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Rajoy apela a la unidad y al Estado de Derecho tras su reunión con Sánchez
Defiende a la Policía y a la Guardia Civil y sostiene que ha hecho lo que debía para preservar la democracia y solicita la comparecencia voluntaria en el Congreso para explicar sus medidas.
Defiende a la Policía y a la Guardia Civil y sostiene que ha hecho lo que debía para preservar la democracia y solicita la comparecencia voluntaria en el Congreso para explicar sus medidas.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha apelado hoy a la unidad de los partidos constitucionalistas y a la defensa del Estado de derecho en la reunión que ha mantenido en el Palacio de la Moncloa con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y que ha durado casi hora y media.
Rajoy ha recibido a Sánchez para intercambiar puntos de vista sobre la respuesta que debe dar el Estado a los próximos pasos de los independentistas catalanes.
Con motivo de ese encuentro, el presidente del Gobierno ha publicado una foto en su cuenta de Twitter junto a un comentario en el que aboga por esa unidad para hacer frente al independentismo, así como por defender de forma conjunta el Estado de derecho.
El jefe del Ejecutivo ha recibido al secretario general del PSOE a las 16:30 horas y la reunión ha durado casi hora y media, justo antes de que Rajoy recibiera al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera.
Con ambos, Rajoy tenía previsto abordar qué ha de hacer el Estado después de que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, haya asegurado hoy que seguirá con sus planes para la declaración unilateral de independencia.
Esta es la primera reunión de Rajoy con otros líderes políticos después de que ayer anunciara su intención de mantener una serie de contactos con los partidos con representación parlamentaria para realizar una reflexión sobre el futuro de España.
Tras su reunión con Sánchez, Rajoy recibirá esta misma tarde al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera.
Ayer, sin esperar a que la Generalitat hiciese su balance final de la jornada de ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, compareció en el Palacio de la Moncloa para valorar el «fracaso» del referéndum ilegal y proclamar el triunfo de la «democracia». Después de escucharle el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, insinuó que se abría el proceso para declarar unilateralmente la independencia.
En una declaración institucional sin preguntas Rajoy reiteró las líneas generales de su mensaje en favor de la legalidad y anunció la apertura de una nueva etapa de diálogo en la que convocará a todas las fuerzas con representación parlamentaria y comparecerá a petición propia en el Congreso para valorar la situación. El jefe del Ejecutivo se anticipó así a los movimientos para aprovechar la crisis catalana para exigirle cuentas por la actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado para impedir el voto, una campaña en la que el PSOE ha decidido competir con Podemos.
Para Rajoy, lo que ayer se vio en Cataluña fue la constatación de la fortaleza de la democracia frente a quienes se han saltado todos los límites y frente a unos comportamientos que repugnan a cualquier demócrata. «Hemos hecho lo que teníamos. Somos el Gobierno de España. Soy el presidente del Gobierno y asumo mi responsabilidad. Hemos cumplido con nuestras obligaciones y hemos actuado con la ley y solo con la ley. Nuestro Estado de Derecho tiene recursos para defenderse de un ataque tan serio como este referéndum ilegal», sentenció.
Rajoy sabe que se le abre un camino minado. Por los siguientes pasos que pueda dar la Generalitat en función del uso que haga del recuento de una votación sin ninguna garantía democrática. Y también por el riesgo de que se fracture la unidad del bloque constitucionalista en un escenario en el que todos los partidos van a empezar a recolocarse con el foco puesto en unas nuevas elecciones catalanas, convocadas incluso mediante la aplicación del artículo 155 de la Constitución si el independentismo opta por la vía de la secesión.
En este contexto, Rajoy se anticipó ayer al ruido de la crítica a su gestión con la convocatoria de los partidos, e incluso hizo el gesto de ofrecer también diálogo a la Generalitat, pero dentro del marco legal y la renuncia, por tanto, a un «camino que no lleva a ningún sitio». Sabía que era un brindis al sol. «No podemos permitir el chantaje de unos pocos a una Nación», señaló, antes de resaltar que si hasta ahora no ha sido posible el diálogo con la Generalitat ha sido por culpa de la otra parte. «Hoy no ha habido un referéndum de independencia en Cataluña y el Estado de Derecho mantiene su fortaleza y vigencia ya que reacciona ante todos los que lo quieren subvertir», sentenció Rajoy.
En Moncloa contaban con que ayer iba a haber tensión en la calle e imágenes de enfrentamientos entre las FSE y los catalanes, que serían munición perfecta para la épica independentista sobre la supuesta represión del Estado a Cataluña. Pero falló la previsión de que se salvaran tantos puntos de votación.
Sin ningún gesto por parte de algún responsable independentista de tender la mano o aceptar el fracaso de la consulta, Rajoy prefirió dejar un mensaje en positivo aunque los augurios de Moncloa pintasen mal. «Mañana debemos restablecer el normal funcionamiento de la normalidad institucional desde la unidad», abogó el jefe del Ejecutivo.
Sin embargo, el presidente también acusó a los líderes independentistas de haber traspasado los límites del más elemental decoro democrático y les advirtió de que pretender que «las arbitrariedades y abusos que han cometido pasen por ejercicios democráticos es una burla a la esencia misma de la democracia». Denunció que ha habido actitudes que «repugnan» a cualquier demócrata como el adoctrinamiento de niños y el acoso a jueces y periodistas. Pero, continuó, «todo lo que ha ocurrido en Cataluña es responsabilidad exclusiva de quienes han promovido la violación de la legalidad y plantearon un referéndum ilegal, improcedente e imposible». Esta mañana hay comité de dirección del PP, que previsiblemente presidirá, como es habitual, Rajoy. Y en él tendrán que valorar el recuento de la Generalitat y la amenaza de secesión. Moncloa sostiene que mantiene el apoyo de la UE, sin fisuras, pese a las maniobras del soberanismo para utilizar las imágenes de ayer para hace propaganda de su causa. Pero la situación les obliga a promover una nueva campaña en las cancillerías.
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