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Rajoy no descarta ir a una investidura
El presidente en funciones se reúne con Rivera y valorará si debe ir al Parlamento si Sánchez fracasa. Presenta su propuesta de acuerdo y destaca el consenso con C´S en flexibilizar el déficit y evitar un referéndum
Rajoy, que esta tarde se reúne con Pedro Sánchez, insiste en dejar las discrepancias de lado, tener suficiente capacidad de diálogo y aprovechar esta “oportunidad histórica” para trabajar juntos. Apuesta por la gran coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos ya que, la otra opción sería un pacto con «quienes amenazan la unidad de España».
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, presentó ayer al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, un documento con una oferta de cinco pactos de Estado. Documento que también remitió al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ante la reunión que hoy celebrarán en el Congreso. En la dirección popular valoran la negociación con Rivera como un paso acertado para recuperar iniciativa política en un contexto en el que el protagonismo lo lleva Sánchez desde que asumió el encargo del Rey Felipe VI de presentarse a la investidura. Es una decisión estratégica, a la que, en cualquier caso, dan un alcance limitado porque Ciudadanos no suma ni con ellos ni con los socialistas si no se articula la gran coalición. Reflejo de que las dos partes creen que lo justo en esta negociación es que la reunión terminó sin que ninguno de los dos pusiera fecha al primer encuentro de los grupos de trabajo que se comprometieron a constituir. Pueden activarse la semana que viene, según avancen las circunstancias.
De hecho, en Moncloa y en Génova quitan también trascendencia al alcance de la negociación entre los socialistas y Rivera. Creen que le sirve al líder de la formación naranja para mantener la puesta en escena de su papel como mediador, pero sin que pueda llevar a nada en lo que afecta al Gobierno. Los de Rajoy están en que Sánchez, aunque intente distraer la atención, sólo tiene la salida del acuerdo con Podemos, y que es la baza que acabará jugando. El escollo principal para que prospere, a su juicio, es el apoyo de los independentistas y la posición en relación al modelo territorial.
Pero Rajoy va a día a día, y de momento el PP afirma que el movimiento de ayer le ha servido para recuperar posición política. Ése era el discurso hasta que la «operación Púnica», en este caso las sombras de corrupción que afectan al PP de Madrid, volvieron a cruzarse por la tarde en la agenda de Génova.
En clave estrictamente política, el escenario es tan cambiante que en el entorno de Rajoy advierten ahora de que no hay que descartar que éste intente la investidura si fracasa Sánchez. Es una decisión que tendrían que adoptar en el momento justo, precisan. Y en esa decisión tendrían que medir hasta dónde llegan, si a tantear formalmente de nuevo a PSOE y Ciudadanos o incluso a ir al Congreso. Pero sí adelantan que el escenario ya no es el mismo y que aún sin tener los apoyos, a Rajoy le podría convenir presentarse a la investidura para reivindicar la gran coalición e incluso tomar posiciones ante una nueva campaña electoral. Esta decisión no afectaría a los plazos para la celebración de las siguientes elecciones. La posición de Ciudadanos también podría influir en la elección de la estrategia, de fracasar Sánchez en conseguir el apoyo del Parlamento.
Ayer Rajoy entregó a Rivera el documento «Cinco acuerdos de consenso», en defensa del crecimiento y el empleo; para la reforma fiscal y la financiación; un pacto social en apoyo de los sectores más vulnerables; en materia de Educación; y por el fortalecimiento institucional, en el que incluye la defensa de la unidad de España y nuevas medidas para luchar contra la corrupción.
La entrevista fue cordial, duró cerca de dos horas y sirvió, según Rajoy, para comprobar las coincidencias que unen a los dos partidos. «Yo no le he pedido apoyo a Rivera porque no me estoy presentando a una sesión de investidura», precisó el líder popular. Sí defendió su propuesta de acuerdo de gobierno, con PSOE y Ciudadanos, y presidido por el PP como partido más votado. Subrayó, asimismo, que la otra alternativa, el acuerdo del PSOE con Podemos y los independentistas, es «lo peor que le puede pasar a los españoles en los próximos años y lo peor para los intereses generales». Su oferta es «una agenda moderada» en la que cree que coinciden la mayoría de los españoles.
El documento esboza en líneas generales las prioridades que deberían, en su opinión, marcar la nueva legislatura. En materia económica, apuesta por el empleo y la estabilidad presupuestaria, pero asume la demanda de Rivera de que se negocie en Bruselas para conseguir una mayor flexibilidad con el déficit. Su propuesta para buscar un acuerdo incluye también la reforma de la financiación autonómica, que asegure un nivel mínimo de servicios en todos los territorios y una cartera común en los servicios fundamentales (sanidad, educación y servicios sociales). Una nueva reforma fiscal, que avance en la definición de un sistema tributario más eficiente. Y el pacto social lo dirige a la necesidad de asegurar unos servicios públicos de más calidad; pensiones sostenibles; y acciones en favor de los ciudadanos en situación de mayor vulnerabilidad.
El pacto de Estado relativo al fortalecimiento institucional propone más controles en la contratación en el sector público; más controles de las subvenciones públicas; la regulación de los lobbies (idea con la que coquetearon en la pasada legislatura sin llegar a materializarla); agilizar más la respuesta penal frente a la corrupción; la adecuación del régimen de aforamientos; la defensa de la soberanía nacional; y un compromiso en defensa del proyecto europeo y de su consolidación.
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