1.300 millones de euros para subir los sueldos

La equiparación salarial empezará en 2018, aunque lo más probable es que se prolongue hasta 2020. Cuando se complete, cada efectivo se beneficiará, de media, de un incremento de 8.552 euros brutos al año.

La Policía Nacional y la Guardia Civil verán a partir de 2018 cómo sus salarios empiezan a subir, reduciendo paulatinamente el abismo que separa los sueldos de los cuerpos policiales del Estado de los de las policías autonómicas, con las nóminas de los Mossos catalanes sobre todo como espejo en el que mirarse. En concreto, se destinará una partida de alrededor de 1.300 millones de euros a este cometido, según informaron ayer fuentes del Gobierno a LA RAZÓN, coincidiendo con la multitudinaria manifestación de Madrid. En esta concentración, miles de policías y guardias civiles reclamaron ante la sede del Ministerio del Interior la equiparación salarial.

No obstante, esta subida se dividirá en varios años casi con total seguridad. Desde el Gobierno consideran que no es factible acometer una subida salarial tan importante de golpe en un sólo año, máxime cuando en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado pactado con Ciudadanos el pasado mes de septiembre la partida para subir el sueldo de policías y guardias civiles era de apenas 80 millones de euros. En cualquier caso, en estos dos meses la situación ha cambiado y la formación de Albert Rivera condiciona ahora su apoyo a las cuentas del año que viene a un verdadero compromiso por parte del Ejecutivo a la equiparación salarial, que se materialice de inmediato en un incremento perceptible en las nóminas.

Teniendo en cuenta que la plantilla del Cuerpo Nacional de Policía es de 64.000 efectivos y la de la Guardia Civil alcanza las 88.000 personas, eso hace un total de 152.000 efectivos policiales que se beneficiarían de la equiparación. De esta forma, la subida media sería de 8.552 euros brutos al año, una vez se complete la equiparación. Suponiendo 14 pagas iguales (algo que no sucede por ejemplo en la Policía Nacional, pues no todos los complementos salariales se incluyen en la «extra»), el incremento final en la nómina sería de 611 euros brutos al mes. Descontados impuestos y cotizaciones sociales, la ganancia neta se situaría en torno a los 450 euros al mes, si bien esté cálculo es muy variable en función de cada categoría. «Evidentemente, no es la misma subida para un comisario que para un agente recién incorporado», apuntan desde los sindicatos policiales.

Aunque el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se ha comprometido a «iniciar el camino de la equiparación salarial en el Presupuesto de 2018», Ciudadanos exige que la subida se haga en un plazo máximo de tres años, frente a los cinco propuestos en un principio por el Ministerio de Hacienda y Función Pública. Desde el Gobierno no se ha concretado todavía el calendario, si bien lo más probable es que se cierre el acuerdo en los tres años que reclama Ciudadanos, algo que más o menos contentaría a todas las partes: la formación «naranja» es consciente de que lograr la equiparación total ya en 2018 es casi imposible; el Gobierno tendría un mayor margen para encontrar acomodo en las cuentas a un gasto consolidado de 1.300 millones de euros; y policías y guardias civiles alcanzarían, eso sí, de forma progresiva en tres años, una reivindicación histórica. Suponiendo que los 1.300 millones de euros de alza salarial se repartiesen en los próximos tres presupuestos, en 2018 sería preciso hacer hueco a un nuevo gasto de 433 millones, algo relativamente sencillo de conseguir.

Lo que aún falta por definir, además del plazo en el que se completará la subida de los sueldos, es el mecanismo elegido para llevarla a cabo. Desde los sindicatos policiales apuntan que el sueldo base de las tablas salariales no se puede tocar, porque entonces la subida beneficiaría a todo el personal de la Administración General del Estado. «No se puede subir la base porque habría que subir el sueldo a 2,5 millones de empleados públicos, en lugar de a 152.000 personas», señalan. Por ello, apuestan por modificar los complementos salariales que policías y guardias civiles perciben en la nómina, para acercar así su salario final al de los Mossos.