Elecciones generales
Sólo el 1% de los votantes del PSOE apoya pactar con Podemos e independentistas
Un 36,9 por ciento del electorado se decanta por el entendimiento con Rivera frente al 29 por ciento de Iglesias
Según la encuesta de NC Report para LA RAZÓN, un 36,9% del electorado se decanta por el entendimiento entre Pedro Sánchez y Albert Rivera, frente al 29% que prefiere a Pablo Iglesias.
Semana frenética para el líder del PSOE, Pedro Sánchez, desde que el martes el Rey Felipe VI le realizara el encargo de formar gobierno. El secretario general socialista aceptó la tarea con la convicción de que sumaría los avales suficientes para llegar a La Moncloa, pero finalizada la primera ronda de contactos, con los partidos más proclives a apoyarle, y tras el veto de Podemos a entablar cualquier negociación si esta incluye a Ciudadanos se han reducido sobremanera sus opciones presidenciales. No obstante, la mayoría de sus electores cree que conseguirá formar gobierno y ven en la formación de Albert Rivera el mejor aliado para conseguirlo. Así se deduce de la última encuesta realizada por NC Report para LA RAZÓN entre votantes socialistas, de los cuales un 46,8 por ciento considera que Sánchez logrará con éxito la difícil empresa de articular un Ejecutivo reformista, a pesar de contar con sólo 90 diputados. Le siguen de cerca, con un 41,6 por ciento, quienes se muestran menos optimistas y ven en la endiablada aritmética parlamentaria un escollo insalvable para sumar una mayoría de progreso suficiente. Un 11,6 por ciento no sabe o prefiere no manifestar su opinión al respecto.
El «pacto de perdedores» que se dispone a encabezar el líder socialista se forjará a través de una alianza con un socio preferente y diversos partidos satélites que bien avalarán o deberán abstenerse para que los «síes» superen a los «noes» en una segunda votación de investidura.
Los simpatizantes del PSOE consultados lo tienen claro y si tuvieran que elegir entre Ciudadanos o Podemos, como exige Pablo Iglesias, se decantarían por la formación naranja como aliado principal. Un 36,9 por ciento prefiere el entendimiento con el líder de la formación naranja, por el 29 por ciento que optaría por un gobierno de Podemos e Izquierda Unida.
Fórmulas insuficientes
No obstante, ambas fórmulas son insuficientes y requerirían –en el primer caso– la abstención de Podemos o del PP, una postura rechazada a día de hoy por ambas formaciones o la abstención de Ciudadanos –en el segundo supuesto– que también se antoja imposible. Representan un utópico 12,4 por ciento los votantes que ven posible un pacto que sume a Sánchez, Rivera e Iglesias, mientras que un 9,1 por ciento optaría por la gran coalición de PP-PSOE-Ciudadanos, ambos supuestos también descartados.
Sólo un 1,1 por ciento de los encuestados aprobaría que el PSOE gobernase con el apoyo de Podemos y los independentistas, un hipotético acuerdo que en ningún caso llegaría a producirse, ya que sería vetado por el Comité Federal antes de llegar al pleno de investidura y que tampoco cuenta con el favor de la militancia, encargada de avalar cualquier pacto.
El 87,9 por ciento de los encuestados se muestra en contra de que los partidos soberanistas favorezcan activa o pasivamente la investidura de Sánchez. Sólo un 4,6 por ciento estaría dispuesto a ello, aunque el PSOE ya ha reiterado que «por convicción» no buscará esos apoyos. En este contexto, los votantes socialistas también comparten las líneas rojas marcadas por su secretario general y los barones territoriales para no entablar ningún contacto con quienes defienden el referéndum de Cataluña. Un 60,1 por ciento es contrario a esta consulta, por el 30,1 por ciento que no necesita que se renuncie a ella para negociar. Si Sánchez llegara al poder gracias a los apoyos de Iglesias, los votantes socialistas no verían con buenos ojos un gobierno de coalición. Un 56,4 por ciento de los encuestados no es partidario de dejar entrar en el ejecutivo a Podemos, mientras que un 38,5 por ciento aceptaría la «humillante» oferta de cederle la vicepresidencia y algunos ministerios a la formación morada. Un 5,1 por ciento no sabe o prefiere no manifestar su opinión sobre este asunto.
Renegar
En el escenario actual, en el que el PSOE deberá apoyarse en los partidos emergentes para poder llegar a La Moncloa, los votantes perdonan que durante la campaña, Sánchez negara que se fuera a aliar con ellos. A un 46,6 por ciento de los encuestados les parece «bien o muy bien» que reniegue ahora de su palabra, mientras que a un 43 por ciento le parece «mal o muy mal» que haya faltado a su compromiso de no pactar con Podemos y Ciudadanos. Si a pesar de los esfuerzos, las posiciones de bloqueo del resto de formaciones imposibilitaran la investidura de Sánchez, los votantes del PSOE son partidarios de que su partido también mantenga sus líneas rojas y no facilite un gobierno del PP, como reza la resolución firmada por el Comité Federal el 28 de diciembre.
Un 69 por ciento de los encuestados considera que el PSOE no debería abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy o de otro candidato popular, por el 22,1 por ciento que sí avalaría esta tesis para desbloquear la situación de ingobernabilidad en la que está sumida España.
Los electores socialistas consultados no interiorizan el lugar que les han marcado los españoles en la oposición y consideran que Sánchez debe hacer todo lo posible para gobernar. Un 78,6 por ciento no concibe que el PSOE deba quedarse cuatro años más en la oposición, mientras que un 13 por ciento sí asume que ése es su lugar.
A pesar de haberse granjeado la oposición interna de sus barones territoriales, Pedro Sánchez cuenta con el favor de la militancia. Así se entiende que el 52,5 por ciento de los votantes consultados considere que, aunque no logre formar gobierno, debe mantenerse al frente del partido como secretario general. Por su parte, un 40,4 por ciento cree que el fracaso en la investidura debería llevar aparejada su dimisión y la elección de un nuevo secretario general.
También queda patente el respaldo que las bases otorgan al líder de los socialistas si atendemos a la mayoría –un 55,6 por ciento– que le mantendría como candidato a La Moncloa si la imposibilidad de llegar a acuerdos abocara a una nueva convocatoria electoral. Sólo un 38,1 por ciento coincide con el criterio de las federaciones críticas en que habría que elegir a un nuevo cabeza de cartel socialista. Y precisamente para esquivar el veto a los hipotéticos acuerdos de estos territorios no afines, Sánchez impulsó la consulta de los pactos entre la militancia, una iniciativa que cuenta con un respaldo casi unánime entre los votantes: a un 77,1 por ciento le parece «bien o muy bien» su convocatoria, frente al 16,9 por ciento que se muestra contrario a ella.
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