriormente se desplazará al Parlament, donde recibirá el caluroso recibimiento de la CUP y en particular de su portavoz en la comisión de Exteriores, Anna Gabriel.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, es uno de los dirigentes que ha criticado con mayor dureza la visita de Otegi al Parlament. «Es una indignidad que la institución que representa al pueblo de Cataluña reciba como a un presunto hombre de paz o a un presunto líder político a quien formaba parte de ETA cuando ETA perpetró terribles atentados», subrayó Fernández Díaz.

A lo largo de su visita al Parlament, el líder abertzale tendrá la oportunidad de entablar contactos con dirigentes de Junts pel Sí y de Catalunya Sí que es Pot, quienes no se oponen a su presencia, a diferencia de PP, PSC y Ciutadans.

Diputados de ERC y de la CUP también le arroparán durante una conferencia que protagonizará por la tarde en la fábrica Fabra i Coats, un equipamiento cuya titularidad es del Ayuntamiento de Barcelona. Su charla «Tiempos de paz, vientos de libertad» ya tiene confirmada la presencia de Joan Tardà (ERC), David Fernández (ex diputado de la CUP), Lluís Llach (Junts pel Sí) y Gabriela Serra (CUP).

Las simpatías de los dirigentes de la CUP forman parte del código genético de la formación anticapitalista, partidaria de potenciar su relación con los abertzales. «En Euskal Herria tenemos que seguir tejiendo complicidades con EH Bildu, siempre centradas en crear poder popular», dice su hoja de ruta. Según los cerebrosde la CUP, «la candidatura de Otegi puede cristalizar en la apertura de un frente mayoritario en Euskal Herria que retroalimente al catalán y que coloque al Estado español en una posición de más blindaje político y de aumento de la represión», dejando entrever una especie de tormenta perfecta para colapsar España. «La cuña vasca y catalana puede gestar un escenario propicio para nuestro objetivo de la independencia y para la satisfacción de los intereses de las clases populares», confían.