Caso Pujol
Pujol Jr. a su conseguidor: «Tenemos que estar protegidos ante Hacienda»
Un correo localizado por la UDEF muestra la estrategia para esconder las «mordidas»
Un correo localizado por la UDEF muestra la estrategia para esconder las «mordidas»
Jordi Pujol Ferrusola «controlaba» el mercado sudamericano. De hecho, al año de constituir su empresa Project Marketing Cat ya la presentaba como una sociedad con una «amplia experiencia en los ámbitos de consultoría general y de forma especial en los ámbitos sanitarios, así como un profundo conocimiento de los mercados de Sud-América y Centro América y de forma especial en el ámbito territorial de Argentina». En ese caso, su intención era la de «asesorar» a una empresa en el desarrollo de proyectos sanitarios en el mencionado país. Su «experiencia» le valió percibir más de 130.000 euros.
Pero, claro está, como sus conocimientos para asesorar proyectos no se limitaban al país del Río de la Plata, sino, como se encargaba de difundir el ex primogénito, sino a todo el continente. Y aquí es donde la UDEF ha conseguido identificar a uno de sus «hombres» de plena confianza, de sus «intermediarios» para hacer negocios. El informe policial, del pasado día 5 que ha sido aportado al procedimiento donde el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata investiga la fortuna de la familia Pujol, lo deja meridianamente claro: «Quien ejercería las funciones de conseguidor en determinados países –de Sudamérica– sería Ernesto Manuel Dos Santos Bedoya, quien dispondría de los contactos con los gobiernos locales y capacidad de influencia sobre los mismos, trascendiendo lo que popularmente viene a ser considerado como funciones de lobby». De forma concreta, sus «contactos» tendrían una especial trascendencia en Paraguay.
Una vez que se culminaban con éxito las operaciones había que entrar de lleno en el reparto de comisiones. Y en este punto, Jordi Pujol Ferrusola tenía muy claro que debía protegerse ante el fisco español. Y por eso debía de contener los contratos con las suficientes salvaguardas. Así se lo decía de forma taxativa al mencionado Dos Santos en un correo del 10 de enero de 2014: « Todo lo que no he cambiado, que te pido que siga igual, es para que estemos protegidos ante la Hacienda Pública española». Y continuación, viene la justificación para buscar esa protección: «Yo soy residente español por lo que facturo en España y pago mis impuestos aquí. Yo te pagaré a ti y tu pagarás tus impuestos en Paraguay. Si mas adelante cambia las cosas, ya sabes lo que difícil que está, ya cambiaremos los contratos, no habrá problemas, pero por ahora tiene que ser así».
Previamente a ese correo, se había recorrido todo un camino que debía culminar en el la participación de Jordi Pujol en negocios en el mencionado país o en otros de sudamérica. Así, cuando Ernesto Dos Santos tenía conocimiento de que un gobierno va a licitar un proyecto público de gran envergadura, contactaba con «Junior» a los efectos de «ofrecérselos», para que éste, a su vez, acudiese a sociedades que pudiesen estar interesados en esos proyectos de envergadura.
Así, por ejemplo, la UDEF ha localizado correos donde se vendría a verificar esos extremos, tal como sucedió con un proyecto conocido como «Madame Lynch» en Paraguay. En este caso, Dos Santos «presume de tener contacto directo con el ministro de obras de Paraguay, y de poder modificar los pliegos de licitaciones, consiguiendo que no descalifique» a la empresa que propondría Pujol Ferrusola por los índices, «o que se modifiquen estos índices para que no se produzca la descalificación, además de poder alterar otros parámetros como los plazos». Ese proyecto, además, iba con financiación incluida por parte de una determinanda entidad bancaria, la cual estaba dirigió una carta al Gobierno de ese país con su disposición a conceder el crédito necesario para llevar a cabo el proyecto.
Reparto de comisiones
En cuanto al reparto de comisiones, Dos Santos le propuso al primogénito del ex presidente de la Generalitat, el 10 de enero de 2014, la creación de una sociedad en Paraguay, de la que «Junior» sería propietario del 99 por ciento de las acciones, y que esta sociedad fuese la que cobrase a la empresa adjudicataria , para proceder posteriormente al reparto de esas comisiones.
A esa «solución» llegó el «conseguidor» después de que consultara con un hermano abogado experto en comercio internacional, que ejercía en Italia: « En términos impositivos me dice que posiblemente convenga a ti y a mi que las comisiones sean pagadas en Paraguay a una sociedad paraguaya entre tu y yo, tal vez aquella que pretendía abrir ? luego esa sociedad (Tuya en 99 %) sería la que pagase las comisiones, a Marco, al padre y a Ernesto Dos Santos, quienes deberán emitir facturas por sus cobros a esta nueva sociedad paraguaya». Después le informa sobre los aspectos fiscales en el mencionado país: «Las sociedades pagan aquí 10% de impuestos de ganancias y 5% si quisiéramos transferir las ganancias al exterior. No sé si tienes una mejor idea al respecto». Ese mismo día es cuando Jordi Pujol le responde que necesita esta protegido ante la Hacienda Pública española en ese momento y que ya le avisará si cambian las cosas para, en ese momento, modificar los contratos..
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