Ecuador
20 bandas latinas violentas operan en Madrid
Interior pone en alerta a Policía, padres y profesores del riesgo de captación de nuevos miembros entre los jóvenes. Los aislan de su entorno familiar y escolar. Deben cometer un delito o recibir una paliza para entrar en estas pandillas
MADRID- No hay mejor manera de resolver un delito que prevenirlo y mejor si se hace desde su origen. Por ello, la Delegación del Gobierno en la región ha organizado una serie de charlas-coloquio cuyo objetivo es que los policías nacionales, municipales y la Guardia Civil conozcan al detalle las principales problemáticas a las que se enfrentan los jóvenes: el acoso escolar, los riesgos de internet y las bandas juveniles en el contexto escolar.
Especialmente importante es conocer bien el modus operandi de las 20 bandas latinas que operan en Madrid porque, ya desde comienzos de año, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han detectado que ya han comenzado a captar a madrileños para engrosar sus filas. Debido al éxodo de inmigrantes por la crisis económica, ya no llega «sangre nueva» de Ecuador o República Dominicana –nacionalidad de las bandas más numerosas en la Comunidad– por lo que están empezando a abrirse a estudiantes españoles.
La captación el objetivo prioritario de estos grupos violentos, supone uno de los mayores peligros para los jóvenes madrileños. Según los datos elaborados por los expertos policiales que han instruido a sus compañeros en las charlas-coloquio, las bandas someten a una gran presión psicológica a las personas a las que pretenden captar. También los obligan a superar una serie de «pruebas» que pasan desde estudiar la «literatura» del grupo –sus orígenes y principios–, recibir palizas, pagar dinero por su ingreso o cometer delitos para demostrar su valía. Una vez integrado en la banda, se crea una dependencia para que el nuevo recluta tenga muy difícil salir del grupo. Para ello procuran romper los vínculos familiares, los alejan de los centros escolares y los inician tanto en las drogas como en la delincuencia.
Porque el otro gran peligro de las bandas latinas para los jóvenes es precisamente que son víctimas de sus ataques. En el caso de los hombres, los grupos violentos los agreden para robarles o, simplemente, como demostración de poder. Las chicas también pueden ser víctimas de la captación hasta el punto de que huyan de sus hogares. Igualmente son objeto de agresiones sexuales. Además, los miembros más débiles de la misma banda también son susceptibles de sufrir ataques por parte de sus compañeros como castigo por incumplir las órdenes de los líderes.
Características
En las charlas-coloquio impartidas en la Delegación del Gobierno en Madrid, los agentes han aprendido también que las bandas latinas siguen una estructura piramidal en la que el líder ejerce una disciplina férrea sobre todos sus subordinados y ellos sobre los miembros de menor rango. El líder también se ocupa de organizar los distintos «capítulos», que es como se denominan los subgrupos dentro de la misma banda, y de contactar con los grupos de otros países.
Todas emplean la violencia tanto para defender su territorio, enfrentándose a bandas rivales, como para la comisión de todo tipo de delitos, entre los que se incluyen las lesiones, amenazas y coacciones, tenencia de armas, detención ilegal, tráfico de drogas e, incluso, homicidios. Se mueven en lugares de ocio, especialmente en parques y, para captar nuevos miembros, en los propios centros de enseñanza.
El perfil del miembro de banda latina de origen ecuatoriano es en un 70% de esta nacionalidad y un 30% de otras –en el caso de las dominicanas el 80% es de República Dominicana y el 20% de otros lugares–, tiene entre 14 y 25 años y está en España por reagrupamiento familiar. Tiene relación con bandas en su país de origen y carece de control paterno. Tampoco se ha integrado en el mundo laboral salvo por algunos trabajos esporádicos, por lo que está muy inadaptado a la sociedad española. También se caracteriza por tener actitudes xenófobas.
Los principales grupos violentos de la región son de origen ecuatoriano y dominicano. De los primeros, los más famosos son los Latin King y los Ñetas. Los grupos violentos de origen dominicano más conocidos son los Dominican Don't Play, los Trinitarios y los Forty Two. Todos ellos se caracterizan por una simbología muy concreta tanto en el vestir como en los gestos y los tatuajes. Así, los Latin King lucen una corona y visten de negro, rojo y amarillo u oro; los Ñetas eligen el rojo, el negro y el blanco, y los dominicanos los colores de la bandera de su país: rojo, azul y blanco. Conocer estos rasgos es vital tanto para los policías como para los jóvenes y sus familias, puesto que son signos de alerta ante una posible captación o también para poder identificar al autor de un delito.
Las «otros» riesgos de los adolescentes
Las bandas latinas, sus formas de captación de adolescentes, no es la única «amenaza» a la que están expuestos los adolescentes madrileños. Policías nacionales, municipales y guardias civiles se forman estos días dentro del Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad Escolar de otros muchos peligros presentes en el ámbito escolar; un Plan Director que se imparte desde la Delegación del Gobierno para formar a los agentes en la prevención de la delincuencia en los adolescentes. El acoso escolar, los riegos asociados a Internet o violencia de género, son algunos de los puntos que les servirán a estos agentes para posteriormente impartir clases sobre estos temas en los colegios madrileños y evitar así la delincuencia en los centros escolares. Y es que «a veces los menores son objeto de delitos que ni siquiera identifican como tales y los agentes que les imparten las charlas les enseñan a enfrentarse a estas situaciones y a saber reconocerlas», explicó ayer la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes. Según la Memoria de la Fiscalía, los delitos de violencia de género en adolescentes han aumentado un 29%; un 10% los de la violencia en el ámbito familiar, y se ha incrementado el acoso a menores a través de internet y redes sociales. Por este motivo, el Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad Escolar tiene como objetivo concienciar a los jóvenes de la necesidad de erradicar las conductas violentas del ámbito escolar y prevenir a los escolares de éstas. Así, ayer, los agentes abordaron temas como, la problemática del acoso escolar, conocido como «bullying», sus causas, sus consecuencias, y las posibilidades que tiene a su alcance la víctima para hacer frente a esta situación. También se analizaron los riesgos asociados a internet, los nuevos delitos y amenazas vinculados a las tecnologías de la comunicación, los rasgos de la adicción, los contenidos inapropiados, la perspectiva del menor como autor y como víctima, facilitándose además consejos para evitar riesgos y contactos para solventar problemas. No encender la «web cam» sin el permiso de los padres, rechazar y sospechar de cualquiera que pida al menor que le mande fotos o evitar y alertar las conversaciones sobre sexo son algunos de los consejos.
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