Guerra en Ucrania

Guerra de Ucrania
La sede del gobierno de Ucrania en Kiev fue atacada e incendiada durante el mayor asalto aéreo ruso registrado hasta la fecha, que involucró más de 800 drones kamikaze de largo alcance y 13 misiles dirigidos contra la capital y varias regiones del centro y sur del país en lo que Kiev calificó como «una grave escalada». «Por primera vez, el edificio del gobierno ucraniano sufrió un impacto directo: el tejado y los pisos superiores fueron alcanzados en el ataque enemigo», informó la primera ministra Yulia Sviridenko en sus redes sociales. Las imágenes difundidas por el Servicio Nacional de Emergencias mostraron un incendio devastador en los dos pisos superiores de la sede del Gabinete de Ministros, ubicada en el corazón de Kiev, a solo cientos de metros del parlamento y la residencia presidencial de Volodimir Zelenski.
En un video grabado en el interior carbonizado del edificio, una vez sofocado el incendio, Sviridenko declaró: «Está claro que Rusia no desea la paz. Insto al mundo a transformar la indignación por los crímenes rusos en un apoyo concreto para Ucrania». La primera ministra enfatizó la necesidad urgente de fortalecer las defensas antiaéreas con más sistemas y municiones para proteger las ciudades y el sistema energético ante la llegada del invierno. «Necesitamos sanciones más severas que priven al agresor de los ingresos por petróleo y gas, los recursos que financian su campaña de terror», añadió.
El analista político ucraniano Vitali Portnikov señaló que el ataque al distrito gubernamental fue un acto deliberado para demostrar que las amenazas rusas de atacar «los centros de toma de decisiones» no son vacías. «Con cada golpe, Rusia deja claro que no tiene intención de poner fin a la guerra ni de participar en negociaciones significativas», afirmó, desmintiendo «las fantasías» de Donald Trump de que Moscú está abierta a la paz gracias a su diplomacia. «El único interés de Moscú es forzar la capitulación de Ucrania y eliminarla del mapa», subrayó.
Aunque no hubo víctimas en el edificio gubernamental dañado, el ataque dejó un saldo trágico: al menos cuatro muertos y 44 heridos en Kiev y otras regiones. En la capital, cinco edificios residenciales de entre 4 y 16 pisos quedaron dañados por impactos directos. Un bebe de dos meses de edad y su madre de 32 años fallecieron, mientras que una anciana murió mientras se resguardaba en un refugio antiaéreo. Los médicos locales luchan por salvar la vida de una mujer embarazada herida y de su bebé, nacido mediante un parto inducido.
En Kremenchuk, un importante centro logístico en la región de Poltava, un puente ferroviario y de automóviles sobre el río Dnipro fue atacado. Mientras se evalúan los daños, el tráfico a través del puente fue suspendido. En Odesa, 22 residentes de un edificio residencial impactado requirieron asistencia psicológica por el shock sufrido.
Uno de los clubes hípicos más reconocidos del país también fue alcanzado por un dron «Shahed» de diseño iraní, matando a siete caballos que se preparaban para el campeonato nacional. «Probablemente también es una instalación militar», comentó con ironía Lesya Hordienko, subdirectora de la Federación de Deportes Ecuestres de Ucrania, aludiendo a la afirmación rusa de que sus ataques se limitan a objetivos militares. Según la Fuerza Aérea ucraniana, al menos 747 de los 810 drones y cuatro de los 13 misiles fueron derribados. Sin embargo, 54 drones y nueve misiles impactaron en 33 ubicaciones diferentes. «Reconstruiremos lo que ha sido destruido, pero las vidas perdidas no se recuperan. Rusia continúa aterrorizando y asesinando a nuestro pueblo cada día», lamentó Sviridenko. Kiev instó a la comunidad internacional a responder. «Debemos cumplir los acuerdos alcanzados en París, especialmente para fortalecer nuestras defensas antiaéreas», afirmó Zelenski, destacando que cada sistema adicional salva vidas civiles. «Lo más importante es que Ucrania necesita armas. Solo la fuerza puede detener el terror y evitar que Rusia siga matando ucranianos a diario».
Guerra en Ucrania