Zarzuela aguarda a que «los políticos muevan ficha»

Felipe VI analizará con Patxi López el lunes la hoja de ruta a seguir: fuentes del entorno aseguran que esperará «a que los políticos muevan ficha».► PP arropa a Rajoy frente a la presión de Rivera ► PSOE: Sánchez, blindado como candidato, pero no como líder ► Podemos: Pacto o elecciones ► Ciudadanos: se abraza al PSOE para negociar con otros partidos

Por segunda vez desde las elecciones, España se encuentra sin gobierno tras «liderar» Pedro Sánchez la primera investidura fallida de la democracia de nuestro país. Y a su máximo representante, es decir, Felipe VI, le corresponde arbitrarla otra vez. ¿Cómo?

Mucho se ha hablado de plazos, posibilidades... Pero poco de la esencia del reinado de este Monarca sin llegar a los dos años en el trono. Aquel día 19 de junio de 2014, ya en la cuarta línea de su discurso Don Felipe manifestó su «respeto» por las dos Cámaras como «depositarias de la soberanía nacional». Y ésa será la esencia que seguirá en estos dos meses desde que el pasado viernes el presidente de la Cámara Baja, Patxi López, le telefoneara para comunicarle el resultado de la segunda votación en la Cámara Baja: según informan fuentes cercanas a Zarzuela, la Casa del Rey «trasladará el foco al Congreso».

Esta afirmación responde a la incógnita planteada respecto al inmediato proceder de Don Felipe: ¿convocará una tercera ronda de consultas para proponer un tercer candidato, o esperará a que alguno de ellos se ofrezca a intentarlo, tras un periodo de reflexión y de entendimiento en el que haya conseguido los apoyos para formar gobierno? Según el artículo 99 de la Constitución, situándonos en la tesitura en la que nos encontramos, «si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista en los apartados anteriores». Es decir, nueva ronda de consultas. Lo que la Carta Magna no contempla es cuándo debe empezar a hacerlo.

El «quid» de la cuestión está en el plazo de los dos meses –que empezó a correr desde la primera votación– que marca la Constitución para que resuelvan antes de que venza el 2 de mayo, ya que en caso contrario el Jefe del Estado disolverá las Cortes y convocará de nuevo elecciones generales.

«En ese tiempo, Don Felipe esperará a que los políticos muevan ficha antes de dar ningún paso», aseguran. De este asunto hablará con Patxi López, con quien ha concertado una audiencia en La Zarzuela el próximo lunes a las 13:00 horas. Esa conversación marcará la hoja de ruta que seguirá el Jefe del Estado.

Lo que el círculo de Zarzuela teme es que, si se convoca una tercera serie de encuentros sin que ningún partido tenga una posibilidad certera de formar gobierno, se transmita una imagen de desgaste institucional después de la investidura fallida de Sánchez. En un área tan hermética informativamente como la Casa del Rey, la estrategia de la Institución se conoce a través de los pasos, por pequeños que sean, y es significativo que ayer se enviase a los medios de comunicación la agenda de la Familia Real, según la cual los Reyes presiden el jueves un concierto «in memoriam» en homenaje a las víctimas del terrorismo.

Lo interesante es que en esta planificación oficial no constan varios viajes que Don Felipe y Doña Letizia tienen «en el aire», y que no están cerrados debido a la incertidumbre política actual. Pero el hecho de estén en marcha indica que las consultas no tendrían carácter inminente.

La perspectiva de que los partidos lleguen a acuerdos no es muy alentadora, con el PP redoblando sus esfuerzos en conseguir su gran coalición con PSOE y Ciudadanos, mientras Sánchez sigue intentando seducir a Iglesias. No obstante, se repita o no la ronda de consultas, el Monarca puede mantener contactos telefónicos, o como dispense con los líderes políticos de los diferentes partidos, sin necesidad de reunirse con todos los representantes y también con personalidades de otras atmósferas.

Igualmente, esta nueva serie de tomas de contacto no tiene por qué tener el mismo formato que las anteriores, en las que se vio durante una semana aproximada con todos los líderes políticos: puede ser mediante vía telefónica con sólo los líderes de los partidos protagonistas, o como considere. Eso sí, siempre dejando claro que son los partidos los que orquestan el concierto, y que el Jefe del Estado, al que se le exige neutralidad política, propondrá, o no, en función del resultado que le presenten de esas negociaciones.