Etiopía

Etiopía afronta unas elecciones sin sorpresas y bajo críticas por los Derechos Humanos

Se prevé una victoria arrolladora del partido gobernante sin apenas oposición

Todo parece apuntar que las elecciones generales de este domingo en Etiopía darán una victoria clara al partido gobernante, el Frente Revolucionario Democrático Popular Etíope (FRDPE), que presume de convertir al país en una de las economías más prósperas de Africa, pero que enfrenta incesantes críticas por aplastar a la disidencia. "Nuestro pasado fue desolador pero el país ha revertido su suerte", señaló el profesor Dawit Haileselassie en un mitin del FRDPE durante esta semana en Adis Abeba en el que añadió que votaría a este partido.

Alrededor de 36 millones de personas están llamadas a participar en los comicios, los primeros que celebra el país desde la muerte en 2012 del entonces primer ministro, Meles Zenawi. El partido de Zenawi ha estado en el poder durante casi 25 años y no parece probable que vaya a sufrir una derrota. Los resultados extraoficiales empezarán a publicarse en unos días, aunque el recuento final no será publicado hasta el mes próximo.

En los últimos años, Etiopía ha construido nuevas carreteras, ferrocarriles y presas hidroeléctricas a un ritmo vertiginoso, lo que ha atraído a muchas empresas y firmas internacionales. A este respecto el Banco Mundial estima que la economía etíope crecerá hasta el 10,5 por ciento en un año a partir de julio de 2015.

Sin embargo los economistas han advertido de que las grandes inversiones estatales, que han fomentado este crecimiento, aumentan el riesgo de dejar fuera al sector privado, que es vital para la creación de puestos de trabajo en la nación del Cuerno de Africa. Las telecomunicaciones constituyen un monopolio estatal, mientras que empresas internacionales no pueden invertir en bancos ni en pequeños comercios.

La oposición, por su parte, denuncia que el Gobierno ha mermado las libertades de los ciudadanos y asegura que los sondeos no reflejan del todo la opinión de 96 millones de personas.

"Es un Gobierno que dice este es el único camino y no hay otro", ha denunciado Bekele Gerba, un miembro del grupo de la oposición más importante, Medrek, que estuvo cuatro años en prisión, según él, por "falsas acusaciones".

OPONENTE UNICO

El Gobierno insiste en que garantiza la libertad de expresión y no detiene a nadie en base a sus convicciones políticas. Además, acusa a sus oponentes de estar desorganizados y con falta de políticas populares. En el Parlamento actual, de 547 escaños totales, solamente uno pertenece a alguien de la oposición. Otros 57 partidos participarán en las elecciones pero los expertos no creen que tengan posibilidades de imponerse en los comicios.

"No votaré en esta ocasión", ha señalado Mikael, un taxista que no ha querido proporcionar su apellido por temor a represalias del Gobierno y ha agregado que el FRDPE no "juega limpio". La situación es peor en las áreas rurales, donde muchas personas viven inmersas en la pobreza. "En zonas rurales, la gente no conoce a ningún partido aparte del FDRPE, que pone su logo en limosnas estatales, como semillas y fertilizantes", ha asegurado un analista político que ha preferido permanecer en el anonimato.

Los donantes occidentales también han criticado en reiteradas ocasiones al Gobierno actual por encerrar a blogueros y periodistas, algo que las autoridades se defienden alegando que solo detienen a personas por delitos. La oposición sumó 147 escaños en las elecciones celebradas hace diez años pero la mayoría de ellos rechazaron tomar posesión de los escaños por considerar que los comicios fueron fraudulentos. Muchos de los opositores pasaron dos años encarcelados acusados de incitar a la violencia.