Escultura
Una obra en busca de empatía
Siete artistas analizan con la fotografía, el videoarte o la pintura la relación entre el espectador y sus obras, creadas para reclamar la interacción con el visitantePARA NO PERDERSE«Una obra en busca de empatía» Dónde: Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid. Avenida de América, 13. Cuándo: del 10 de mayo al 30 de junio. De lunes a sábado, de 11:00 a 14:00 horas y de 18:00 a 21:00 horas.Precio: entrada libre
Podría ser un anuncio de la sección de clasificados: «Obra busca empatía» en la Sala Arte Joven de la Comunidad de Madrid. Una exposición comisariada por Emma Brasó, como ganadora del concurso «Se busca comisario». Y es que todos buscamos algo, empatía, comisario o las llaves de casa. En la muestra siete artistas, a través de la fotografía, la instalación, el videoarte, la pintura o la ilustración, analizan la relación que se establece entre el espectador y sus obras, decididas a reclamar la empatía de quien las observa. Sus trabajos toman vida como jóvenes que abandonan el hogar de sus creadores para vivir su propia experiencia y comunicarse directamente con el espectador.
La obra deja la platónica caverna para participar tanto del mundo sensible como del inteligible, algo que sólo puede hacer intercambiando su contenido con el aliento de vida que le aporta el observador. Esto es lo que entendemos como inteligencia interpersonal, según Howard Garder, la capacidad cognitiva de percibir en un contexto común lo que otro individuo o en este caso, obra, esperando vida, puede sentir. La teoría de la recepción empática del arte, vinculada al psicoanálisis, hace de vínculo entre el público y la obra, haciendo que el visitante participe activamente de la realidad de la creación. Tanto Los Innombrables, personajes que aparecen en la obra fotográfica de Francesco Bartoli, como la obra de Almudena Lobera, buscan a alguien que les dé sentido, encontrando su identidad en la mirada del espectador. ¿Cuántos seres humanos caminan buscando en otra mirada su propio reflejo? La apariencia es un error del entendimiento, por ello el fin de esta exposición es acumular las proyecciones de cada espectador. Los muñecos de cerámica y tierra de Blanca Nieto se hacen humanos ante el sentimiento del observador; Gema Ruperez juega con la palabra en sus títulos para que esto suceda; con Aída Bañuelos mesas y butacas heredan la humanidad de quién los utiliza, una idea que representa Maite Camacho en su video-arte a través de sillas capaces de evocar volúmenes humanos. En los dibujos migratorios de Felipe Barragán, la figura humana resuena a través de carros y remolques. Decía Jung que el que mira afuera sueña y el que ve en su interior despierta, esta exposición ávida de nuestra mirada y reflejo aporta al visitante más de lo que recibe, ahí la tema Dorian Gray.
✕
Accede a tu cuenta para comentar