La mano que mece la cuna por Carmen Gurruchaga

Muchos biempensantes estarán convencidos de que las manifestaciones preventivas en Valencia han surgido motu propio de los estudiantes de enseñanza secundaria. Otros creen que tras esta espontánea toma de conciencia sobre el previsible deterioro de la enseñanza en España que ocasionarán las posibles futuras medidas del PP, hay una mano que mueve los hilos. De lo contrario, ¿por qué nadie se movilizó el año pasado cuando Zapatero recortó un 8% en la enseñanza? Porque la mano que ahora mece la cuna la mantuvo quieta. El líder de las movidas estudiantiles, Alberto Ordóñez, de acuerdo con el perfil que hace de sí mismo en una red social, aplaude los atentados contra los derechos humanos de esos dos dictadores y, en cambio, considera antidemocrático que la Policía responda a su anunciada «quema de las calles de Valencia». El PSOE le invitó a las Cortes Valencianas y le ovacionó, pese a que está en libertad con cargos por «resistencia, desobediencia y atentado a la autoridad». Antes del 20-N, cuando parecía evidente que Rajoy ganaría, muchos socialistas aseguraban que las medidas que habría de tomar serían tan impopulares que las movilizaciones de los sindicatos harían imposible que el Ejecutivo del PP durara más de dos años. Los escépticos, que tiren de hemeroteca.