Rufián: «Oriol es nuestro plan B»

Insiste, a las puertas del Supremo, en que su investidura es lógica si Puigdemont no vuelve.

Gabriel Rufián se dio ayer todo un baño mediático a las puertas del Tribunal Supremo con motivo de la comparecencia ante los jueces del líder de su partido, Oriol Junqueras, que defendió ayer su puesta en libertad al tiempo que el joven político catalán defendía en la calle que es «de sentido común» que se lleve a cabo la investidura del inquilino de Estremera si el ex president Puigdemont no regresa de Bélgica. Fue así como lo explicó a los medios de comunicación que cubrían el recurso de Junqueras a las puertas del Supremo: «El “plan A” era restituir el “statu quo” previo al golpe de Estado del club del 155 y el “plan B” es Oriol Junqueras. Conviene recordar que es el vicepresidente y si al final Puigdemont no puede volver, nos parece que lo más parecido a restituir el gobierno legítimo sería hacer al vicepresidente presidente; es puro sentido común». Está por ver si la otra mitad del bloque independentista, la antigua Convergència, comparte el concepto de sentido común que maneja Rufián.

Por lo demás, Rufián explicó que tanto él como los otros miembros de ERC que acudieron al Supremo –entre ellos las también diputadas Ester Capella i Farré y Teresa Jordà– quisieron reprensentar al independentismo catalán y respaldar a su «compañero y amigo» Oriol Junqueras. «Nos parece que el escarnio es continuado y absoluto. Pensamos que lo único que podemos pedir al Estado español que encarcela gente absolutamente inocente y ha hecho que pasen las navidades en la cárcel sin sus hijos por la cara es al menos que los acerquen a sus familias en Cataluña», dijo en referencia a Junqueras, al exconseller Joaquim Forn y a los líderes de ANC y Òmnium Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, todos ellos en prisión por lo sucedido en los últimos tramos del proceso independentista.

También se pronuncio ayer frente al Supremo en términos incendiarios la portavoz de Justicia de ERC, Ester Capella, que ha denunciado que delitos como el de rebelión que se le imputan al líder de ERC no se han producido en tanto no ha habido acciones violentas y que esto es propio de regímenes totalitarios porque se trata del «derecho penal del enemigo».