El PSOE dilapidó más de mil millones en desaladoras que no traen agua a Murcia Murcia

MURCIA- El anterior Gobierno central del Partido Socialista se mostró raudo para eliminar el Plan Hidrológico Nacional (PHN) diseñado por el presidente José María Aznar para lograr el reparto ecuánime de agua a lo largo de todo el territorio español aprovechando que en nuestro país existe cantidad suficiente para colmar todas las necesidades.

La alternativa auspiciada desde las filas del PSOE se plasmó en el Programa Agua ideado por la ministra Cristina Narbona y planteó como panacea el uso del agua desalinizada. Las previsiones que manejaba el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero cuando llegó al poder en 2004 era lograr la llegada de setecientos hectómetros cúbicos de agua de forma anual al Mediterráneo español con la disposición de un ejército de desaladoras desde Gerona hasta Málaga. Sin embargo, el actual ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, cuantificó en poco más de cien hectómetros la cantidad que llega a la zona Sur de España.

Dentro de la Región de Murcia, el presidente Ramón Luis Valcárcel, abominó de la desalación por el alto coste que entrañaba para los agricultores y la escasa calidad que ofrecía para emplear el agua en el regadío de cultivos. Por esto, declaró en la celebración del Foro Mundial del Agua de Marsella que el PSOE convirtió «la solución en un problema». En la misma línea, se manifestó el consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, para quien se debería apostar por una reducción del número de desaladoras dentro de la Región porque el elevado precio que tiene el agua desalada para su uso en la agricultura y el desembolso económico que requiere el mantenimiento técnico de la instalación convierte a las desaladoras en un proyecto que no resulta rentable.

Por su parte, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Ángel Ródenas, anunció que uno de sus primeros propósitos en el rediseño del Plan de Cuenca del Segura será rebajar la cantidad de agua desalada que se contempla en la actualidad porque «el Programa Agua se ha demostrado que ha sido un despropósito absoluto». No en vano, dentro del ámbito del Segura, concretamente en Murcia y Alicante, se proyectó la creación de siete desaladoras para hacer frente a la sequía. El balance del funcionamiento de estas instalaciones arroja un resultado pobre que no ha reportado soluciones.

De esta manera, entre las desaladoras de Alicante I , Alicante II, San Pedro I, San Pedro II, Valdelentisco y Torrevieja se realizó un desembolso de 1.029 millones para que en la actualidad tres de ellas (las dos de Alicante y la segunda de San Pedro) estén paralizadas, dos (Torrevieja y Águilas) todavía se encuentran en construcción y otra esté bajo mínimos como es el caso de la de Valdelentisco.

Por tanto, únicamente una del total, San Pedro I, está funcionando para aportar agua de abastecimiento, concretamente 24 hectómetros cúbicos al año, después de un desembolso de 72 millones de euros. Del conjunto de instalaciones que existen en el entorno del Segura, las dos de San Pedro y Alicante las gestiona la Mancomunidad Canales del Taibilla y las de Valdelentisco, Águilas y Torrevieja Acuamed. Este trío se proyecta para regadío y abastecimiento.

La planta sufragada por el gobierno regional es escasa
En la zona cartagenera de Escombreras se encuentra otra planta desalinizadora que financió el Gobierno regional con una inversión de 106 millones de euros. Su resultado es equiparable al del resto de instalaciones, pues se encuentra bajo mínimos con una capacidad máxima de veinte hectómetros cúbicos al año que puede ser ampliable, una cuestión que no se plantea de momento por parte del Gobierno regional porque, en la actual situación de crisis que asola el país, no se considera oportuno reforzar esta desaladora por el momento encontrándose a la espera de que el Ejecutivo central comience a mostrar los cauces por los que discurrirá el futuro PHN.