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Los Mossos iban a quemar informes del «procés» antes de la intervención
La Policía se personó en la incineradora para evitar que se destruyeran documentos sensibles.
La Policía se personó en la incineradora para evitar que se destruyeran documentos sensibles.
Un primer examen de la información intervenida por la Policía Nacional ayer a los Mossos D’ Esquadra cuando iban a quemarla en una incineradora, acredita que contiene datos sobre el referéndum ilegal del 1-O, las jornadas anteriores y al «proces».
Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, la Policía Nacional tiene montado, desde que se anunció la aplicación del artículo 155 de la Constitución, un dispositivo de vigilancia y prevención ante la posibilidad de que los Mossos D’Esquadra sean intervenidos.
Dentro de los trabajos de ese dispositivo, a los investigadores les llegaron noticias de que se iba a producir la citada quema de informaciones y documentos; y que entre ellos había datos relevantes sobre la referida consulta ilegal y la actuación que tuvieron los agentes del cuerpo policial autonómico, al frente del cual se encuentra aún el major Trapero, investigado por presunta sedición en la Audiencia Nacional.
Por ello, agregan las citadas fuentes, ayer se montó el correspondiente dispositivo que permitió detectar la presencia de vehículos de los Mossos que se dirigía hacia una incineradora con el fin de destruir documentos.
«Comitiva»
La «comitiva» estaba formada por una furgoneta y dos patrullas (¿para qué tantos vehículos si se trataba de una labor rutinaria?) y los agentes de la Policía Nacional comprobaron que se dirigía a la planta de tratamiento y selección de residuos Tersa, en Sant Adrià de Besòs (Barcelona).
Al llegar a la citada industria, los Mossos se encontraron con que les esperaba el dispositivo de la Policía Nacional, formado por una veintena de agentes que les bloquearon el acceso.
Inmediatamente, exigieron a los Mossos, dentro de un ambiente de tensión, que hicieran entrega de toda la documentación que iban a quemar en la incineradora. La respuesta fue una negativa absoluta al requerimiento y pidieron a la Policía Nacional (que puede actuar per se cuando cree que se está cometiendo un presunto delito) que les mostraran una orden judicial.
Los agentes de la Policía Nacional no disponían en ese momento de dicha orden, por lo que se la solicitaron a la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.
Tras más de tres horas de espera de los agentes de ambos cuerpos policiales frente a la incineradora, tiempo necesario para hacer las gestiones en la Audiencia Nacional, la juez acordó autorizar a la Policía Nacional a requisar la documentación y a trasladarla a dependencias policiales.
Los agentes de la Policía Nacional procedieron a descargar las cajas con los documentos que llevaba la furgoneta de los Mossos y las precintaron antes de trasladarlas a dichas dependencias.
Brigada de Información
La operación fue llevada a cabo por la Brigada Provincial de Información, en el marco de las investigaciones sobre el 1-O y ante la posible intervención de los Mossos D’Esquadra por aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Fuentes de los Mossos, que cita la agencia Efe, negaron que los informes que iban a quemar estuvieran vinculados con el referéndum del 1 de octubre y alegaron que es una práctica habitual y ordinaria que se acuda a incineradoras a quemar este tipo de archivos, o que se utilicen trituradoras para destruirlos, ya que la actividad policial genera documentos de contenido sensible que, cuando ya no son necesarios, se destruyen para atender a la protección de datos. Precisaron que los documentos en papel que se llevaban a quemar pertenecen a la Comisaría General de Información y que, en concreto, figuran archivos con datos administrativos de la oficina de apoyo a esta comisaría, relativos a permisos, vacaciones y bajas, así como sobre operativos; y diligencias policiales y documentación diversa.
En un comunicado, los Mossos d’Esquadra aseguraron que toda la documentación oficial que se destruye se guarda en apoyo digital y que, al no disponer de una infraestructura propia en dependencias policiales para destruir la documentación que por motivos de seguridad y espacio no se puede guardar en apoyo de papel, ya hace años que la incineran en Sant Adrià de Besòs. Agregaron que esta destrucción es una práctica habitual y ordinaria que se realiza de forma periódica con la autorización del servicio de Administración y documentación de la Dirección General de Policía.
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