Gobierno de España
Rajoy y Rivera se dan tiempo para que madure la abstención del PSOE
Fijarán la fecha de la investidura la semana que viene, después de que la Ejecutiva del PP bendiga el acuerdo el día 17
Rivera se reunirá con Rajoy en cuanto el PP haya votado y así poder fijar fecha de investidura.
Quedan trámites, como el formalismo de que la Ejecutiva del PP bendiga la decisión de Rajoy de aceptar las condiciones fijadas por Rivera, pero ayer el candidato popular y el líder del C’s dejaron muy encaminado su pacto para un «sí» de la formación naranja en la investidura de Rajoy y para avanzar en un acuerdo de gobernabilidad si, finalmente, hay Gobierno. Los dos están incluso en sintonía a la hora de seguir manejando los tiempos con cautela a ver si así, finalmente, «madura» la abstención socialista. Rajoy necesita el pacto con Rivera incluso para acudir al Congreso sin tener garantizada la abstención del PSOE.
El miércoles 17 se celebrará el Comité Ejecutivo del PP que tiene que ratificar el «sí» a las condiciones de Rivera, y a partir de ahí se pondrá fecha a la sesión de investidura, tal y como también ha exigido Ciudadanos. Moncloa y la dirección popular siempre han defendido que debería celebrarse como muy tarde en agosto para que dé tiempo a aprobar en plazo el techo de gasto y los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y remitirlos al Congreso antes del 1 de octubre. La Ejecutiva del PP aprobará sin dificultades la decisión de Rajoy de tirar hacia adelante del lado de Ciudadanos. Son los miembros de la dirección con los que el líder popular se presentó al último Congreso Nacional del PP en su candidatura, y aunque internamente hayan sentado mal las formas de Rivera o cuestionen algunas de sus exigencias, el problema para Rajoy sigue siendo el PSOE y no el debate dentro de su partido. Ni siquiera porque Rivera haya removido el tema sensible de los casos de corrupción que han afectado al PP. En Génova dan por descontado que, con Rivera o sin él, la izquierda intentará utilizar el Parlamento para desgastar a Rajoy en la nueva legislatura con el «caso Bárcenas» o la financiación del partido.
Después de que la Ejecutiva del PP dé luz verde, se creará la mesa de partidos que negociará «las principales reformas que tiene pendiente el país», según informó Rivera tras la reunión de más de hora y media que Rajoy y él mantuvieron el Congreso. Inmediatamente después del próximo miércoles, los dos volverán a hablar para designar equipos negociadores y fijar la fecha de investidura. La satisfacción que los dos evidenciaron confirma que el entendimiento sigue avanzando después de que el líder de la formación naranja rectificara su veto al líder popular. Entre bambalinas, de hecho, el intercambio de papeles y la negociación económica, presupuestaria y sobre los compromisos europeos también ha seguido avanzando. El propio Rivera calificó la reunión de positiva y cordial. Y los dos coincidieron en que habían dado «otro paso» hacia el acuerdo. Algunas de las condiciones de Rivera van en el programa electoral del PP. Otras, como eliminar los aforamientos, requieren de una modificación constitucional, y, por tanto, del acuerdo con otros partidos. Y lo mismo ocurre con la reforma electoral que plantea Rivera. En cuanto a la expulsión del escaño de los imputados por corrupción, la medida señala a algunos miembros de la Ejecutiva afectados por investigaciones judiciales, como a la senadora Rita Barberá, pero esto no será un obstáculo para que de la Ejecutiva del miércoles salga el «sí» al acuerdo. Hasta el miércoles que viene todo queda paralizado, y, de hecho, Rajoy confirmó ayer informalmente que no tiene previsto celebrar más comparecencias públicas y que se tomará el puente del 15 de agosto. No dio detalles sobre si tiene previsto volver a dirigirse al PSOE, aunque en su comparecencia sí insistió en que los socialistas siguen siendo «imprescindibles» para que pueda haber Gobierno. Por ello, el candidato del PP explicó que intentará seguir sumando al PSOE de alguna manera al acuerdo, que dio así por hecho. El líder popular tampoco quiso pronunciarse sobre si ese acuerdo es suficiente como para acudir a una sesión de investidura. Aunque fuentes de Moncloa sí precisan que con ese apoyo el contexto es totalmente distinto, ya que Rajoy no acudiría al Congreso sólo con sus escaños, y esto disminuiría el desgaste sobre su candidatura y elevaría la presión sobre Ferraz. «Rajoy no podía acudir al Congreso a perder la votación sólo con sus escaños; con un acuerdo con Rivera la situación es distinta», precisan. No obstante, Rajoy no aclaró el escenario. Sólo subrayó que la fecha de la investidura se sabrá tras la reunión de la Ejecutiva del PP y no antes. «Haré todo lo que pueda e incluso lo que no pueda para que la investidura sea pronto y se forme Gobierno», defendió. Anticipando su aprobación, y de la dirección del PP, a las condiciones de Rivera, el presidente en funciones calificó el paso dado el martes por Rivera como una decisión «muy importante y en mi opinión una buena decisión para España». «El PP cree que lo importante es que haya un Gobierno ya y hará cuanto esté en su mano para que pueda abrirse esa negociación», concluyó.
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