Carrillo tendrá calle en Madrid

Madrid- Votación con polémica en el Palacio de Cibeles. La propuesta de dar a una calle de la capital el nombre de Santiago Carrillo, el mítico dirigente comunista que falleció el pasado mes de septiembre, se aprobó sin debate tras unas breves palabras del portavoz socialista, Jaime Lissavetzky con los votos a favor de PSOE, IU y UPyD y la abstención del PP. Sin embargo, nueve concejales populares se ausentaron antes de la votación, lo que provocó la indignación del resto de grupos políticos.

Pero ese gesto tan sólo ha sido la gota que ha colmado el vaso de un conflicto que se fragua en el consistorio desde que la alcaldesa, Ana Botella, propuso en febrero otorgar una calle al recientemente fallecido Manuel Fraga. Entonces, el grupo de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Madrid no sólo votó en contra, sino que expuso su discrepancia con la propuesta en un encendido discurso que fue replicado por los demás representantes en el Pleno municipal. Además, hubo protestas en las redes sociales e incluso, una proposición on-line para que no se concediese este honor al político padre de la Constitución.

Cuando murió Carrillo, fue Jaime Lissavetzky quien anunció que propondría que se le diese su nombre a una calle de la ciudad y no sus compañeros del Partido Comunista que ahora forman parte de IU. Al respecto, Botella afirmó que, a diferencia de lo que sucedió con Manuel Fraga, el PP no sería ningún obstáculo para que se otorgase una calle al dirigente comunista. Unas declaraciones que, lejos de afectar a la oposición municipal, supusieron un punto de discrepancia entre los propios ediles populares.

Según explicó ayer el delegado de Empleo y portavoz del grupo popular en el consistorio, Pedro Calvo, dichos concejales expresaron el martes en la reunión del grupo su parecer respecto a la propuesta, por lo que se decidió que la posición de voto sería la abstención. A su vez, y debido a que algunos ediles eran más sensibles con el tema, «se permitiría que cualquiera que tuviera un problema para manifestar ese voto pudiera ausentarse de la votación», sin que esto supusiera una sanción por parte del grupo.

Así, Fernández Martínez Vidal, Almudena Maíllo, José Antonio Gómez de la Rosa, Jesús Moreno, Joaquín Martínez, Pepa Aguado, David Erguido, Eva Durán y Luis Miguel Boto abandonaron el Pleno antes de la votación. Según manifestaron algunos de estos concejales a Efe, para dar a una calle de Madrid el nombre de una persona hay que valorar toda su vida y en el caso de Carrillo, entienden que su trayectoria ha sido «siniestra».

Con todo, la ausencia de dichos ediles de la votación no afectaba en modo alguno al resultado de la misma ya que es el portavoz de cada grupo político quien expresa la posición de voto de todos los concejales de la formación, por lo que la propuesta del PSOE salió adelante con el apoyo del resto de grupos. «A diferencia de lo que ha sucedido en otras ocasiones, no queremos hacer del callejero de Madrid un lugar de disputa política», sentenció Calvo.

Otras polémicas
La calles con el nombre de Fraga y Carrillo no han sido las únicas que, en los últimos años, han suscitado polémicas en el consistorio madrileño. En 2007, la propuesta de otorgar el nombre del empresario Jesús de Polanco a una vía de la capital fue cuestionada por varios ediles del grupo popular –dos de ellos entre los que se ausentaron ayer– que consideraban que no tenía méritos suficientes para ostentar semejante honor. Esa vez, la propuesta se aprobó por unanimidad de todos los grupos del Pleno.