Bruselas
La nieta del dictador Mussolini, eurodiputada
La política ultraderechista espera que con el nuevo reglamento de Dublín la redistribución de los refugiados sea más equitativa
La política ultraderechista espera que con el nuevo reglamento de Dublín la redistribución de los refugiados sea más equitativa
Alessandra Mussolini, sí, la nieta del dictador italiano, Benito Mussolini, no tiene pelos en la lengua. Aunque forma parte del partido de Silvio Berlusconi, Forza Italia, la ultraderechista defiende sus propias doctrinas: es animalista; en asuntos como la pedofilia, propone la castración química y está completamente a favor de abolir la prostitución. La vida le ha cundido muchísimo a Mussolini. A sus 54 años ha estudiado Medicina y Cirugía en Roma, fue elegida diputada del Parlamento italiano por primera vez hace 25 años, incluso ha sido modelo, cantante, y logró cumplir su sueño de ser actriz. Quizá lo lleva en sus genes, pues ser la sobrina de Sofía Loren (su padre se casó con la hermana pequeña de la oscarizada intérprete) debe marcar. Ahora, la nieta del «Duce» también es eurodiputada.
Lo primero que advierte a LA RAZÓN en Bruselas es que el Movimiento 5 Estrellas (M5E) de Beppe Grillo es de extrema extrema izquierda. «Son muy de izquierdas aquí. En el Parlamento Europeo quieren más inmigración, aumentarles la familia, dar protección a familias que incluso se crearon después de llegar a los Estados miembros, quieren migrantes por el cambio climático... Los quieren a todos. Y la gente en Italia debe saber lo que se está diciendo aquí y haciendo con su mandato. Porque aquí se comportan de una manera distinta y en Italia de otra completamente diferente».
A nivel local, tampoco los aprueba. Esta misma semana cuando la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi se puso como nota a su gestión un 7,5, Mussolini no disimuló su animadversión al tacharla de «loca». «Es una kamikaze que no tiene límite. Padece una enfermedad psiquiátrica». Recientemente, diputados grillistas le pidieron a la nietisísima que se cambiara el apellido. Al explicarle brevemente la ley de Memoria Histórica en España y que se están renombrando las calles de Madrid, ella se indigna. «A mí me dicen que si Massolini, Messollini, Pizzolini... Yo creí que se trataba de una broma, pero no lo era. Un diputado del Movimiento 5 Estrellas me lo demandó. Están locos». Es más, la eurodiputada incide en que «es que es mi apellido. No puedo cambiarlo. A lo mejor le acabo cambiando su nombre, cuidado», espeta. Para Mussolini, el M5E copia de todo el mundo, como explicó a Radio Cusano Campus que un día le llegó un texto de su abuelo, fascistísimo, dentro del programa del M5E, pues «plagian de todo el mundo ya sea del Che Guevara o de Mussolini. Son una nulidad cósmica». Ella reconoce a este diario que la política en Italia es un auténtico caos, pero espera «que haya elecciones en septiembre, pues desde hace ya cuatro años que no votamos. No sé qué pasará con la nueva ley del 5%».
Sobre el Brexit, los votos a Le Pen o a Wilders, la política italiana asevera que «la gente lo que quiere es seguridad, una redistribución justa y que se controle la libertad de movimiento dentro de la UE de los migrantes». En Italia, la crisis de refugiados es de máxima prioridad, pues sienten que toda la carga está recayendo sobre ellos y Mussolini, como en todo, tiene su propia opinión. Durante un seminario sobre asilo en el Parlamento Europeo, criticó a este periódico que las ONGs «con sus grandes barcos, los lleven hacia Italia en lugar de a Malta o a Túnez». A la ultraderechista no le parece bien que «traigan a todas estas personas aquí». Eso sí, remarca que «entre ellas hay gente muy vulnerable, algunas muriéndose...», por lo que espera que con el nuevo reglamento de Dublín que va a aprobar próximamente el PE, «tendremos una redistribución por toda la UE, no sólo en Italia. Aunque como siempre, los países del Este lo vetarán en el Consejo».
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