El Futuro de Venezuela
Jesús Torrealba: «Maduro no tiene capital político para dar un golpe de estado»
El Secretario Ejecutivo de la Oposición Venezolana asegura que las elecciones legislativas serán el principio del cambio tras 17 años de chavismo en el país.
Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la coalición que agrupa a los partidos de la oposición, asegura en esta entrevista telefónica con LA RAZÓN que existen sectores del chavismo dispuestos a dialogar tras las elecciones legislativas del 6 de diciembre y considera que “haga lo que haga” el oficialismo no logra recuperar los apoyos de sus votantes tradicionales.
- El presidente Nicolás Maduro ha dicho que si gana la oposición no entregará “la revolución”. ¿Cree posible que el Gobierno no reconozca el resultado?
-Maduro no tiene capital político para intentar desconocer la voz de los ciudadanos. Hasta para dar un golpe de estado hay que tener capital político. Y Maduro no tiene ni votos dentro del país ni aliados en el exterior. Todas las encuestas dicen que la oposición superará al Gobierno en más de 30 puntos. A nivel internacional, se enfrentaron con la OEA, la ONU y la UE por el tema de la observación internacional. Y el propio gobierno dividió a Unasur. En estas condiciones, intentar no reconocer la victoria popular con medidas de fuerza sería un desastre para ellos mismo. El Gobierno sólo puede escoger entre perder las elecciones el 6 de diciembre o perderlo todo intentando un acto de fuerza.
-¿Qué número de diputados tendría que sacar la oposición para poder hacer reformas importantes?
-Desde el punto de vista formal, existe la mayoría simple, la mayoría calificada de tres quintas partes y de dos tercios. En la realidad política y social venezolana, el hecho de ganar con cualquiera de esos resultados implica un terremoto político y social en nuestro país. Este Gobierno se ha basado en la supuesta invulnerabilidad y ha construido un ventajismo institucional. Hay toda una arquitectura respecto al Estado orientada a que los recursos del país operan como apéndices del interés electoral del partido del Gobierno. Ganar en esas condiciones tendría una repercusión enorme porque representaría el fin de un ciclo político en Venezuela.
-¿Cree que dentro del Gobierno hay divisionee?
-Maduro y Diosdado Cabello no tienen ascendente ni político ni afectivo sobre la base del PSUV ni tan siquiera sobre su propia militancia. Si ante esa situación de precariedad política y moral llegan a perder las palancas que controlan el poder del Estado, no les va a quedar nada y la desbandada va a ser mayor.
-¿Venezuela se ha convertido en un narcoestado?
-En Venezuela hay prueba fehacientes y evidentes de la relación entre factores importantes del poder político y elementos del tenebroso mundo del narcotráfico. Ya no se trata de una información de prensa sino de dos personas con pasaporte diplomático, presuntamente vinculados a la familia presidencial, imputados ante un gran jurado, y no por un hecho fortuito sino como resultado de una investigación de ocho meses. Es una evidencia concreta de los nexos entre sectores del poder político y del mundo de la droga.
-¿Cómo juzgará la sociedad venezolana este escándalo?
-Es muy duro, sobre todo para los venezolanos humildes. En los últimos 17 años ha habido más de 250.000 víctimas del hampa. El pueblo venezolano sabe que el núcleo de la violencia está formada por el binomio droga y armas.
-¿Cree que el presidente y su esposa estaba al tanto de lo que estaba ocurriendo en su entorno con el narcotráfico?
-No puedo afirmarlo, pero precisamente por eso se hace imprescindible que haya en Venezuela una investigación a fondo. Esta noticia ha tenido un gran impacto en todo el mundo, pero en Venezuela intentan que pase desapercibido gracias al control omnímodo de los medios de comunicación. Debido a lo que llaman aquí la “hegemonía comunicacional”, los medios son censurados o se autocensuran. Para poder dar respuesta a esta pregunta es necesario que haya un cambio político que permita que haya instituciones sanas que den pie a investigaciones independientes y que haya un clima en la sociedad que permita que los medios y los actores sociales hagan sus propias conjeturas sin el temor al garrote del poder del petroestado.
-Si la oposición gana las elecciones parlamentarias, ¿plantearía un referéndum revocatorio?
-Lo que queremos primero es reconciliar a los venezolanos, por eso nuestra prioridad es la ley de amnistía y reconciliación. En segundo lugar, pondremos el énfasis en la búsqueda de soluciones para paliar el drama económico y social. Si el presidente intenta obstruir este proceso entonces será necesario utilizar las herramientas que prevé la carta magna, que son la enmienda y la reforma constitucional, el referéndum revocatorio o la asamblea nacional constituyente. La realidad determinará cuál de esos instrumentos es el más apropiado, y el que garantiza la mayor participación y brinda al país la mayor estabilidad posible.
-¿Cree que están garantizadas unas elecciones libres y justas sin observadores internacionales?
-Bueno, sí que va a haber una observación internacional, aunque disminuida y fracturada por el Gobierno, que se opuso a que vinieran la ONU, la OEA y la UE. Sólo aceptaron la presencia de Unasur, y la misma presencia de Unasur fue saboteada por el Gobierno, como denunció el Tribunal Superior de Brasil y la Corte Electoral uruguaya. Tenemos que ver qué naciones compondrían la misión de Unasur y cuáles serían los términos de la misma. Pero, sobre todo, van a estar nuestros invitados, entre 200 y 300 personas, que serán ex parlamentarios y ex diplomáticos, personas que por su experiencia de vida no son fácilmente amedrentables. Los ojos del mundo van a estar sobre Venezuela. Por supuesto que este gobierno tiene una vocación fraudulenta. Ha hecho trampa cuando tenía dos millones de votos por arriba, ahora, que está dos millones de votos por abajo imagínese qué no harán.
-¿Teme episodios de violencia tras las elecciones?
-Tras las elecciones habrá un ejemplo de convivencia. En 17 años el Gobierno ha sustituido la política por el acoso como política de Estado. Nosotros queremos el retorno de la política y del diálogo y el reconocimiento del otro. El país está harto de violencia. Esa es una de las razones de esta amplísima ventaja que tiene la oposición.
-¿Han contactado con sectores moderados del Gobierno?
-En este momento hay un gran chantaje dentro de las filas del Gobierno. Esos sectores están paralizados, como nosotros, esperando a que la cúpula militarista del diosdamadurismo sea derrotada por el pueblo. Tras las elecciones no tengo ninguna duda de que veremos la emergencia de un conjunto de actores que van a promover un diálogo que hoy pareciera imposible. Eso va a depender del tamaño de la victoria del 6 de diciembre. Cuanta mayor sea la victoria, más factible será que exista un camino de diálogo y cohabitación en el futuro.
-¿Cree que Venezuela sufrirá un “default” en 2016?
-No lo creo. Pienso que, por el contrario, que una victoria de las fuerzas democráticas abrirá expectativas para el país que será visto con otros ojos también por los mercados.
-¿Cree que el estado de excepción en la frontera con Colombia perjudicará la campaña electoral de la oposición en esas regiones?
-No, nosotros hemos medido el impacto de acciones de Gobierno como el cierre de fronteras y el incremento salarial y lo que hemos visto es que el mercado electoral se ha tornado inelástico. El Gobierno, haga lo que haga, no logra mejorar su expectativa.
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