Ataque yihadista en Francia
La UE reforzará su respuesta frente al terrorismo en una reunión de urgencia
La UE convoca un consejo extraordinario de Justicia e Interior para el 20 de noviembre, con el fin de reforzar la respuesta comunitaria y analizar las medidas adoptadas en la lucha antiterrorista. Con artículos de Alfonso Ussía, José María Marco, Inocencio Arias, Luis Alejandre, César Vidal, Alfonso Rojo, Cristina López Schlichting, Reyes Monforte y María José Navarro.
La Presidencia luxemburguesa de turno de la Unión Europea (UE) ha convocado hoy un consejo extraordinario de ministros de Justicia e Interior para el próximo 20 de noviembre para reforzar la respuesta comunitaria y analizar las medidas que se han tomado en la lucha antiterrorista tras los atentados en París.
El viceprimer ministro y titular de Seguridad Interior de Luxemburgo, Etienne Schneider, ha tomado esta decisión "en común acuerdo con las autoridades franceses", señaló en un comunicado.
De hecho, el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, pidió momentos antes del anuncio de la reunión que se celebre ese consejo para reforzar la lucha antiterrorista tras los recientes atentados de París, que causaron al menos 129 muertos y 352 heridos.
"Confrontados con la barbarie y el terrorismo, Europa está unida del lado de Francia. Tras los trágicos actos en París, este consejo extraordinario de Interior y Justicia reforzará la respuesta comunitaria y asegurará el seguimiento de las medidas tomadas"en la lucha antiterrorista, señaló Schneider.
Francia quiere que en esa reunión extraordinaria, que se celebrará en Bruselas, los titulares de Interior y Justicia de la UE "traten de manera tan concreta y operativa como sea posible, varios temas identificados como prioritarios desde los atentados de enero", en referencia al ataque contra el semanario satírico "Charlie Hebdo".
París considera además urgente acelerar el calendario de negociación y aplicación de las medidas.
El ministro luxemburgués explicó que mantendrá entretanto contactos con todos sus homólogos de la Unión Europea y con otros actores instituciones a lo largo de la próxima semana.
Un acto de guerra
Hasta en tres ocasiones se dirigió ayer François Hollande a los franceses para decirles que el país está en guerra, que los atentados que han azotado París y Saint-Denis provocando 129 muertos y más de 352 heridos son «un acto de guerra cometido por un ejército terrorista, el Estado Islámico». Se trata de la acción de «un ejército yihadista contra Francia, contra los valores que defendemos en todo el mundo, contra lo que somos: un país libre», remachó Hollande
Tras pasar a medianoche por la sala Bataclan para «tomar la medida» del acto abominable que acababa de tener lugar, el presidente de la República volvió al Ministerio del Interior para un nuevo balance de los atentados, y a las 9 de la mañana presidía un Consejo de Defensa en presencia de parte de su equipo de Gobierno, el jefe del Estado Mayor del Ejército y los responsables de los Servicios de Seguridad e Información. En una declaración posterior, Hollande no necesitó de reivindicaciones para acusar en directo al EI, para hacerle responsable de ese «acto de guerra planificado en el exterior con complicidades en el interior».
El presidente decretó tres días de luto nacional, y desde ayer, la bandera del Palacio del Elíseo lucía a media asta como muestra del «dolor de las familias y de la tristeza del país». El lenguaje empleado por Hollande era belicoso: «Francia ha sido golpeada de forma cobarde y responderá con todos los medios tanto en el interior como en el exterior, de forma concertada con los aliados». También anunció que el lunes se dirigirá a la Asamblea Nacional en sesión solemne en Versalles. Hollande pidió a los franceses una «unidad indispensable». Y la oposición se la ofreció, pero marcando desde el principio las diferencias que les separan del jefe de Estado. El primer ministro, Manuel Valls, afirmó que el país debe estar preparado para «otras réplicas» terroristas. En una entrevista en un informativo de televisión reiteró que «responderemos golpe a golpe para destruir al EI y a ese ejército terrorista».
Su antecesor en el cargo, Nicolas Sarkozy, presidente de Los Republicanos, habló de «la solidaridad de todos los franceses» frente al horror de los ataques terroristas. Pero añadió que hay que «comprender las razones» que los han hecho posibles, e «integrar» en la política exterior el «hecho de que estamos en guerra». A nivel interior, pidió « inflexiones mayores» que permitan ofrecer a los franceses una seguridad plena. En ese sentido abundó Marine Le Pen, afirmando que «Francia y los franceses ya no están seguros». La líder del Frente Nacional saludó el estado de emergencia y el control de las fronteras, pero, según ella, hay que ir más lejos, «recuperar el control de las fronteras nacionales definitivamente» y «rearmar» el país porque lo han hecho vulnerable. Hollande recibirá hoy a Le Pen, igual que al resto de representantes de los partidos, y podrá oír de nuevo lo que comentó ayer, que «Francia debe determinar quiénes son sus aliados y quiénes son sus enemigos». Para ella, los enemigos son «esos países que mantienen relaciones condescendientes con el islamismo radical».
Hollande aseguró en su intervención que Francia «no tendrá piedad frente a los bárbaros», y que van a utilizar «todos» los medios legales tanto en el interior como en el exterior, «en concertación con los aliados que están bajo la amenaza terrorista». El problema que se presenta ahora a Hollande es decidir qué hacer para cumplir esa amenaza. Francia ya interviene contra el EI con bombardeos selectivos tanto en Irak como en Siria, y hasta ahora, el presidente de la República se ha negado rotundamente a enviar tropas de tierra sobre la región. Otra posibilidad, como ayer apuntaban algunos comentaristas, sería apoyarse sobre los ejércitos que están sobre el terreno, y en este caso, las tropas de Bachar al Asad. Una opción inimaginable hace unos meses, cuando Hollande equiparaba al sátrapa sirio con el EI y se negaba a intervenir en Siria. Los atentados de París y la necesidad de hacer frente a «los bárbaros» podrían hacerle cambiar de opinión.
Ayer, el presidente sirio dijo a Europe1 que lo que pasó el viernes en París era previsible: «Habíamos advertido hace tres años sobre lo que iba a ocurrir en Europa». Según Asad, ni Hollande ni Valls «han aprendido de lo que ocurrió» en los atentados de «Charlie Hebdo» en enero, pues se contentan con hablar sin pasar a la acción. Para el líder sirio, Francia está sabiendo hoy lo que su pueblo vive desde hace cinco años y exige a los dirigentes franceses una cooperación política para luchar contra el terrorismo, sin la cual no podría haber «una cooperación de los servicios secretos».
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