Austria
Austria gira a la ultraderecha en la primera vuelta de las presidenciales
La política de puertas abiertas con los refugiados acaba con el bipartidismo
La extrema derecha ha ganado la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Austria, una sorprendente reacción a la crisis de los refugiados.
La extrema derecha ha ganado la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Austria, una sorprendente reacción a la crisis de los refugiados. Como sucedió en Alemania, el partido que aboga por poner fin a la inmigración escala vertiginosamente en los comicios. Con un alto 36,4%, el FPÖ (Partido de la Libertad), de ultraderecha, euroescéptica y anti-inmigración se ha impuesto en unas elecciones que han sido vistas como un termómetro que mide la opinión de los austriacos, al ser las primeras desde que comenzaron los grandes flujos del mayor éxodo europeo desde la Segunda Guerra Mundial.
El inesperado triunfo de FPÖ, que consiguió ayer los mejores resultados de este partido en unas elecciónes nacionales y logró una abismal ventaja frente a los otros cinco candidatos, deja un claro mensaje: los ciudadanos austriacos están preocupados por la crisis de los refugiados y se posicionan mayoritariamente en contra de la política de puertas abiertas que se impuso en la república alpina el pasado septiembre, si bien luego el Gobierno dio un giro en su actitud. La crisis migratoria ha hecho prosperar a los movimientos de ultraderecha, con poco peso durante décadas, que se encargan de recoger la insatisfacción y preocupación de los ciudadanos y aprovechan la circunstancia para recolectar votos. De hecho, el lema de la campaña del FPÖ durante estos comicios presidenciales ha sido «En primer lugar, Austria», exaltando un marcado mensaje patriota.
Aún no está claro quién conseguirá la segunda posición, ya que los votos por correo no se contabilizarán hasta hoy. Destacan el ecologista Alexander van der Bellen y una candidata independiente, la ex jueza Irmgad Griss. Ambos consiguieron cifras cercanas al 19 y 20% y sólo uno de ellos se medirá en segunda y decisiva ronda con Norbert Hofer, el representante de FPÖ, el próximo 22 de mayo. A pesar de la alta cifra lograda por el partido anti-inmigración, se necesitaría un 52,3% para evitar la segunda ronda, pero los sondeos y las previsiones de las cadenas de televisión públicas austriacas parecen indicar que muy probablemente el noveno presidente de la actual república austriaca será el candidato del partido que encabeza una línea más dura con los refugiados. De ser así, Hofer sucederá al socialdemócrata Henz Fischer, que fue reelegido y lleva en el poder desde 2004.
Estas elecciones, al igual que ha ocurrido en comicios como los celebrados Alemania o España, rompen el tradicional bipartidismo entre socialdemócratas y democristianos que llevan desde 1945 en el Gobierno, y da poder a pequeños partidos. Enorme batacazo para el democristiano Andreas Khol (ÖVP) y para el socialdemócrata Rudolf Hundstorfer (del partido SPÖ) que, con 11,2% y 10,9%, respectivamente, se quedan en cuarto y quinto lugar, sólo por encima de Richard Lugner, un constructor que convenció al 2,5% de los votantes. El presidente de Austria no puede desempeñar funciones ejecutivas, sino protocolarias y de representación del país en el exterior, aunque también tiene competencias como la disolución del Parlamento en algunos casos. La crisis migratoria ha hecho que estas elecciones presidenciales en Austria se estén viviendo con gran expectación tanto a nivel nacional como internacional.
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