Sánchez inicia los contactos con Iglesias y Rivera para ser presidente

Sólo un día después de reunirse con Mariano Rajoy en La Moncloa, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se puso ayer en contacto con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y con el líder de Podemos, Pablos Iglesias. El secretario general socialista es consciente de que sus posibilidades de alcanzar la Presidencia del Gobierno, sin ceder ante las pretensiones de partidos nacionalistas y separatistas, pasan obligatoriamente por granjearse el favor de C’s y conseguir que se abstengan en su eventual sesión de investidura. La conversación telefónica, que se produjo por la mañana, llegó después de que Rivera lanzara el guante a los dos grandes partidos de forjar un acuerdo de mínimos a tres para garantizar la gobernabilidad ante lo fragmentado de los resultados electorales. En principio, Sánchez ya declinó el miércoles la posibilidad de barajar esta oferta, porque -en palabras del socialista- «no es tiempo de frentes sino de diálogo».

Durante su conversación, el líder del PSOE informó a Rivera del voto negativo que los socialistas impulsarán contra la investidura de Mariano Rajoy y de cualquier candidato alternativo que presente el PP, argumentando que los ciudadanos han «votado cambio» el pasado 20 de diciembre y que ese cambio pasa por un Gobierno progresista y no por dar continuidad a las políticas del Partido Popular. Ambos líderes intercambiaron también sus pareceres sobre los resultados de las elecciones y lo fragmentado del panorama político actual. En este sentido, Sánchez le transmitió, como hizo con Rajoy, la necesidad de que la pluralidad que han arrojado las urnas tenga su reflejo en la formación de la Mesa del Congreso y, en consecuencia, le anunció la intención del PSOE de presidir este órgano. Una empresa para la que también necesitará contar con el aval de la formación de Rivera.

Ante lo incierto de la aritmética parlamentaria, el líder del PSOE expresó al presidente de Ciudadanos su determinación de agotar todas las posibilidades antes de recurrir a la convocatoria de unas nuevas elecciones, situación en la que Rivera tendrá un papel determinante, pues en su mano está hacer presidente a Sánchez sin que tenga que pagar el peaje de los grupos que defienden la independencia de Cataluña y el derecho de autodeterminación.

Por su parte, el líder de Ciudadanos trasladó a Sánchez la necesidad de poner en marcha la legislatura y garantizar así la estabilidad necesaria para el país. Además, adelantó al líder socialista la postura que ha estado manteniendo desde el pasado 21 de diciembre y es que Ciudadanos nunca apoyará un gobierno que defienda la posible ruptura de España, como propone el líder de Podemos, Pablo Iglesias, con la defensa de un referéndum de autodeterminación que acabaría con la soberanía nacional.