Rajoy tantea a la UE, políticos y empresarios para blindar su respuesta

Insta a Puigdemont a evitar males mayores y garantiza que hará «lo que crea que sea mejor para España y en el momento que me parezca más oportuno».

A través de una entrevista con la agencia Efe el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se defendió ayer de la presión para que adopte ya medidas excepcionales en Cataluña para evitar una declaración unilateral de independencia. El presidente garantizó que al igual que hizo para evitar el rescate de España por parte de la Unión Europea (UE) en la pasada legislatura, ahora también hará lo que crea que debe de hacer, «lo que crea que sea mejor para España y en el momento que me parezca más oportuno».

En Moncloa comparan la situación actual con la que se vivió en la anterior legislatura, cuando la crisis de Estado no era territorial sino económica. Y recuerdan que si entonces Rajoy se hubiera dejado llevar por la urgencia de todos los que le exigían que pidiera el rescate, todavía hoy, y las generaciones futuras, seguirían pagando la factura de esa decisión. Por eso ahora también reclaman tranquilidad y serenidad. A Rajoy siempre le ha gustado esperar a ver cómo se colocan todas las piezas en el tablero antes de hacer él su última jugada, argumentan. Y en esta ocasión en el Gobierno dudan sobre cómo se va a resolver la crisis interna dentro del independentismo, por la división de opiniones sobre el alcance de esa futura declaración unilateral de independencia y por la presión del Estado de Derecho, a través, por ejemplo, del Tribunal Constitucional (TC) y del poder económico. «En aquel momento hice lo que debía de hacer (rechazar el rescate), y ahora, porque es mi obligación y porque para eso soy el presidente del Gobierno de España, haré lo que crea que deba de hacer», insistió ayer el jefe del Ejecutivo en la entrevista en el Palacio de la Moncloa con Efe.

Igual que hizo en la gestión de la recesión, Rajoy garantiza que escuchará a todos, «pero la decisión me corresponde a mí. «Sé que no es fácil, pero también me correspondió en su día tomar otra que tampoco lo era», añadió. Desde su entorno aclaran que el presidente tiene ya sólo una jugada en esta partida, y debe asegurarse al cien por cien que «el tiro es acertado». En ese sentido, y frente a quienes presionan para que aplique ya el artículo 155 de la Constitución, para asumir competencias de la Generalitat, en Moncloa son tajantes: «El 155 es un mito de momento, no es una varita mágica y lo que no se puede es ser ineficaz sobre el terreno. En la Unión Europea habría que explicarlo y se entendería, pero hay que usarlo para que sirva». Los estudios jurídicos sobre cómo desarrollarlo están hechos, y las distintas consecuencias también analizadas, incluso sobre la hipótesis de que hubiera que declarar el estado de alarma. Hasta ahora Rajoy siempre ha sostenido que para la crisis catalana no veía necesario utilizar la Ley de Seguridad Nacional. En su entrevista Rajoy también contestó a la estrategia del independentismo para colocar el foco en la demanda de una mediación internacional para situarse de tú a tú con el Estado español y tapar así el hecho de que la crisis abierta viene de la decisión de la Generalitat de situarse al margen de la legalidad, de desobedecer incluso las nuevas leyes que se han inventado, como la del Referéndum, y exigir la independencia sobre una farsa de consulta. «Éste no es un problema de mediación. La unidad de España no puede ser objeto de ninguna mediación ni de ninguna negociación. El primer diálogo que debe recuperar la Generalitat es con el Parlament y con la sociedad catalana a la que ha dividido». Rajoy añadió que «podríamos dialogar, podríamos hablar, podríamos acordar, en el Parlamento o fuera del Parlamento, aquí de lo que se trata es de volver a la normalidad y volver a una situación de legalidad, y eso sólo lo puede hacer quien ha violado la ley y quien ha establecido una situación de estas características». «El diálogo no puede ser para liquidar la unidad nacional». Desde el pasado domingo mantiene contactos en todos los niveles, políticos, jurídicos y económicos. Hasta con la Iglesia ,como trascendió el miércoles. El Gobierno también está pendiente de cómo evolucionan los procesos judiciales abiertos y, según ayer ratificó el presidente, actuará en consecuencia si hay declaración de independencia. En relación a la estabilidad política, Rajoy niega que la crisis en Cataluña vaya a impedir que se aprueben los Presupuestos de 2018. «No tienen nada que ver». Aunque el PNV está ahora enfrente.