Premios Goya
CRÍTICA DE CINE / Tediosa poética de la miseria
Director: Alejandro González Iñárritu. Guión: A. G. Iñárritu, A. Bo y N. Giacobone. Intérpretes: Javier Bardem, Maricel Álvarez, Eduard Ferández. Duración: 147 min. España/México, 10. Drama.
¿Puede el trabajo de un actor salvar una película? La respuesta está en el Bardem de «Biutiful». Su interpretación entra en contradicción con el tono grandilocuente del filme, con ese arte «elefante blanco» que Iñárritu se obceca en convertir en marca de fábrica. El Uxbal de Bardem es una porción de «arte termita» en la poética del miserabilismo que el director borda plano a plano. Cuando Uxbal le arrebata a una enfermera una jeringa para tomarse a sí mismo una muestra de sangre, cuando se pasea con sus pantalones de chándal con el gesto en los hombros de un Atlas que soporta el mundo a duras penas, cuando presta 20, 50 euros a una ex con trastorno bipolar, cuando vislumbra por el rabillo del ojo fantasmas pegados al techo, Bardem está diciendo toda la verdad sobre un personaje que el mexicano ha creado para machacar la fibra sensible del público. Entre la hermosa honestidad de Bardem y la manipuladora condescendencia de Iñárritu se abre el vacío en el que «Biutiful» intenta existir sin demasiado éxito. En ese vacío también intenta respirar el Raval de Barcelona, que retrata como si fuera la cloaca del mundo. Es, dice, una metáfora de los suburbios de las metrópolis de Occidente. Es, decimos, un retrato sesgado por exigencias del guión, que obvia el bullicio creativo de uno de los barrios más auténticos de la ciudad. Para Iñárritu, autenticidad es sinónimo de fatalidad, desgracia y conmiseración. No hay grises, sólo blancos y negros. El catálogo de denuncias tiene el tamaño de una guía telefónica: contra la explotación de los inmigrantes, contra la corrupción de la policía, contra la vida que nos ha hecho tan injustos e inhumanos. Se viste con el atuendo del defensor del pueblo, inventa una tabla de salvación, un mártir que se comunica con los muertos porque los vivos están o muy locos o demasiado solos. Y éste es Uxbal, y rescata los restos del naufragio. Difícil pensar en «Biutiful» sin la luz de Bardem.
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