La mujer más obesa sufre ahora anorexia tras perder 165 kilos

La triste vida de Malissa Jones, de 21 años, es una auténtica paradoja. Hace años saltó a los periódicos por ser la mujer más obesa del Reino Unido con sus 215 kilos de peso. Los médicos le advirtieron de que necesitaba quitarse al menos, y con urgencia, 120 kilos, ya que su vida corría peligro.

La joven decidió pasar por el quirófano para someterse a una operación de bypass gástrico, lo que la devolvió a las portadas de los medios por ser la persona de menor edad en pasar por un intervención de este tipo. Ahora, su foto vuelve a abrir los informativos de televisión por un motivo que jamás sospechó: sufre anorexia y su vida, una vez más, corre peligro, según ha publicado el Daily Mail.

Hasta llegar aquí, Jones pasó por una época en la que la vida parecía, por fin, sonreírle. Tras la operación logró perder la mitad de su peso, como le habían pedido los médicos, y se quedó embarazada. Pero a los seis meses perdió el bebé por una insuficiencia hepática.

A partir de ahí, Malissa dejó de comer con regularidad hasta quedarse en los 51 kilos y los médicos le diagnosticaron un trastorno de anorexia que, si no se corrige en unos meses, puede acabar con su vida, según advierten los facultativos.

Con razón, meses después de la operación, Malissa confesó amargamente que, aun a riesgo de parecer desagradecida, se arrepentía de haberse operado: "Prefería mi cuerpo cuando estaba gorda".