Sevilla

Manuel García Quilón: «Veo futbolistas no partidos»

«Sin pasión es difícil llegar; la pasión es lo que convierte en excepcionales a jugadores como Messi y Cristiano»

Manuel García Quilón: «Veo futbolistas, no partidos»
Manuel García Quilón: «Veo futbolistas, no partidos»larazon

Madrid- García Quilón, Manuel, representante de futbolistas, posiblemente el agente FIFA más reputado de España. Conserva un deje manchego cuando habla y aporta más titulares fuera de la entrevista que dentro de ella. Pies de plomo; es abogado, ha sido secretario de ayuntamiento hasta hace unos años y su instinto protector le impide decir lo que piensa por si se molesta la clientela.

–Es curioso, representa a cuatro entrenadores, Benítez, Manzano, Quique Sánchez Flores y Mandía, y los tres primeros han sido relacionados con el Atlético.
–Benítez ni siquiera escuchó la oferta del Atlético porque le gusta entrenar en la «Premier»; Quique terminó una etapa y Manzano empieza otra y lo va a hacer muy bien; es un gran entrenador.

–Le ha rodeado de una guardia de Corps que ni Luis XIV: Caminero, Baraja, Vizcaíno y Aguilera.
–Fui agente de los ex jugadores, son amigos y si puedo ayudarles lo hago. Aguilera fue mi primer futbolista cuando tenía 20 años.

–¿Cuántos jugadores maneja?
–Treinta y cinco, el 90% en Primera División. Y llevo tres años sin coger más porque, como soy muy analítico, he pensado retirarme dentro de seis o siete años, cuando concluya la carrera de mi último representado.

–¿Cómo empezó?
–Estudiaba Derecho, era ojeador del Atlético, tenía relación con Ángel Castillo y Víctor Martínez, fui directivo del Atlético B... Total, que empecé a traer jóvenes a Madrid. Soy un apasionado del fútbol. Sin pasión es difícil llegar... La pasión convierte en excepcionales a jugadores como Messi o Cristiano Ronaldo.

–Pero la pasión no es suficiente para convencer a una futura promesa de que nadie mejor que usted le puede representar...
–Añada la seriedad, la discreción, la entrega...Mi apuesta es personal y empresarial, y mi lema, no ofender, no criticar y no engañar.

–¿Cuántos futbolistas han pasado por sus manos?
–Un centenar; sólo dos abandonaron mi tutela.

–¿Aunque estaban firmados?
–Mi método de trabajo es el siguiente: veo a los jugadores cuando empiezan, incluso en cadetes, y si tienen proyección y su actitud personal me satisface, hablo con ellos. Y si estamos de acuerdo, continuamos juntos: sin vínculo ni contrato. Jurado, Callejón, Javi García y varios más están conmigo desde los 13 años. Uno va al médico porque le cura, sin que medie un documento, porque es bueno y sabe que le va a sanar. Soy el mandatario verbal y los jugadores lo ratifican con su firma. Llevo 25 años trabajando así.

–¿Cuáles son sus honorarios?
–El agente suele pactar el 10%; si no es así, el reglamento establece al menos el 5%.

–Pero no todos los contratos, aunque firmados, se cumplen; el agente de Roberto Carlos, por ejemplo, acudía cada mayo al Bernabéu para revisarlo.
–El rendimiento del futbolista es el que demanda una mejora del contrato y el agente lo plantea.

–¿Y no proviene de ahí su mala fama? ¿Parece poco serio no cumplir lo firmado?
–Nuestra imagen es negativa porque se piensa que el agente o representante trabaja para sí mismo; no es así en el 90% de los casos, pues todos los agentes trabajamos para los jugadores; somos un blanco fácil. Lo poco serio es utilizar a los medios como vehículo transmisor o falsas ofertas para plantear mejoras. Nunca lo he hecho y muchas veces silencio las ofertas de terceros.

–Dice que sólo trabaja con futbolistas españoles...
–Exclusivamente...

–Pero Filipe Luis es brasileño.
–Es la excepción. Lleva ocho años en España, jugadores míos y compañeros suyos me pidieron que lo representara. Es un español más.

–¿Usted «vende» jugadores o los clubes se los «compran»?
–Lo importante, rigor y trabajo, base de la credibilidad. Con nuestra capacidad, el plus te lo da la pasión por lo que haces. Y aprender cada día con humildad.

–Con la humildad por delante, no podría representar a Mourinho.
–No le conozco personalmente.

–¿Cuál es su método de trabajo?
–En mis primeros diez años no gané un euro; primero ojeaba, luego captaba y después hablaba con el club. Hace unos diez años que me dedico sólo a la represesentación; antes era secretario de ayuntamiento y cuando terminaba mi horario me entregaba al fútbol. He subido 40 juveniles a Primera División y 20 han llegado a la Selección. Y eran jóvenes cuando los «seleccioné».

–Luego entiende de futbolistas.
–De jugadores, sé. Yo veo futbolistas, no partidos. Sólo entiendo de jugadores. El anestesista es médico, pero el cirujano no anestesia, opera. Cada uno en lo suyo. Soy anestesista, el especialista.

–¿Ustedes, los representantes, se quitan futbolistas?
–Los agentes, en general, respetamos los pupilos del otro.

–¿Va usted a por los jugadores o vienen ellos a por usted?
–Hace diez o doce años iba a hablar con ellos y les seguía personalmente. Ahora, muchos valoran el prestigio y la madurez profesional y vienen.

–Frases suyas: «La vida del entrenador, entre 40 y 60 años; la del futbolista, hasta los 34».
–No es una regla de oro; pero suele ser así.

–¿Quién pronunció esta otra: «Ni futbolistas con papá ni cupletistas con mamá»?
–Don Santiago Bernabéu. ¡Que gran verdad!

–Representa a Reina, a Diego López, ¿qué va a ser de éste?
–Es uno de los cinco mejores porteros del mundo; tiene 29 años, le quedan cinco, largos. El Villarreal sólo consideraría una oferta importante.

–Una frase para la posteridad.
–Eso es excesivo, pero digamos que el fútbol es presente rabioso con proyección de futuro. Al futbolista joven hay que cultivarle y tener paciencia con él.

–Un presidente difícil de roer.
–Era duro Javier Pérez, del Tenerife. Y Lendoiro, dilata mucho las operaciones. Con él, a veces son necesarias 15 reuniones.

–¿Existe el mirlo blanco?
–Eso es conocer la profesión, tener rigor y llegar con tu trabajo a captar a los jugadores importanes. Yo, nacionales. No me equivoco, ahí está la Selección.

–¿Envidia a Jorge Mendes?
–No, somos distintos. Él trabaja con jugadores formados, con nombres; hace 25 años yo opté por la captación de jóvenes.


EN PRIMERA PERSONA
Manuel García Quilón, Porzuna (Ciudad Real), 1954, licenciado en Derecho, secretario de Administración Local, agente de futbolistas y de entrenadores. En Mallorca decían que era el dueño del club por su cantidad de representados; luego trasladaron el sambenito a Sevilla y ahora los aficionados del Atlético piensan que es el dueño porque ha colocado a Caminero, Manzano, Baraja, Vizcaíno y Aguilera, en el área técnica, y rige los destinos de Filipe Luis, Mario y Gabi. Pero en el Madrid guía los pasos de Callejón, Arbeloa y Albiol y nadie se lo reprocha.