Crisis económica
60 millones de brasileños no pueden pagar sus facturas
Los excesos de la presidenta y el PT han provocado la peor recesión desde 1930
Los excesos de la presidenta y el PT han provocado la peor recesión desde 1930
La Bolsa de Sao Paulo lleva días subiendo a ritmos acelerados y ayer su principal índice, el Bovespa, superaba los 53.000 puntos, en un clima de euforia que también se trasladaba al real, la divisa brasileña, que se ha revalorizado cerca del 10% en apenas dos semanas respecto al dólar. Un período de «luna de miel», según Celso Tolero, director de la consultora LCA en Sao Paulo, porque el mercado ya está anticipando la caída de Rousseff. Ésta, cuyo «impeachment» han pedido casi la totalidad de los sectores empresariales del país, es criticada por protagonizar los excesos que han desembocado en la peor recesión desde 1930. «Vivimos un período de luna de miel que puede desembocar en un choque de realidad. Debemos tener mucho cuidado», explica, en entrevista con LA RAZÓN. «El cambio de Gobierno puede resolver cuestiones vinculadas con la confianza a corto plazo, pero sólo eso», agrega la fuente, que apunta a que persisten graves disfunciones en la economía que necesitan reformas profundas. Cambios estructurales como la reforma del sistema de pensiones que un nuevo Gobierno que carece de la legitimidad de las urnas quizá no podrá acometer. «El ciclo de recuperación tardará dos o tres años, porque las pequeñas y medianas empresas tienen problemas de endeudamiento, y el desempleo, que ronda el 9%, aumentará», señala por su parte Gilberto Tonello, analista de la consultora GBMS.
Con la recesión y la pérdida de empleos, los endeudados brasileños que no pueden hacer frente a los pagos no cesan de aumentar. Datos publicados esta semana indican que al menos 60 millones de personas en Brasil –el 41% de la población mayor de 18 años– tienen deudas que no está pagando. Aunque es justamente el endeudamiento, pero de las empresas, lo que preocupa a corto y medio plazo. «Nadie sabe el tamaño del ‘‘gorila en el armario’’ que puede representar la deuda impagada de las empresas. Ya hay economistas que preven una crisis financiera», apunta Toledo.
La propia presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, declaró esta semana que la situación de Brasil es «muy preocupante». Con el paro en aumento, la recesión al 3,8% este año, la inflación cercana al 9% y los tipos de interés al 14,5%, las alternativas para sacar al gigante del pozo parecen limitadas. «Estamos en una casa en llamas. Quizá podremos combatir el incendio y, después, ver los daños en la estructura si cae Rousseff. Pero si se mantiene en el poder habrá una implosión de los mercados», según Rodrigo Constantino dos Santos, director del Instituto Liberal.
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