El presidente acusa a Sánchez de «dar el poder a extremistas»

El presidente del Gobierno ha criticado que el líder de la oposición, “que dijo en todos los foros que no pactaría con fuerzas extremistas”, se haya aliado con estos partidos radicales “saltándose la voluntad de los españoles”.

Dura y bronca sesión de control al Gobierno la que se vivió ayer en el Congreso de los Diputados, que anticipa cuál será el tono de campaña que adoptarán los partidos: el PP exhibirá las flaquezas de la coalición «radical» PSOE-Podemos y los socialistas apelarán al «proyecto agotado» de los populares. Así las cosas, en el primer cara a cara entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez después del 24-M han saltado chispas a consecuencia de la formación de los ayuntamientos. Un proceso caracterizado por el bloqueo del frente de izquierdas a la materialización de ejecutivos del PP, a pesar de ser éstos la fuerza más votada en muchas ciudades. En este sentido, el presidente del Gobierno criticó que el líder de la oposición, «que dijo en todos los foros –a los que ha asistido en los últimos meses– que no pactaría con fuerzas extremistas, radicales y a las órdenes de Venezuela» se haya aliado con estos partidos radicales «saltándose la voluntad democrática los españoles». Una apreciación, que molestó sobremanera a las filas socialistas. Rajoy también responsabilizó a Sánchez de ser el causante del «espectáculo» que se está viviendo en el Ayuntamiento de Madrid, por haber convertido al PSOE en una formación de «izquierda radical, extremista y alejada de toda centralidad». Una puntualización que provocó una ovación unánime por parte de la bancada popular, puesta en pie.

El líder del PSOE, por su parte, afeó al jefe del Ejecutivo que haya gobernado «contra todos los españoles» y consideró que, por ello, «se ha ganado pasar de la mayoría absoluta a la soledad absoluta». Sánchez acusó a Rajoy de «probar el agotamiento de su proyecto político» en la recta final de la legislatura con medidas que son «el colmo del revanchismo», como su «amenaza de modificar de manera unilateral la ley electoral».

El líder del principal partido de la oposición ironizó sobre los cambios que se promoverán próximamente en el Ejecutivo y espetó a Rajoy que los españoles «el único cambio que esperan es el suyo al frente de la Presidencia del Gobierno». Una alusión que el presidente no pasó por alto: «Lo que no esperan es que vuelvan los que dejaron el país al borde de la quiebra y del rescate, con la mayor crisis económica de la democracia».

Las referencias a la alianza de partidos de izquierda también protagonizaron la interpelación del portavoz socialista, Rafael Hernando, a la vicepresidenta del Gobierno. Hernando acusó al Ejecutivo de poner «una pistola en el pecho» a las televisiones que emiten programas de contenido político crítico con el Gobierno, una expresión que Soraya Sáenz de Santamaría reprendió duramente. «Una cosa es que usted pacte con radicales y otra que les copie las expresiones, cada vez se parecen más a aquellos que apoyan en los ayuntamientos», señaló.

Por último, y en línea con Rajoy, la vicepresidenta incidió en el discurso de las recuperación frente a la herencia del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: «Este país lo dejaron en ruina y este Gobierno lo ha sacado adelante; este país se iba a la quiebra y este Gobierno lo ha sacado adelante», concluyó.