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Sánchez se da un mes para formar gobierno con 90 diputados
El Rey pide a Pedro Sánchez que intente formar Gobierno
Inicia hoy las negociaciones con el resto de fuerzas políticas y pide a Ciudadanos y Podemos que «estén a la altura». Prevé someterse al Pleno de investidura, aunque no tenga los apoyos suficientes: «Yo voy en serio».
«El PSOE y yo mismo vamos a asumir la responsabilidad y vamos a intentar formar gobierno». Con esta declaración de intenciones respondía el líder del PSOE, Pedro Sánchez, al encargo formal del Rey para encarar la investidura. Nada queda ya del respeto a «los tiempos de Rajoy» que el secretario general socialista predicaba hasta la saciedad tras la primera ronda de consultas, porque –en su opinión– el PP «ha renunciado a presentar un proyecto» con su «inédito» gesto de «escapismo político» de declinar la investidura. «El PSOE está dispuesto a sacar a los españoles de la situación de bloqueo en la que les ha sumido el PP», destacó. En este escenario, el líder socialista se ve capacitado y «fuerte» para encarar la articulación de mayorías que le permitan llegar a La Moncloa, y así se lo hizo saber al Monarca.
Con el encargo formal del Rey de formar gobierno, Sánchez iniciará hoy mismo los contactos para conseguir los apoyos necesarios para ser investido. Ayer reconoció que todavía no había emprendido las negociaciones para tal fin, pero comenzará inmediatamente porque «no se puede esperar un minuto más», apremió. En esas conversaciones, el líder socialista no discriminará a ningún partido, se muestra dispuesto a «hablar con todos», incluso con el PP, con quien había descartado cualquier tipo de entendimiento hasta ahora, aunque sigue sin «conjugar» una formación de Gobierno en la que figuren los populares. No obstante, aunque la improbable abstención de Rajoy podría favorecer un Ejecutivo de PSOE y Ciudadanos, el líder socialista sigue lanzando guiños a Iglesias y Rivera, de quienes espera «que estén a la altura». «Los españoles no entenderían que las fuerzas del cambio no nos entendiéramos», destacó con idéntica fórmula a la que ya utilizó tras su primer paso por la Zarzuela, aunque entonces sólo incluyó a «los votantes de Podemos».
Sobre los tiempos de las negociaciones y teniendo en cuenta que éstas serán arduas, si atendemos a las posiciones maximalistas de las que parten todas las formaciones, Sánchez espera contar con al menos el mismo tiempo del que ha dispuesto Mariano Rajoy, esto es, un mes. «Le puedo asegurar que en mi caso la agenda no estará vacía, sino llena de reuniones para alumbrar un Ejecutivo de cambio. El planteamiento es un mes de negociación y yo voy en serio, los españoles se merecen un Gobierno estable», destacó. Además del tiempo que le lleve al PSOE alcanzar un acuerdo, el partido se ha comprometido a elevar el contenido del mismo a los militantes a través de una consulta, lo cual también dilatará los tiempos. Sánchez reconoció que se someterá al Pleno de investidura, para que comiencen a correr los plazos, aunque no haya alcanzado una mayoría de apoyos para ser elegido presidente.
El líder socialista reivindicó que el «cambio» no es patrimonio de ningún partido, sino que pertenece a los españoles que lo votaron. «Hay que dejar de hablar de vetos y empezar a hablar de lo que podemos hacer juntos. Los españoles quieren escuchar lo que podemos hacer unidos», señaló. A priori, las opciones de Sánchez de articular un gobierno con Podemos e IU, auspiciado por la abstención de Ciudadanos, son escasas. Tanto Rivera como Iglesias se profesaron el lunes su «incompatibilidad» mutua y ambos tendrán que acercar posiciones si quieren propiciar el gobierno de cambio. «La pregunta que tienen que responder Iglesias y el resto de formaciones políticas es si respaldan el cambio político que encarna el PSOE o dejan que gobierne el PP», presionó Sánchez.
Sin embargo, no todo fueron gestos de complicidad hacia Podemos, Sánchez criticó «los desplantes y la arrogancia» de los que ha sido objeto por parte de Iglesias y le emplazó a que «poder es querer». «Veremos si Podemos quiere entenderse con el PSOE cuando llegue el momento», destacó. El líder socialista afeó al secretario general de la formación morada que haya «empezado por el último capítulo del manual de la negociación», en relación a la filtración de un esquema de Gobierno por parte de Podemos Zaragoza, en el que ya estarían repartidos todos los sillones de los futuros ministerios. «El objetivo son las políticas. No los sillones, sino las soluciones. Antes que las alianzas van los proyectos, antes que los nombres, los programas», señaló el líder socialista, que orientó como «prioridad» de su Ejecutivo «crear más y mejor empleo».
En clave interna, Sánchez reconoció sentirse «fuerte» para emprender las negociaciones, porque en caso contrario no «habría planteado al Rey dar un paso al frente» y negó, a preguntas de LA RAZÓN, que haya «ocultado» a sus barones la decisión de promover una consulta entre la militancia. Soy el secretario general del PSOE y es mi responsabilidad hacerlo», dijo en relación al referéndum. Sánchez se comprometió de nuevo a no pactar o buscar los apoyos de los independentistas, pero «no porque el Comité Federal se lo impida, sino porque se lo impiden sus convicciones». No obstante, aunque Sánchez no busque estos apoyos ,sí se reunirá con ellos, «aunque sea para decirles en qué no estoy de acuerdo», señaló.
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