El desafío independentista
«The Guardian» le compra el discurso victimista a Puigdemont: «Sufrimos un encarcelamiento masivo de independentistas»
El periódico británico publica hoy un artículo del expresidente de la Generalitat de Cataluña
La prensa británica sigue con su errática visión del conflicto catalán comprando los argumentos de aquellos que se han saltado la Constitución española. Tanto es así que incluso periódicos tan prestigiosos como “The Guardian” o “The Independent” le compran el relato al independentismo sin tener en cuenta los argumentos legales y políticos. Hoy es “The Guardian” el que recoge las palabras de Carles Puigdemont en las que acusa a las autoridades españolas de una “brutal ofensiva judicial para provocar el encarcelamiento masivo [de independentistas]” y de una “criminalización” de los miembros de su Gobierno depuesto y dice que tiene miedo de no recibir un trato justo de los tribunales españoles.
Además, le extraña que “hoy, los líderes de este proyecto democrático estén acusados de rebelión y se enfrenten a severas penas recogidas en el código penal español, las mismas que para casos de terrorismo y asesinato: 30 años de prisión”, dice.
Asimismo, Puigdemont habla de que en las elecciones de septiembre de 2015 su partido, Junts pel Sí, hablaba en su programa electoral de que su proyecto tenía como objetivo la independencia. “Ahora, dos años después de aquellas elecciones nosotros somos acusados de sedición, conspiración y rebelión por desarrollar nuestro programa electoral”.
“Éstas son las razones por las que continuamos denunciando al mundo entero las deficiencias democráticas tan evidentes ahora en España”, añade. Asimismo, denuncian las series deficiencias del sistema judicial español. Por supuesto, se refiere a que los partidarios de Franco campan a sus anchas por España “entonando canciones que piden mi encarcelación y ejecución”.
Termina su artículo asegurando que “todo esto puede ser incómodo para quienes han dado su apoyo incondicional al Gobierno de Mariano Rajoy, pero nosotros seguiremos defendiendo nuestros derechos hasta el final, porque estamos jugando con mucho más que nuestro futuro personal: con la propia democracia”.
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