Gobierno de España
Rajoy aceptará los debates a cuatro en la nueva campaña
Rajoy se muestra «abierto» a participar en todos los debates, lo que incluye también el formato a cuatro que tuvo lugar en la pasada campaña electoral.
Rajoy se muestra «abierto» a participar en todos los debates, lo que incluye también el formato a cuatro que tuvo lugar en la pasada campaña electoral.
Ésta va a ser una campaña distinta en todos los sentidos. Más corta, más austera, pero no menos intensa. La demanda de reducir costes aumenta la presión sobre los partidos para que debatan. Y este jueves hay convocada una reunión de todas las formaciones, promovida por UPN, para intentar pactar cómo ajustar la campaña electoral a una situación excepcional en la que los políticos están obligados a combatir el cansancio de la ciudadanía con el bloqueo político.
En cuanto a los debates, la posición del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha cambiado con respecto a la campaña de diciembre. Según fuentes solventes, el líder popular está trasladando a su equipo que él está dispuesto a aceptar esta vez todo tipo de debates, con lo que no se excluye el del formato a cuatro –con Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias– que tanto dio que hablar en las últimas generales.
La justificación en la anterior campaña para no participar en ese debate, en el que el PP estuvo representado por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, fue que ni Ciudadanos ni Podemos tenían representación parlamentaria. Fue el argumento formal, porque de fondo lo que determinó esta posición fue la decisión estratégica de que Rajoy no se sometiese al «combate» con los otros tres adversarios dentro de la pugna dialéctica que entonces dominaba aquella contienda electoral. Rajoy y su equipo entendieron que no tenían nada que ganar de ese duelo y apostaron por jugárselo todo al «cara a cara» con el líder del PSOE, Pedro Sánchez.
Después de estos cuatro meses de negociaciones, Rajoy se siente más fuerte que ante los comicios del 20-D. Y desde su entorno adelantan que él está receptivo a aceptar todos los debates que se le propongan. El comité de campaña no se ata las manos y precisa que tienen que estudiar las propuestas, pero, a diferencia de los comicios de diciembre, la sensación que dejan es que el presidente en funciones irá a donde le llamen. El tiempo sin acuerdo para investir a un presidente del Gobierno también está sirviendo a los partidos para aprender de sus errores. Para revisar sus estrategias y adaptarlas a las circunstancias. En el caso de Rajoy, en la dirección advierten de que Rajoy «tiene más que ganar que perder» de cualquier duelo con sus adversarios. Ya no temen la comparación entre lo viejo y lo nuevo, «que ha quedado superada por lo que ha ocurrido en estos meses». Ni tampoco temen que intenten llevar toda la discusión al «mantra» de que el PP ha descuidado las políticas sociales o a la corrupción, un problema que sigue castigando la imagen de los populares.
«Ni la situación permite desaires a la demanda de la ciudadanía de que debatamos ni el foco pueden colocarlo hoy en el mismo punto que ante el 20 de diciembre. Hoy Rajoy puede presentarse como la única alternativa seria y sólida a la división de la izquierda o a un Gobierno radical con Ciudadanos como comparsa», sentencia un alto cargo del PP.
Falta por ver cómo se concretan las ofertas de debates, y también la estrategia que intentan imponer las otras partes. A «encerronas» no vamos a ir, pero a debatir, donde digan, puntualizan en Génova. Este discurso prueba que el PP ha revisado su posición de la anterior campaña, y que en ésta no sólo van a ajustar el argumentario o la manera de acercarse a la militancia, sino también puntos centrales de su estrategia de diciembre.
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