Alemania espera 800.000 refugiados

Alemania recibió 218.221 peticiones de asilo hasta el pasado mes de julio. Las solicitudes de asilo se han duplicado en los primeros meses del año, según publicó ayer el Gobierno germano. Comparado con el mismo periodo de 2014, cerca de un 125% más de personas demandaron ser acpogidos en el país, el cual continúa a la cabeza en la recepción de inmigrantes, con un 43% del total de los solicitantes llegados a la Unión Europea, un significativo aumento respecto a otros periodos y un máximo histórico. De continuar a este ritmo, serían 800.000 los refugiados que, en 2015, habrían pedido residir dentro de las fronteras alemanas.

Estos nuevos datos reabrieron la polémica de la cuota de refugiados y no tardaron en preocupar a una población que, desde hace meses, pone en duda la capacidad de su país para gestionar semejante flujo de llegadas. El ministro de Interior germano, Thomas de Maizière, confesó que las cuotas de inmigrantes serán en 2015 mucho mayores de las previstas, que se situaban en un inicio por debajo del medio millón de peticionarios. Sin embargo y, aunque, según palabras de Maizière, «es un verdadero desafío que debemos superar», el ministro negó que Alemania estuviera «desbordada», y sugirió que su Gobierno aún cuenta con recursos para hacer frente a la avalancha de inmigrantes. Igualmente, recordó que los países de la Unión Europea debían adquirir una actitud más comprometida a este respecto. «La Comisión debe reaccionar contra los países miembros que no asumen sus deberes», apuntó.

La cifra de solicitantes se eleva por encima de todos los récords anteriores. Hasta el momento, la cantidad más alta fue de 438.191 solicitantes en 1992, en pleno conflicto de los Balcanes. Años después, el número de demandantes se redujo significativamente, pero, desde 2008, Alemania recibe un número en aumento de peticiones. La mayoría de los solicitantes proceden de países como Siria, seguido por Irak, Afganistán, Eritrea, y, en general, regiones con conflictos bélicos o que registran altos índices de pobreza. Los «länders» (estados federales alemanes), entre ellos Berlín y Baviera, exigieron soluciones al Gobierno central para frenar la ola migratoria y demandaron el aumento de recursos económicos.