Elecciones generales
Sánchez desafía a Díaz y mantiene a Madina en el puesto número 7 de Madrid
El líder del PSOE mantendrá al vasco en el 7 de la lista por Madrid, puesto que le dejó sin escaño tras el 20-D. El órdago de Ferraz abre otra batalla con Andalucía, partidaria de que entre en el Congreso. La presidenta andaluza declina concurrir a las primarias pese a las presiones para dar un paso al frente
La guerra por las listas electorales del PSOE se recrudece. Sánchez mantendrá a Madina en el puesto número 7, lo que se interpreta como un pulso a la lideresa andaluza que quería asegurar que Madina obtuviese un escaño. Díaz declinó las peticiones de los barones de presentarse a las primarias
El Comité Federal del PSOE va a ser tranquilo, aunque «la procesión irá por dentro». Las «espantás» de Carme Chacón y de Irene Lozano –la apuesta personal de Pedro Sánchez– ponen en evidencia la debilidad del PSOE ante el nuevo proceso electoral. El máximo órgano entre congresos de los socialistas ratificará un acuerdo para adelantar los plazos de las primarias que deberán elegir al candidato socialista. Sánchez se presentará y no se esperan otras candidaturas solventes. Ni se descarta un espontáneo deseoso de su minuto de gloria. Diferentes delegaciones consultadas por LA RAZÓN no vislumbran ningún movimiento extraño en la reunión de hoy. Un dirigente socialista cercano a Sánchez lo escenifica con estas palabras: «el Comité será reposado. No se espera ningún pellizco de monja –por Susana Díaz–, a los que nos tiene muy acostumbrados». A pesar de estas previsiones, los partidarios de Díaz explican a todo aquél que quiere escuchar que son unánimes las peticiones que recibe la dirigente andaluza para presentarse a estas primarias. No parece probable que sea así. Díaz está esperando su momento, aunque sea llevándole la contraria a su principal valedor: José Luis Rodríguez Zapatero.
La ejecutiva elevará al Comité una propuesta para evitar sobresaltos, de manera que las candidaturas a las generales sean las mismas que las publicadas en el BOE de 24 de noviembre de 2015. En todos los territorios se cumplirá esta premisa. Las federaciones socialistas suscribirán esta propuesta porque los barones ya impusieron sus criterios en la elaboración de las listas del 20 de diciembre. En todos menos Madrid y Barcelona. Los socialistas catalanes aprobaron ayer su calendario de primarias y, de momento, competirán Meritxell Batet, la mano derecha de Sánchez en Madrid, y el ex senador Carles Martí. Batet es la preferida de Sánchez y también del aparato socialista catalán. Ayer se puso el reloj en marcha para la celebración de primarias, aunque no se descartan acuerdos de última hora. También el ex primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha levantado la mano en demanda de un puesto relevante en la lista de Barcelona.
El 20-D, con Sánchez a la cabeza, los socialistas cosecharon un resultado muy negativo quedando como cuarta fuerza en Madrid. Ahora, el secretario general del PSOE tiene la posibilidad de hacer cambios en esta lista, aunque el margen es estrecho. De momento, tiene plazas en los puestos dos y cuatro. El número seis sigue ostentado por la ex comandante Zaida Cantera. Ella ha pedido seguir pero en la sede de la calle Ferraz mantienen un estruendoso silencio. Las listas socialistas están formadas en cremallera, es decir, si el primer puesto está ocupado por un hombre, la número dos será mujer, y viceversa. Por tanto, Sánchez tiene en los puestos femeninos cierto margen de maniobra. En los masculinos, no tanto. Su número tres es Antonio Hernando y el cinco Rafael Simancas, el histórico líder madrileño y fontanero de cabecera de Sánchez. El siete sigue siendo para Eduardo Madina, que el 20-D se quedó fuera del Congreso, tal y como ayer mismo anunció el propio Sánchez.
La batalla entre Ferraz y San Telmo está de nuevo abierta. Díaz dedicó ayer palabras elogiosas para Madina de forma insistente, apuntando que «es un valor en cualquier equipo». Traducido al lenguaje de los socialistas, es «Pedro, hazle un hueco a Eduardo en la lista de Madrid o las vamos a tener». Horas después, llegarían las palabras de Sánchez confirmando que Madina repetirá en el número 7. Los movimientos de ayer de los dos líderes dejan las cartas encima de la mesa y las espadas en alto. Ahora la pelota está en el tejado de Díaz y habrá que ver si desde Andalucía se toma alguna decisión al respecto. Todas las opciones están abiertas, incluida una solución que ya cuenta con otros precedentes en el Partido Socialista. Algunos recuerdan que el propio Rubalcaba antes de presentarse por Madrid optó a diputado por Cádiz y Cantabria, cuando los conflictos internos de la federación lo fagocitaban de la lista. Podría ser ésta una solución en la manga de Díaz para asegurar el escaño de Madina por otra provincia, previsiblemente andaluza. Como ha dicho la propia Díaz: «Yo voy a colaborar para que Eduardo no se quede fuera del Parlamento».
Tampoco se puede descartar que suceda un «gambito de dama», incluyendo a Micaela Navarro, la presidenta del PSOE, en la lista madrileña y dejando Jaén para Madina. Sin embargo, este debate no monopolizará este Comité Federal, aunque el «pellizco de monja» de la líder del sur pueda llegar a ser algo más tras el empeño de Sánchez en negar a Madina una posibilidad de salir en la candidatura madrileña. En Ferraz utilizan un argumento para mantener prietas las filas: «las encuestas nos dan ocho diputados en Madrid». Hasta en cinco ocasiones le preguntaron ayer los periodistas a la presidenta andaluza si Madina, condenado por Sánchez en Madrid a ocupar el séptimo escaño, encontraría acomodo en las candidaturas andaluzas. Insinuó y dejó una puerta abierta. El político vasco tiene esposa sureña y se baña cada verano en las playas meridionales, un vínculo mucho mayor con la tierra que otros ilustres diputados cuneros: su mentor Rubalcaba, sin ir más lejos, fue electo por Cádiz.
Una fuente del partido en Andalucía evita negar esta posibilidad porque, «aunque pueda parecer remota, la presidenta no va a pronunciarse con tanta claridad sobre la necesidad de llevar a Madina en puestos de salida si no creyese que tiene opciones de salirse con la suya. Las listas andaluzas no deberían ser muy distintas a las de diciembre, pero nunca se sabe».
En principio, Díaz no prevé cambios sustanciales en las circunscripciones andaluzas porque «las listas que aprobó el Comité Director del PSOE-A obtuvieron el respaldo mayoritario de los andaluces». Ahora bien, la presidenta andaluza subrayó que el partido hará «un esfuerzo de generosidad buscando el talento», justo el que ella considera que aporta Eduardo Madina, con quien «la dirección federal tiene la voluntad de contar en Madrid». ¿En qué puesto? «Yo no entro en eso, bastante tengo con lo mío y, evidentemente, no me meto en la confección nacional de las candidaturas». Pero sí se mete porque desea «que el PSOE gane las elecciones», ya que «con noventa escaños es imposible formar gobierno». Así se lo dijo a Pedro Sánchez el 21 de diciembre y se lo piensa decir de nuevo en el Comité Federal de hoy.
La lideresa llamó a hacer «autocrítica» a quienes «no han tenido la confianza de los ciudadanos», es decir, a todos los socialistas excepto ella, que ganó en su territorio. Avalada por sus resultados, se siente con derecho a influir en el resto de federaciones, como se infiere cuando afirma que «voy a colaborar para que el PSOE gane las elecciones; no entiendo otra manera de vivir un proceso electoral y, además, gran parte de la fortaleza del partido en España es el empuje de los ciudadanos en Andalucía».
La secretaria de Estudios y Programas del PSOE, Meritxell Batet, optará a ser candidata del PSC a las elecciones generales porque está «convencida» de que podrá «mejorar y mucho» el resultado de los socialistas catalanes del 20-D. Trasladó a la cúpula del PSC su voluntad de presentarse a las primarias, e indicó que «para dar un paso de esta magnitud» se debe tener «voluntad de mejorar, ganar y hacerlo lo mejor posible». «Estoy convencida de que los resultados pueden mejorar y mucho». Agradeció el «aliento» de Miquel Iceta, y de otros dirigentes para tomar la decisión, y la «confianza» del líder del PSOE. Relató que Sánchez le dijo que «respetaba la decisión que podía tomar y que podía hacer un buen papel en Cataluña», además de que le dejó claro que «continuaba contando con ella» si quería seguir como número dos por Madrid. «Pero mi interpretación de sus palabras –dijo– es que me animaba a dar este paso adelante».
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