Comunidades Autónomas
Sin Teresa Rodríguez ni el resto de mareas, Podemos sólo tendría 34 escaños
Las regiones rebeldes que desafían al líder suman más diputados en el Congreso que el resto.
Las regiones rebeldes que desafían al líder suman más diputados en el Congreso que el resto.
La secesión de los podemitas andaluces quiebra la autoridad de Iglesias en Podemos. Él es importante desde el punto de vista cualitativo, y también cuantitativamente marca un punto de inflexión al desequilibrar definitivamente las fuerzas en el seno de Podemos dejando en minoría al aparato central.
Las tres baronesas de Podemos, Ada Colau, Teresa Rodríguez y Mónica Oltra, controlan 32 de los 71 escaños en el Congreso de los Diputados, que pasan a ser 37 si les sumamos las insumisas mareas gallegas, frente a los 34 que siguen bajo el férreo control de Iglesias.
Las regiones rebeldes que desafían la autoridad del líder supremo –Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana y Galicia– suman más escaños que el resto de Podemos en las otras trece comunidades autónomas. Y las cuatro cuentan con el 52,1% del total del voto de Podemos a nivel nacional. Las regiones confederadas acumularon el 26-J la cantidad de 2,7 millones de votos, frente a 2,4 millones de Podemos en el resto de regiones españolas.
El vuelco comenzó a perfilarse en las elecciones generales celebradas antes del verano, donde Podemos en su conjunto nacional obtuvo el 21,15% del voto válido, pero la suma de esas cuatro regiones que dificilmente pueden considerarse bajo el control de su liderazgo representó el 11,02% de los votos a nivel nacional frente al 10,13% de Podemos el resto de autonomías. Porcentualmente estas cuatro CCAA representaron el 52,1% del total del voto de Podemos, frente al 47,9% del resto de las organizaciones territoriales moradas.
Esta situación contrastaba con la que arrojaron las urnas en las elecciones generales del 20-D, en las que la suma de las cuatro regiones podemitas en rebeldía representaron el 48,5%, frente al 51,5% del resto de votos del Podemos e IU en las demás autonomías.
El retroceso de Unidos Podemos en el periodo que media entre las dos elecciones generales es de 1.052.053 votos, de los cuales 483.053 corresponden a las caídas en las referidas cuatro autonomías y el resto, 569.000 votos, son las pérdidas acumuladas por Unidos Podemos en las demás regiones. Porcentualmente Cataluña retrocedió 0,14 puntos, Galicia bajó 0.19 puntos, mientras que en la Comunidad Valenciana la caída fue de 0,38 puntos y en Andalucía de 0,72 puntos. Sin embargo en el cómputo de las otras trece autonomías españolas Unidos Podemos bajó 4,78 puntos, al pasar del 14.91% de diciembre de 2015 al 10,13% de junio de 2016.
Existe una correlación entre la demanda de autodeterminación de las regiones y el resultado final de Podemos que explica en buena medida la pérdida de más de un millón de votos y 6,21 puntos porcentuales entre ambas convocatorias electorales, un punto en el que los estrategas de la formación morada parecen no haber reflexionado bastante todavía.
En el estudio del CIS número 3.145 de julio de este mismo año y realizado a una amplia muestra de 6.175 españoles, tan solo el 9,2% afirmaba estar de acuerdo con que el Estado reconociese a las comunidades autónomas la posibilidad de convertirse en naciones independientes. Entre los votantes de En Comú Podem el porcentaje subía al 34,4% y en el caso valenciano, el 17,7% de los votantes de Compromís-Podemos también proponían el derecho a la autodeterminación.
Estos porcentajes contrastan enormemente con la opinión de los votantes de Podemos en el resto de España, en donde tan sólo el 12,5% de los que votan a Iglesias llegarían a plantearse la secesión y en el caso andaluz se rebaja al 6,7%, muy por debajo de la media nacional. Lo que explica que en Andalucía se halla producido el mayor retroceso del voto podemita; el derecho a decidir asumido a nivel nacional por Iglesias le ha costado 217.378 votos en Andalucía en tan salo seis meses. Mal negocio la autodeterminación.
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