El Futuro de Venezuela
El adiós de Capriles refleja las trampas del chavismo
El líder opositor no puede concurrir a las elecciones regionales de este domingo porque fue inhabilitado durante 15 años por Maduro.
El líder opositor no puede concurrir a las elecciones regionales de este domingo porque fue inhabilitado durante 15 años por Maduro.
Venezuela vivirá este domingo un nuevo capítulo de su crisis política con la celebración de elecciones regionales para elegir a 23 gobernadores en medio de un ambiente de ventaja para los candidatos del Gobierno del presidente Nicolás Maduro. Hasta hoy se puede hacer campaña, y es por ello que ayer uno de los gobernadores más emblemáticos de Venezuela, Henrique Capriles, se despidió de la gobernación de Miranda después de nueve años de gestión.
Entrampado por la fórmula de la inhabilitación por 15 años a la que recurrió el chavismo para apartarle del camino, Capriles se dedicará a estar en las «entrañas de Venezuela», según dijo con voz entrecortada en su acto de despedida. Afirmó que ha llorado tener que separarse del cargo,
El veto, al hasta ahora gobernador, simboliza las maniobras del régimen venezolano para impedir que la oposición concurra en igualdad de condiciones y empeña las esperanzas de que la convocatoria del domingo15 de octubre sirva para resolver la crisis política, económica y social por la que atraviesa el país.
El líder opositor se va con varios números a su favor: derrotó dos veces al chavismo en uno de los estados más grandes de Venezuela, fue candidato presidencial en dos oportunidades, venció las amenazas de cárcel que le lanzaron el fallecido Hugo Chávez y ahora Maduro y se erigió como uno de los líderes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en momentos claves de Venezuela.
El último acto de Capriles fue emotivo y con mucho sabor caribeño. Sus seguidoras lloraron y los hombres le pedían a gritos que no dejara el cargo. Antes de su llegada repicaron los tambores de Barlovento, bailaron los Diablos Danzantes de Yare y hasta sonó la canción «Venezuela», esa que reza «llevo tu luz y tu aroma en mi piel y el cuatro en el corazón..». Capriles llegó con un traje negro y con la banda tricolor que lo identifica, por algunas horas más, como gobernador. Saludó y el Polideportivo Parque Miranda estalló en aplausos y silbidos de júbilo.
En su discurso, de una hora exacta, Capriles agradeció a quienes le acompañaron durante los nueve años que estuvo al frente de Miranda, pero no se olvidó de quienes salieron a manifestarse en las calles de Venezuela entre abril y julio de este año. Dijo que venció y que vencerá todos los obstáculos que impone el régimen que lo ha perseguido y que ahora lo deja en una especie de deriva política.
Pendiente de los pobres
Deisy Paredes vive en la populosa zona de Barlovento. Viajó al menos una hora y media para asistir al acto de Capriles porque consideraba que era su deber acompañar a su gobernador hasta el último momento. «Capriles es de los pocos políticos a los que yo le he creído. Siempre ha estado pendiente de los pobres. No se me olvida cuando hubo las inundaciones en Barlovento y sin asco ni nada se metió a las aguas que le llegaban al pecho, llevó comida y su equipo estuvo pendiente de hacer seguimiento cuando comenzó la reconstrucción. Eso se valora», sentenció la humilde mujer. Ramón Sucre trabajó con Capriles durante los nueve años en la gobernación. Está expectante ante el futuro de su trabajo, pero conmovido por las acciones del dirigente. «Creo que hay que ser agradecidos y de él aprendimos mucho. No hay que olvidar que se echó el país dos veces en hombro, con las peores condiciones de ventajismo y trampa del Gobierno», dijo el empleado.
Por su parte, Carlos Ocariz, candidato por la MUD y aspirante a suceder a Capriles, dijo que hay una lucha del bien contra el mal. «Henrique ha sacrificado parte de su vida por el pueblo. Hoy, Henrique Capriles está llorando desde el alma, pero esto no es una despedida. Ahora es cuando viene lo bueno para nuestro país. Ahora es cuando Henrique va a estar comprometido con Miranda y con el país», apuntó.
Capriles se despidió apostando a la democracia, a que Venezuela saldrá adelante. «Cuando se hacen las cosas bien, sólo pueden ocurrir cosas buenas. Vamos a sacar a Venezuela de abajo y la vamos a colocar arriba, que es donde corresponde. Tengo el corazón afligido, pero tengo la sensación de que quedarán en buenas manos», finalizó.
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