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Unión Europea
En defensa de los valores europeos
La Unión Europea se levanta hoy con un nuevo subidón de moral. La Fundación Princesa de Asturias le ha otorgado el premio a la Concordia a una organización supranacional que se caracteriza por la búsqueda de la paz. El proyecto que tras la Segunda Guerra Mundial buscaba la interdependencia económica ayudó a coser las heridas entre Francia y Alemania. La idea de integración europea avanzó a partir de entonces a nivel político y dio un salto cualitativo tras la caída del Muro de Berlín y la ampliación a los países del Este y Centro de Europa a partir del año 2003.
El premio reconoce a la Unión Europea su contribución a la difusión de los valores de la libertad, la dignidad humana, la solidaridad y la democracia. Como decía ayer uno de los promotores de la candidatura, el presidente del Movimiento Europeo en España, Eugenio Nasarre, fortalecer a Europa es la mejor manera de defender esos principios, sobre los que debe descansar nuestro futuro común y que debemos transmitir a las siguientes generaciones.
Este galardón coincide con la conmemoración este año del 60 aniversario de la firma de los Tratados de Roma que dieron lugar al Mercado Común Europeo. Y lo hace un momento delicado, después de que, por primera vez, un país, Reino Unido, haya iniciado las negociaciones para abandonar a la organización. En un año en el que la seguridad de los europeos se ha visto amenazada por varios ataques terroristas; con una crisis migratoria que no se ha cerrado tras la Primavera Árabe, la guerra civil Siria y el Estado fallido de Libia y con un ascenso populista atenuado en Francia y Holanda tras las últimas contiendas electorales.
Sin embargo, Europa, que ha crecido a base de crisis, resurge de lo que parecían sus cenizas. El jurado del premio reconoció ayer que la Unión Europea es ejemplo de progreso y de bienestar. Los últimos datos le darían la razón, pues el crecimiento económico ha vuelto y también la creación de empleo, que incluso podría acelerarse si se produce una mayor integración económica y fiscal en la Eurozona.
Con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca y el Brexit al otro lado del Canal de La Mancha, la unidad de la UE es más fuerte que nunca. La llegada del presidente Macron a Francia y una más que posible victoria de Merkel en Alemania el próximo mes de septiembre podría dar el impulso definitivo que necesita la locomotora europea. España, tras más de 30 años en los que ha logrado consolidar su democracia y modernizar el país, ha apostado por estar en ese núcleo duro de la Unión Europea.
Los premios y distinciones suben la moral y, en este caso, han de servir de catalizador hacia un «salto al vacío» como el que dieron los padres fundadores de Europa. Es necesaria una hoja de ruta que lleve a la unión política para que no se repita la sangrienta historia del siglo XX y que continúe el mayor periodo de paz de la Europa moderna.
*Secretario general del Movimiento Europeo en España y profesor de la Universidad Europea
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