Venezuela
Leopoldo López: «No lloréis, ahora debemos estar más unidos»
Carta abierta a su hijo Leopoldo. El padre del opositor preso asegura que la sentencia del Tribunal les hace más fuertes, mientras describe la última visita de su esposa a la prisión de Ramo Verde. «Es un punto de inflexión, ellos nos quieren ver tristes, pero esto nos hará fuertes», dijo Leopoldo a su madre
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Cuando conocí la sentencia del Tribunal de la Corte de Apelaciones que avalaba los 14 años de prisión para mi hijo sentí una profunda indignación y una confirmación del absurdo de la injusticia que vive todo el pueblo de Venezuela gobernado por el tirano chavista. Sentí dolor no sólo por Leopoldo, sino también por los otros tres estudiantes que se encuentran encarcelados por los mismos motivos que mi hijo. Es cierto que Leopoldo es la cara más visible de esta terrible injusticia, pero no podemos olvidar a los muchos otros que también sufren el zarpazo del chavismo. Si tuviera la oportunidad de hablarle cara a cara al presidente Nicolás Maduro le diría que se quitara de una vez el antifaz y viera la realidad que están viviendo los venezolanos. El Gobierno ignora la verdad de un país castigado por unos dirigentes nefastos. En mi país no hay alimentos, la economía está destrozada y la inflación disparada, por no hablar de la enorme inseguridad que afecta a los millones de venezolanos. Dese el Gobierno tratan de decir que el país vive en condiciones normales cuando no es así. Mienten. Venezuela se está derrumbando y ellos son los únicos responsables de esta pésima y trágica situación.
Afortunadamente, el presidente Maduro está cada vez más débil. El anillo del chavismo está desapareciendo. Ha sido rechazado en la OEA, por Naciones Unidas, por Mercosur... Que nadie crea que este régimen está mas fuerte. Se cae a pedazos. Sin embargo, es necesaria la lucha para impedir que esto continúe porque ya se ha visto que Maduro intenta nombrar a su esposa como vicepresidenta, siguiendo la línea de Daniel Ortega, la línea de la tiranía absoluta.
No me atrevería a decir que nos encontramos cerca del autoritarismo chavista porque desde hace tiempo lo decimos y vemos que continúan en el poder y se las ingenian para que nada cambie. En los peores momentos vividos en Venezuela nunca pensé que la situación pudiera ir a peor, pero ahora me doy cuenta de que sí es posible, por eso debemos permanecer fuertes y atentos. Lamentablemente no estaremos cerca del final del chavismo hasta que la gente no decida tomar la calle y manifestarse como ocurrirá el 1 de septiembre. Esa fecha será una verdadera señal del compromiso que tiene la población para salir de esta situación terrible. Seamos conscientes de que ahora, en Venezuela, no existe la división de poderes. Y lo que ocurrió ayer así lo demuestra. El Gobierno venezolano no es una democracia, es una tiranía y desde luego esto, más que desanimar, nos servirá a todos los venezolanos para reforzar nuestra lucha, impulsará a la gente a salir a la calle a pedir más democracia.
Me duele ver a mi país en esta situación. Muchísimo. Es muy duro comprobar cómo sobrevive la gente que continúa en el país. Cuando hablo con mis ex empleados, con mi familia... me piden ayuda, medicinas. Tengo una hermana que necesita medicamentos para el tiroides y allí no los puede conseguir. La tragedia nos toca a todos.
Y en medio de esta lucha no puedo sino reservar unas palabras de agradecimiento para mi hijo. Leopoldo, quiero darte las gracias como padre y como ciudadano por tu valentía, tu sacrificio. Quiero decirte, y me gustaría poder hacerlo en persona, que te admiro, que te quiero cada día más. Con toda mi alma. Por ti, por Venezuela, no vamos a desfallecer, vamos a seguir luchando. Yo, tu madre, tu esposa, tus hermanas, todos los que te queremos te apoyaremos siempre. Para lo que necesites siempre estaremos ahí.
Ayer, cuando ya sabíamos la decisión del Supremo, su madre fue a visitar a Leopoldo. Nada mas verle, mi esposa se puso a llorar y él le dijo: «Mamá, no llores, no puedes llorar, eso es lo que ellos quieren. Vernos así, tristes. Este es un momento de inflexión y ahora más que nunca debemos estar fuertes y unidos». Mi hijo Leopoldo es de ese tipo de personas que siempre se muestra fuerte y nos hace a todos seguir adelante en esta lucha. A pesar de las condiciones en las que se encuentra no ha perdido el norte. Hay que denunciar que a mi hijo le ha impedido la visita de los abogados en varias ocasiones, incluso, ahora les impiden llevar lápiz y papel para tomar notas. Cada día se inventan un nuevo instrumento de castigo y de tortura psicológica. Es un abuso. Graban todas las conversaciones y también le han quemado y destruido los enchufes para que no pueda encender la radio durante las visitas (lo hacía para que los carceleros no escuchasen sus conversaciones privadas). Por todo esto debemos seguir luchando, juntos, como dice Leopoldo, para que nuestro país se recupere y podamos, por fin, vivir en democracia.
La vida en seis metros cuadrados
El líder de la oposición,venezolana, Leopoldo López, lleva más de dos años confinado en diversas celdas de la prisión militar de Ramo Verde, situada en las inmediaciones de Caracas. El habitáculo en el que se encuentra recluido actualmente, en régimen de aislamiento total, está prácticamente a oscuras. Las dimensiones de su celda, tal y como confirmó su mujer, Lilian Tintori, «es de 2 por 3 metros y sin luz». Sus carceleros apenas le dejan tiempo para salir de la celda y tan sólo le facilitan libros cuando éstos así lo estiman. La ONU ha descrito esta situación como «cruel, inhumana y degradante», sin embargo, el régimen chavista niega que se encuentre en tales condiciones.
Una familia unida por el dolor
«Cuando uno lucha por amor, nadie te puede parar», dijo ayer Lilian Tintori. La esposa de Leopoldo López continúa viajando por todo el mundo para denunciar la situación que vive su país y pedir la libertad de todos los presos políticos, entre ellos, su marido. Los padres de Leopoldo y Tintori están más unidos que nunca y así lo mostraron durante su discurso en la sede de LA RAZÓN en junio. Ambos hicieron gala de su buena sintonía y complicidad. «Ellos también son como mis padres», confesó la esposa del opositor encarcelado.
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