El desafío independentista
«El Kremlin usa el órdago catalán para desestabilizar a España»
Un estudio publicado por un organismo adscrito a Defensa apunta por primera vez a Putin. El Ministerio asegura que no es la postura oficial
Un estudio publicado por un organismo adscrito a Defensa apunta por primera vez a Putin. El Ministerio asegura que no es la postura oficial.
«El Kremlin está aprovechando el órdago catalán para desestabilizar empleando una política destinada a generar confusión desde las redes sociales». Esta es una de las ideas que se desprenden del informe «Análisis de tendencias geopolíticas a escala global», elaborado por el doctor en Ciencias Políticas Josep Baqués. El documento, de 48 páginas, ha sido publicado esta misma semana por el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), el centro de estudios y análisis dependiente del Ministerio de Defensa, quienes, sin embargo, se han desligado del mismo. Y es que, la postura oficial del Gobierno ha sido hasta ahora la de señalar a territorio ruso como origen de la campaña de desinformación, pero nunca directamente al Ejecutivo de Vladimir Putin.
La referencia a nuestro país llega en las últimas páginas del informe, en el epígrafe sobre el «Impacto de las dinámicas geopolíticas en España». En él, el autor apunta que «las ondas expansivas de la geopolítica mundial también alcanzarán a nuestro país en los próximos lustros», poniendo varios ejemplos.
Por un lado, hace referencia a China, potencia que «penetrará en nuestros mercados del modo pacífico y amable», porque «nuestro país agrada especialmente a Pekín como terminal de llegada de sus productos». Y, por otro, se centra en «los intereses de Rusia», asegurando que «no llegan tan lejos, o no al menos de forma directa».
Es en este punto en el que compara la campaña de desinformación para influir en las recientes elecciones de Estados Unidos con lo ocurrido en Cataluña tras el referéndum ilegal del 1 de octubre: «El kremlin está aprovechando el órdago catalán para desestabilizar», asegura, recalcando que el objetivo es «generar confusión desde las redes sociales». Eso sí, a pesar de que deja claro que «Moscú no tiene interés específico en España, ya que queda demasiado lejos de su área de influencia», acusa al Kremlin de «fomentar las desavenencias en Cataluña para de ese modo debilitar a un Estado miembro de la OTAN». Y es que, en la actualidad la Alianza Atlántica mantiene en el flanco este la denominada Presencia Avanzada Reforzada (EFP, por sus siglas en inglés), una fuerza militar compuesta por más de 4.000 efectivos como disuasión ante las provocaciones y amenazas rusas. En esta misión participa España con 321 uniformados y carros de combate desplegados en Letonia.
El análisis considera que esta estrategia rusa puede repetirse en el futuro en otros estados europeos y no descarta que se repita en España, «vinculado al caso catalán o a otros similares». Eso sí, añade que «este tipo de reivindicaciones de corte nacionalista proliferan en su extranjero próximo –de Rusia– y no siempre en la dirección que le conviene a Putin», por lo que aventura que «pueden darse en el seno de la misma Rusia», poniendo como ejemplo la situación en Siberia.
Al respecto de este análisis sobre las injerencias en Cataluña, tanto el IEEE como el Ministerio de Defensa se desligaron inmediatamente de sus conclusiones. A través de Twitter, el Instituto aseguró que «las ideas contenidas en todos los documentos son de responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesariamente el pensamiento del Instituto o del Ministerio de Defensa». Mientras, desde el departamento que dirige María Dolores de Cospedal se confirmó que «no refleja la posición del Ministerio y no puede ser interpretado como una postura oficial».
Pero la referencia a nuestro país no se centra sólo en la crisis catalana y también avisa de que «España tiene planteados viejos retos en Ceuta y Melilla». En concreto, el documento destaca que «la lenta pero progresiva decantación demográfica favorable a la población musulmana puede ser empleada a modo de arma arrojadiza por el Reino de Marruecos». Y apunta que se aprovecharía de ello si «detecta problemas internos y requiere de algún federador externo para unir a su población o para contentar a los más críticos con el gobierno de Rabat».
Según el autor, Melilla es más proclive a padecer este fenómeno, aunque reconoce que en ambas ciudades autónomas «la tendencia es que vaya a más». Añade incluso que «las conexiones con las redes yihadistas» o el hecho de que «Ceuta, Melilla y Cataluña son los focos en los que se constata una mayor radicalización», puede contribuir a que las respectivas tensiones se retroalimenten.
✕
Accede a tu cuenta para comentar