El príncipe “de repuesto” vuelve a hacer de Camilla la gran villana

Desde el primer momento en el que Harry y Meghan decidieron salir de la familia real para comenzar una nueva vida en la soleada California estuvo claro que el divorcio con «La Firma» no había sido amistoso. El príncipe Harry -porque salió de Palacio, pero aún retiene títulos- asegura que, desde entonces, se encuentra en su mejor momento. Pero la verdad es que cuesta creer que haya alcanzado la paz que tanto ansiaba porque si algo define a su esperada biografía es la ira y venganza.

Después de días de filtraciones sobre las revelaciones que hace el príncipe, las librerías abrieron sus puertas la pasada medianoche para lanzar oficialmente la venta del polémico libro, cuya publicación oficial ayer a nivel mundial se vio eclipsada después de que algunas copias aparecieran brevemente la semana pasada en librerías de España.

El libro, traducido a 16 idiomas, es uno de los más pedidos en «una década» en las compras por reserva anticipada, según la conocida librería británica Waterstones. Además de este comercio, tiendas de WH Smith extendieron la noche del lunes el horario de apertura en las principales estaciones de metro y de los aeropuertos londinenses de Heathrow y Gatwick para vender desde la medianoche copias de la biografía. En algunos puntos del Reino Unido se vieron ayer largas colas para hacerse con uno.

El hijo menor de Lady Di destapa todos los secretos de Buckingham y revela los detalles más íntimos de su vida. En sus 410 páginas cuenta cómo perdió la virginidad, cómo se enteró de la muerte de su madre, sus problemas con las drogas e incluso que acudió a la boda de su hermano con Kate con el pene congelado por un viaje previo al Polo Norte.

Pero realmente el morbo está en las cuestiones relacionadas con los miembros de la familia real. Y el príncipe lo sabe. De ahí que, tras un Megxit más que controvertido, se deleite ahora con todo lujo de detalles sobre su relación con Camilla, su padre y su hermano.

A la que es hoy reina consorte la considera una persona «peligrosa»capaz de hacer cualquier cosa por intentar mejorar su imagen pública a costa de empeorar la del resto. Al que hoy es Carlos III lo ve como un padre que, aunque lo intentó, fracasó a la hora de criar a sus dos hijos en solitario tras la muerte de Lady Di. Sin embargo, es William quien quizá salga el más perjudicado. Porque por mucho que se quisiera trasladar durante años el fuerte vínculo que existía entre los dos hermanos, según la versión que ofrece ahora Harry, nunca fue así.

Es más, el duque de Sussex -también mantiene ese título- desgrana incluso la agresión que recibió por parte de William en 2019, meses antes de que anunciara su decisión de renunciar a sus tareas públicas como miembros de la casa de Windsor y mudarse a Norteamérica. «Me agarró por el cuello (de la camisa), arrancándome el collar, y me tiró al suelo. Aterricé sobre el cuenco del perro, que se rompió bajo mi espalda», relata.

Lo cierto es que a lo largo del libro queda claro que nunca superó que durante toda su vida le trataran como «el de repuesto». Y tanto es la marca que le ha dejado que este es el título de su libro en la versión inglesa. En la española se ha traducido como «en la sombra», pero de igual manera viene a representar la tormentosa relación que el príncipe rebelde siempre tuvo con los suyos al sentirse simplemente eso, «un repuesto» en una institución donde los roles vienen determinados desde el momento del nacimiento.

Revuelo político y diplomático

Harry defiende en todo momento que ahora está tratando de tomar el control de la narrativa sobre él y su mujer después de la cobertura negativa de la prensa. Dice que quiere reparar la relación ahora inexistente con su padre y hermano. Pero los rotativos consideran que al decir esto muestra ser un completo hipócrita o simplemente un idiota. Porque se antoja ahora difícil de creer que cualquier conversación con los suyos no vaya a ser luego vendida al mejor postor. Al fin y al cabo, Harry se ha convertido en su propia marca y vive ahora de venderla.

Con todos los peligros que eso entraña. Ya no solo para su popularidad, sino para su seguridad. La revelación de que mató a 25 combatientes talibanes durante su segundo período de servicio militar en Afganistán en 2012 quizá no sea lo más acertado. Las revelaciones, más allá de acaparar la prensa rosa, han generado revuelo político y diplomático.

El que en su día fuera el miembro más querido de Palacio de Buckingham ha caído ahora en desgracia para los británicos convirtiéndose, según el último sondeo de YouGov, en uno de los más impopulares, junto a su tío, el príncipe Andrés, apartado de la vida pública por el escándalo de supuestos abusos de menores. Pero no parece que, de momento, Harry vaya a terminar su particular batalla. Salió de la familia real. Pero sigue viviendo de ella.